♡•°.: → TodoBaku en un Laser Tag es tipo...
Ambos chicos se encontraban preparándose en un pequeño cuarto para poder jugar. Aquél día les había pintado salir por ahí, celebrando el hecho de que cumplían cinco años juntos como pareja, por lo que decidieron ir a un arcade, como hicieron en su primera cita y el día en que comenzaron a salir.
Habían estado aproximadamente una hora en diferentes juegos, y ahora tocaba Laser Tag, aquél que tanto amaba el bicolor desde que lo probó ese día.
— Bien, estamos en equipos diferentes, mantengamos la tregua hasta el final. — anunció Shōto, mirando a su prometido con un rostro de concentración, el cual hacía reír a este.
— Haz lo que quieras. Si te veo, no dudaré en dispararte, bastardo. Y si gano, celebraré la puta victoria con la pulga. — el bicolor observó atento las expresiones faciales del cenizo y escuchó bien sus palabras. Katsuki estaba dispuesto a ganar.
Shōto se irguió y asintió, aceptando el hecho de que a su novio poco le importaba mantener una tregua. Katsuki notó también lo serio que se había puesto el chico, y sonrió. Se acercó a su rostro y le plantó un beso de despedida, el cual el bicolor aceptó casi de inmediato. Ya poco les importaba si alguien les veía. Su relación no era un secreto para nadie y, aunque les conociesen y mirasen raro, preferían no meterse en su rango de visión por su propio bien.
Se separaron a los segundos y se sonrieron mutuamente, retándose con la mirada.
— Si gano otra vez porque te dejas, juro que te mando a la calle toda la semana y sin ver a la bola de pelos. — advirtió el cenizo, caminando junto a su chico, listos para poder entrar al cuarto donde comenzaba el juego.
— No lo haré. — Katsuki le miró cuando estaban en la puerta de entrada y, luego de un par de segundos, asintió.
Esperaron un momento y, cuando ya todo el equipo estaba listo, les dieron una señal para salir a campo y comenzar.
La pareja se separó al instante y fueron tras su propio camino.
Katsuki era bueno en aquél juego, pero no tanto como su novio. Desde que lo conoce, iban ahí al menos una vez al mes y el bicolor se había obsesionado ligeramente con el juego.
Aún así, el cenizo casi nunca perdía una partida, teniendo en cuenta que la mayoría de veces jugaba en el mismo equipo que el menor. Cuando se separaban, echaban a correr la suerte, y el que ganaba, ganaba.
El mayor solía esconderse y acechar desde las sombras, apuntando a todo aquél que se le cruzara, fuese su novio o no. Mientras que Shōto solían moverse bastante de un lado a otro, encontrándose con mucha gente y dándoles con el láser en las partes que les fantaban para caer y acabar su juego. Era rápido y ágil, por lo que, mientras disparaba en el parte del frente, se movía rápidamente hacia la parte de atrás y acababa con su enemigo.
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TodoBaku In...
FanfictionDistintas situaciones en las que se podría encontrar esta pareja.