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Me delata la sonrisa cuando escucho tu nombre.

Ruggero Pasquarelli.

—¿A dónde tan de prisa, señor Pasquarelli?

—Tengo una cita, Mel. —sonrío y ella salta emocionada.— Y si, si es con ella.

—¡Muy bien! Admito que creí que eran un par de pendejos al saltar por el acantilado. Pero creo que de verdad funcionó para que dejaran la tensión de lado.

—Si, funcionó. —digo orgulloso.— Sobre todo para Karol, es la mujer más feliz que conozco desde hace unos días.

—¿Y cómo no? —se ríe.— Mañana es el cumple de Liam, ¿Listo para la fiesta?

Asiento, ella sonríe y se acerca dejando un beso en mi mejilla antes de desearme suerte. Tampoco la necesito.

Afortunadamente, la conversación con Karol resultó bien y ahora estamos dispuestos a tener tantas citas como sean necesarias para resolver lo nuestro.

En serio quiero estar con ella. Queremos hacer esto, no solo por nosotros.

También por Liam. Sobre todo por él.

Conduzco hacia la clínica en donde una bonita mexicana me espera. Hoy tendremos una cita a solas.

Cómo dije antes, desde que saltamos y obtuvimos una terrible gripa como consecuencia de ello, hemos tenido llamadas de muchas horas, una cita antes de esta, y a diario nos enviamos mensajes de texto.

Si, ya sé. Como si fuésemos dos extraños que intentan tener algo.

Al menos nos ha funcionado y no me quejo. Creí que volvería a odiarme luego de que ese regalo que no envié le llegó.

Me detengo fuera de la clínica, pasan al menos diez minutos hasta que la veo salir. Suelta su cabello, le dice algo a su amiga y ella asiente despidiéndose.

Finalmente toma un rumbo diferente y Karol se acerca sonriente. Me bajo a recibirla.

Se ve hermosa, sus ojos, me encantan sus ojos.

—Te ves preciosa. —es lo primero que digo y ella se ríe dejando un beso en mi mejilla.— Vamos, te tengo una sorpresa.

—Si vas a hacer que salte de un acantilado para que luego esté ardiendo en fiebre, puedes ir solo.

Me río, no me arrepiento de lo que hicimos. Saltar fue la decisión más sensata que pudimos tomar.

Hemos dejado de gritarnos y ese es un punto a nuestro favor.

Conduzco hacia el cine, hay una película de terror que quiero que veamos. Y si lo preguntan, sí, es con doble intención.

Una vez estamos sentados, la veo escribir un mensaje para Montserrat pidiéndole que no deje que Liam se duerme antes de las nueve o despertará de mal humor para mañana.

No puedo creer que vayamos a celebrar su cumpleaños juntos. El primer mer cumpleaños de mi hijo fuera de un hospital será también el primero con sus padres juntos.

Eso me hace sentir muy bien.

Finalmente apaga el teléfono, me mira y sonríe. Le devuelvo el gesto.

Es tan hermosa.

La película comienza, no pasa mucho para que pueda tenerla aferrada a mi brazo con miedo. Sonrío.

Paso mi brazo por sus hombros y ella suelta todo el aire retenido.

Adoro hacer las cosas bien. Como calcular qué película deberíamos ver, por ejemplo.

Love HerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora