♡•°.: → TodoBaku en la playa es tipo...
Ambos chicos habían acordado ir a la playa ese día para apreciar las vistas. Además, el menor decía nunca haber ido y tenía curiosidad de saber cómo era.
— Vamos, Boomie. — llamó a su pequeño, el cual seguía echado sobre la cama, más dormido que despierto. Se acercó a él y le tomó en sus brazos. El cachorro ni siquiera se quejó o se movió cuando su padre le sacó de su lugar. De hecho estaba mejor entre sus brazos.
— ¿La bola aún no despierta? — preguntó el mayor, entrando al cuarto en busca de las cosas que llevarían.
— Está muy dormido. — rió el bicolor, acercándose a su novio y mostrándole al cachorro, el cual se encontraba con la patas hacia arriba, muy cómodo. Katsuki se carcajeó y acarició la pequeña cabeza de este.
— Vamos ya. — tomó su mochila y la del menor —más una extra donde llevaban un par de cosas para el cachorro—, y bajaron al coche. El viaje hasta la playa no fue muy largo, además se la pasaron de risas gracias a su cachorro medio dormido.
Una vez llegaron, aparcaron en un lugar seguro, y simplemente se pusieron a caminar por la arena. El pequeño ya había despertado del todo y tenía más energías que la pareja juntos.
— Corre, sé libre. — anunció el menor, dejando que la bola de pelos corriera por ahí, cerca del agua.
Al final ambos también terminaron corriendo de un lado al otro, con su pequeño detrás o jugueteando con él.
Se les hizo un día muy bonito, sobre todo al bicolor.
La playa y el mar eran tan hermosos como los había imaginado, tan libres. El aroma a agua salada le encantaba.
La risa de ambos y los ladridos del cachorro, se entremezclaban con el romper de las olas.
— Está helada, pero se soporta bien. — anunció el menor, con el agua pasando sus tobillos.
— La bola se va a ahogar. — habló esta vez el cenizo, apuntando al cachorro que corría de las olas y volvía a ellas.
Shōto lo observó y rió levemente, soltando la mano de su novio y encaminándose a donde estaba el pequeño.
— Boomie, vamos. — le llamó. El cachorro le hizo caso de inmediato y caminaron hasta el cenizo.
Estuvieron un rato más, hasta se atrevieron a entrar más al agua, terminando por tirarse de esta y quedando totalmente empapados.
Nuevamente risas por todos lados.
El resto de la tarde siguió siendo un paseo y luego una cena ligera.
Terminaron subiendo a unas rocas, a observar cómo se iba el sol tras el mar, y daba paso a las bellas estrellas. Tan bellas como el brillo en los ojos dispares del bicolor —según Katsuki—, apreciando aquello que era nuevo para él.
Tengo tremendas ganas de que sea uno de enero-.
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TodoBaku In...
FanfictionDistintas situaciones en las que se podría encontrar esta pareja.