TodoBaku In...

Enojo.

♡•°.: →TodoBaku enojado es tipo...

Katsuki se encontraba recostado sobre su cama, sus brazos estaban cruzados, su mirada perdida en cualquier lugar y su ceño estaba fruncido.

Y en una esquinita del cuarto, se encontraba Shōto con su balón de volley jugando con él, completamente alejado de su novio y con algo de miedo.

El cenizo se había puesto a leer algo —o más seguido— y ciertos hechos en la historia hicieron que su humor se fuera al infierno. Literalmente dio un grito enfadado y luego tiró su celular por la ventana.

Ahora no sólo estaba enojado por la historia, sino también porque debería de comprarse un móvil nuevo, ya que el otro quedó hecho polvo. Aún funcionaba pero la pantalla apenas se veía.

Y Shōto sabía muy bien que en momentos como ese debía de dejarle en paz. Pero tampoco quería salir del cuarto o alejarse de su novio. Quería estar ahí con él durante todo el día e intentar subirle el ánimo, pero tenía miedo a que si le hablaba, se enojase más. Así que vio más conveniente sentarse en la esquina del cuarto y jugar con el balón.

Y bueno, haciendo esto último, intentando levantarla, se le fue hacia un lado... Un poquito mucho. Sin duda logró llegar hasta su pareja.

Katsuki le miró enfadado y, acomodándose en la cama para tener una buena posición, agarró la pelota con una mano y también la tiró por la ventana. De principio sus planes era tirarsela a la cabeza al bicolor, pero eso contaría como maltrato animal.

Sí.

Animal.

Consideraba a su novio como un pequeño gatito indefenso de dos colores. Y no soportaría hacerle daño, así que vio como mejor opción hacer lo que hizo.

— Kats-... — el nombrado gruñó.

— No me hables. — Shōto hizo un pequeño puchero, levantándose del suelo y caminando hacia la cama, acercándose a su novio. Este, que estaba sentado al borde de esta, echó levemente su cuerpo hacia atrás, como intentando alejarse. — Tocame un pelo, y cometo homicidio.

Al bicolor no le importó mucho, simplemente se dejó caer sobre su novio y le abrazó de manera tierna y protectora. Esto hizo que Katsuki no pudiera resistirse mucho, logrando devolverle el abrazo.

— Ni te creas que porque te lo devolví significa que no estoy enojado. — murmuró cerca de su cuello.

— Al menos se te bajaron un poquito las revoluciones. — le contestó, sintiendo un escalofrío recorrer su cuerpo al momento del murmullo.

Al final Katsuki recibió un par de golpecitos en el pecho por parte de Shōto por haberse enojado por una estupidez.

algún día CaK hará que me tire por un acantilado ;-;