—TodoBaku discutiendo por sus apellidos es tipo...—
Pequeñas caricias, besos y risas iban de aquí para allá, entre susurros, murmullos, y una suave conversación mientras mimaban y entrenaban a su pequeño hijo, el cual simplemente les miraba atento, acatando las ordenes de sus padres a la perfección, recibiendo su ya acostumbrado premio.
Su tema cambiaba de un segundo a otro; en un momento podían estar hablando de lo que iban a cenar, y al otro discutiendo sobre la fecha en la que sería su matrimonio. Dios, tenían tantas ganas de aquello.
Sabían que un papel y un anillo no era algo importante, que una firma no les uniría más ni separaría menos, ni un par de trajes serían su mayor recuerdo en un futuro cuando les volviesen a ver.
Para ellos la unión estaba en sus sentimientos y no en la bendición de alguien a quien a duras penas conocían de nombre.
Se aman, y era lo que les importaba, pero también les hacía ilusión tener aquél papel con sus nombres y firmas para poder mostrárselo a quienes se les dé la gana —además de molestar a Enji un rato y que luego simplemente les felicite orgulloso—.
— Cuando nos casemos, voy a tomar tu apellido. — anunció entonces el bicolor, tomando por sorpresa al cenizo, quien se había llevado recientemente un pequeño trozo de jamón que le robó a su novio antes de que se lo diese al cachorro —el cual, por cierto, le gruñó ante esto—, haciendo que se atragantase levemente.
— ¿Qué no el que tiene que tomar tu apellido soy yo? — cuestionó Katsuki, volviéndole a robar otro trozo de jamón, ganándose un ladrido de su pequeño, al cual simplemente le mostró la lengua, infantilmente, para luego sonreirle y entregarle un premio él mismo.
— Me gusta más el tuyo. Además suena bonito con mi nombre. — el cenizo lo pensó unos segundos y luego bajó su mirada, algo sonrojado.
— Pues... Tienes razón pero... Ya sabes cómo es tu viejo, quiere mantener su apellido. Con Fuyumi es algo difícil esto, y Natsuo es poco probable que tenga hijos... ya sabes. — Shōto soltó una risita ante este comentario, y negó. — ¡Además...! La bola ya tiene en su placa la T antes que la B, por lo que lo convierte en un Todoroki.
— Pero también en un Bakugō. — el chico, dueño de aquél apellido, conectó su mirada con su novio, mordiendo su labio levemente, nervioso y a la vez conmovido. En la secundaria algunos le decían que nadie querría, en un futuro, tomar su apellido, ya que les daría vergüenza llevar el de un bully junto a su preciado nombre pero, al escuchar al que actualmente era el amor de su vida, y fiel compañero, decir aquello, le hacía querer llorar.
Había superado aquella etapa hace muchísimo; el chico de pecas le había perdonado cuando el cenizo se esforzó en decirle que lo sentía, con sentimientos puros y el corazón en la mano. Ya no era aquél chico que le molestaba todo el tiempo, ni le gritaba; le hacía buena y sana competencia, y compartía con él como si fuesen hermanos.
También en su momento se había disculpado con su novio por haber tratado de aquella forma tan horrenda a lo que era su mejor amigo, y él también, aunque no sabía de aquello hasta ese momento, le perdonó todo... Así que, ya no era aquella persona que todo el mundo creía debía de pudrirse en el infierno, ya no sentía aquél malestar cuando recordaba ese pasado, y Shōto le recordaba todo el tiempo que se merecía todo lo bueno del mundo, porque había avanzado bastante y seguía haciéndolo.
Sus ojos rojizos habían comenzado a cristalizarse al pensar en todo aquello, y mucho más cuando recordó con una pequeña risa de burla las palabras de los otros.
— Que nadie querría tomar mi apellido, ¿eh? — el bicolor le sonrió levemente y le envolvió en sus brazos apenas presenció un pequeño hipeo de parte de su chico.
— Que se vayan a tomar por culo todo aquellos que dijeron que a alguien le daría vergüenza tener tu apellido. Yo estoy más que orgulloso de decir que lo quiero en mi nombre, Kats, porque significaría llevar el apellido de una persona fuerte que se desarrolló para bien con el tiempo y que sigue haciéndolo cada día, mejorando a cada segundo. — las lágrimas comenzaron a resbalar por sus mejillas, y pequeños sollozos salieron involuntariamente.
— Entonces vamos a ser una familia Bakugō más, ¿no? — su tono de voz parecía angustiado entre el llanto, pero realmente no era así. Estaba feliz, más que nunca.
— Vamos a ser una familia Bakugō más. — asintió Shōto, sujetando el rostro de Katsuki y secando sus lágrimas con dulzura, conectando sus miradas tiernamente.
Estuvo a segundos de besarle, queriendo calmarle del todo, pero el ladrido del cachorro les sacó de aquella pequeña burbuja, sintiendo momentos después cómo este se les abalanzaba, queriendo mimos.
Soltaron una ligera risa ante esto, y le atendieron de inmediato.
Al final de todo, quien tiene un desarrollo para bien es quien gana, ¿no?
Casi lloro escribiendo esto, send help.
En fin... HOLA GENTE CÓMO ESTÁN, CÓMO LES HA IDO AAAA A A A A.
Años que no escribo, pido perdón.
Pero bueno, ya estoy aquí *musiquita heroica como la que suena cuando aparece All Might*.
Eeeh, no prometo capítulos seguidos, porque ando con tremendo bloqueo, así que que bueno... se me fue la palabra.
Como sea, espero les haya gustado, esom.
<3
(Chongyun please come homeeeee. Me voy a pegar un tiro si entre mañana y pasado no me sale Chongyun en el banner, y me meten a Yanfei c3.)
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TodoBaku In...
FanfictionDistintas situaciones en las que se podría encontrar esta pareja.