♡•°.:→ TodoBaku necesitando amor es tipo...
El día de Katsuki iba de mal en peor, nuevamente. Muchas desgracias como para contarlas. Pero básicamente todo se basaba en sus estudios.
Entre los últimos días había estado con un humor de perros, y esto lo había notado el bicolor. Tampoco le dejaba acercarse a él ya que le gruñía y alejaba rápidamente. Ni siquiera un beso o abrazo le dejaba darle.
En una de esas, Shōto estaba sentado en el marco de la ventana, observando hacia afuera. El viento estaba frío y eso le agradaba, ya que hacía algo de calor. De repente, sintió como su pareja se paraba algo enfadado del escritorio y se iba del cuarto maldiciendo todo.
Volteó a ver la pantalla, la cual estaba completamente negra. Pronto apareció el logo de la marca del monitor, y luego el del sistema. Se había reiniciado.
Se paró y caminó hasta la silla. De pronto escuchó como el mayor entraba nuevamente, quedándose a casi un metro del bicolor. Este último se volteó hacia el chico, conectando miradas.
Ambos estuvieron en silencio un par de minutos, en los cuales el mal humor de Katsuki subía o bajaba. Subía cuando desviaba su mirada hacia el monitor, y bajaba cuando volvía al dulce rostro de su chico.
Frunció levemente su ceño cuando vio que nada pasaba.
— ¿Qué pasa? ¿Hice algo mal? — preguntó haciendo un leve puchero. Sí, Shōto seguía siendo medio lento para entender las cosas que a veces le pasaban a Katsuki y sentía que cuando le alejaba, era por su culpa.
El cenizo le miró un par de segundos más, para luego acortar la distancia que tenían y abrazarle, intentando esconder su rostro en el pecho del menor, gruñendo levemente. Shōto le aceptó, algo extrañado.
— Es culpa de las tareas. Se me borraron todas las que tenía hechas y la computadora se reinicia cuando voy a la mitad de una. — susurró. Su mal humor comenzó a bajar rápidamente cuando Shōto le sujetó con más fuerza. Le levantó levemente del suelo, obligando al mayor a enrollar sus piernas al rededor de su cintura y pasar de su pecho, a su cuello.
— Mejor vamos a dormir. Mañana te ayudo con las tareas en mi portátil. — el mayor asintió con un sonido y se acomodó en los brazos de su novio, buscando dormirse. Shōto, poniendo todo el peso de Katsuki en su izquierda, abrió las tapas de la cama y, con cuidado, se recostó ahí, dejando al chico sobre su cuerpo. El cenizo se acomodó una vez más y miró al menor durante unos segundos, para dedicarle un tierno, corto y dulce beso. Luego de esto, ambos se dispusieron a dormir.
Odio escribir en otro celular que no sea el mío -cries-
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TodoBaku In...
FanfictionDistintas situaciones en las que se podría encontrar esta pareja.