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Una persona que vale la pena no es quien te deja ir porque mereces algo mejor, es quien lucha por ser lo mejor para ti.

Ruggero Pasquarelli.

Evito reírme, eso solo enojará más a Karol. Pero admito que verlos peleando es lo que hace que la furia que sentía hacia Manuel menore.

Si yo no puedo golpearlo, Agustín si puede.

—¡Por Dios, Maxi! Estás viendo y no haces nada.

—Si hago, cuido que nadie llame a la policia o me arruinarán el show. —explica mi amigo. Sonrió.— Solo deja que Agustín se desahogue.

—Ruggero, haz algo.

—Bueno. —accedo.— Voy por un pastel.

—¡Ruggero!

—Dijiste que hiciera algo. —me excuso.

—Si no haces algo, voy a meterme yo. —advierte.— Y recuerda que estoy embarazada.

Suspiro, esta mujer siempre sabe cómo chantajearme. Así que palmeando el hombro de Maxi le hago saber que llegó el momento de separarlos.

Aburrido mi amigo me ayuda a alejar a Agustín de Manuel. Suficiente show por hoy.

—Ya estuvo, cálmate ya. —sugiero mirando a mi amigo.— No vale la pena.

—¿Qué no vale la pena? Este estúpido lo único que busca es acercarse a Melania para las tomarla de nuevo. Y yo no lo voy a permitir.

—Te recuerdo que ese hijo que espera es mío.

—¡Pues eso debiste pensarlo antes de abandonarla como siempre lo haces, pedazo de cabrón! Ahora Melania no está sola, me tiene a mí y ese hijo ahora es mío.

—Hija. —corrije Karol.— Mel tendrá una niña.

Sonrío, esa es una bonita noticia.

Es muy agradable saber que Mel tendrá una nena y que Agustín se hará cargo por lo que está diciendo ahora.

Aunque, si somos sinceros, el padre de la niña tiene todo el derecho de ver a su hija.

Bueno, solo digo.

Yo lo soñé, y créanme, no es nada bonito ese sentimiento de ver a alguien más ocupando tu lugar.

—Manuel, si en verdad quieres estar con tu hija, espera a que nazca. —razona Karol.— Porque Melania ya no te quiere.

—No pienso irme hasta que sea ella quien lo diga.

—Pues perfecto, vamos a su casa y que ella te lo diga. —propone Agustín más calmado.

¿Alguien más piensa que Agus está arriesgando mucho?

Pobre hombre.

Al final Manuel asiente, Karol se ofrece a ir, yo también. Maxi no tarda en sumarse.

Así que mientras el resto come adentro, nosotros subimos al auto.

Conduzco hacia casa de Melania. Estoy inseguro de esto pero asumo que estará bien.

Al llegar Karol se baja, pide cordura y que dejen de ser un par de idiotas mientras toca el timbre.

Se cruza de brazos, la puerta no tarda en abrirse y Karol sonríe.

—Alguien quiere verte.

—Mel....

Manuel se baja, Agustín aprieta los puños. Sabe que habló demás y que ahora se va a arrepentir.

Love HerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora