Montañismo.

768 120 44
                                    

♡•°

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

♡•°.: → TodoBaku haciendo montañismo es tipo...

Aquél día querían hacer algo distinto. Salir de su pequeña rutina de estudio, descanso, mimos, y padres. Querían salir, lejos de la ciudad, lejos de la gente, estar sólo ellos dos. 

Shōto propuso ir a la playa. Por alguna razón le había gustado más de lo normal ese lugar. Pero Katsuki se negó. No quería ir a un lugar lleno de gente semidesnuda que seguramente se querrían ligar a su novio cada dos por tres. Quería hacer algo que hace mucho no hacía.

Vamos a la montaña. — fue lo que había dicho la noche anterior, mientras descansaba su cabeza sobre el pecho de su novio y escuchaba el tranquilo palpitar de su corazón. Esto le hizo pensar en adrenalina, y había sido lo primero que se le cruzó por la mente. Shōto aceptó sin más.

Ordenaron todo apenas se levantaron al siguiente día, y llamaron de improviso a la pareja que era conformada por sus mejores amigos. Ninguno contestó, por lo que recurrieron a la siguiente. Les pidieron ayuda con cuidar a su cachorro en lo que ellos no estaban en casa y, con un poco de sueño en su voz, el rubio eléctrico aceptó de inmediato. Así que allí estaban ambos, entregando a su pequeño a los brazos de otro chico.

— Lo cuidas bien o para mañana dejas medio viudo al cara plana. — advirtió —más bien, amenazó— el cenizo.

— No te preocupes, Blasty. BoomBoom va a estar bien junto a mí y Hanta. Lo cuidaremos como si fuera nuestro propio hijo. — Katsuki gruñó levemente y asintió, volviendo al bicolor, quien les sonrió a ambos rubios. Luego de aquello, partieron hacia su lugar decidido. Estaba todo tan calmado, que Shōto creyó por un momento que la humanidad había dejado de existir.

— Vamos a pasar aquí la noche, ¿verdad? — cuestionó el bicolor, acomodando su mochila y ajustándola bien. Se giró hacia el cenizo luego de aquello, este se encontraba haciendo lo mismo que él, además de asegurarse de que sus zapatillas estaban bien amarradas.

— Sí, el coche lo va a cuidar un viejo amigo de mi padre que vive en aquella casa de allá. — dicho esto, apuntó una pequeña construcción de madera algo antigua. — Así que por esto no te preocupes, sólo disfruta del viaje. — le dedicó una sonrisa y, luego de cerrar la puerta del portaequipajes, tomó la mano del menor, entrelazando sus dedos.

Sólo así comenzaron su caminata. De empezada siguieron un camino rodeado de árboles que les llevó a una parte bastante alta. Katsuki ya se sabía todo ese lugar, había ido mil veces cuando era un adolescente y quería despejar su mente de aquellos días tormentosos.

Guió a su chico por lugares que sabía le gustarían, como un apartado que daba vista al mar, un pequeño campo de flores, un pequeño lago. Todo esto hizo que pudiese ver la hermosa sonrisa de su novio en su mayor esplendor, y es que sabía que el menor amaba ese tipo de cosas.

Caminaron alrededor de tres horas hasta lo más alto, encontrándose con un lugar vacío, rodeado de árboles no tan altos, ni tantos, pero los cuales les daban la sombra que necesitaban en aquél día caluroso.

TodoBaku In...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora