Mientras me preparaba, ví como una docena de dragones rojos de más de treinta metros de envergadura alar saliendo en persecución de la bestia alada del gobernador mientras que un par de ellos daban vueltas alrededor de la ciudad, comprobando que nadie más intentara huir volando.
Desenvaine despacio a EJ, él cual tembló de la emoción, ya que sabía lo que iba a hacer y muy despacio saqué a los 60 Peones de nivel 60 que había hecho mientras estaba con el centauro, aún tenía pendiente hacer al coloso, pero aún no tenía ni idea que hacer, aparte de eso quería ir al gremio de magos para aprender todos los hechizos hasta nivel 60 y conseguir un par que me faltaban, uno sería, si podría ser un hechizo de teletransportación, si tal cosa existia en este mundo, el otro no estaba seguri, pero de momento me era imposible, al menos hasta que esto se solucionará.
Después de eso me lancé un par de pieles de piedra, con lo que estaba cubierto contra más de 120 proyectiles fueran del tipo que fueran y sonriendo, cargué sin pensar.
De repente me dí cuenta de que había cometido un error de cálculo, ya que mis constructors hacían más ruido que una lavadora llena de clavos y ví como una parte del ejército se daba la vuelta, empuñando una alabarda de más de cinco metros de largo y colocándose de tal forma que había un muro de lanzas y de arcos detras de ellos, tambien descubrí que el nivel más bajo de sus soldados era de nivel 50, pero ya era tarde para retroceder, por lo menos mi ejército no sentiría dolor, otra cosa era yo.
Mi plan era sencillo: mientras corría, ordené a los constructors que se pudieran en posición de punta de flecha conmigo en el medio y a cada lado mío cinco en fondo para intentar abrir un brecha , luego cuando estuviera a punto de llegar a veinte metros lanzaría un DESTELLO para cegarlos y luego descargaría el escudo: más de 150 TORMENTAS DE RELÁMPAGOS y en cada uno de 1800 puntos de poder, eso haría un pequeña matanza o eso esperaba ya que mientras me acercaba ví que además de los hombres-lagarto de más de tres metros de altura, habían otros de casi cinco metros de altura con enormes mazos de obsidiana, ví enormes estructuras de metal de más de veinte metros de altura montadas en Ankilosaurios con más de treinta saurios encima preparados para asaltar la muralla de la ciudad.
Cargué mientras a mi alrededor llovía flechas desde detrás de los alabarderos, pero no causaron daño alguno en los constructors ya que al construirlos les había inscrito un PIEL DE PIEDRA, con tal fortuna de que si no los destruían, al desinvocarlos volverían a tener 60 CAPAS, también un hechizo de VELOCIDAD, con lo que podían ir al trote durante una hora, cosa que me venía bien para cargar contra los lagartijos.
Uno de los dragones voló desde la ciudad hasta mí y pude ver qué era de nivel 80, pero no le temía, estaba más que convencido que podría con él mientras mi tropa de ocupaba de los lagartos, esperaba que la ciudad atacara mientras yo les ayudaba, pero no estaba seguro, así que de momento estaba solo.
Sonreí y después de usar el DESTELLO, usaría una ACELERACIÓN sobre mi, lo que hacía que durante un breve espacio de tiempo, diez segundos por nivel, poco más de diez minutos haría que mi velocidad se multiplicaria, pero luego debería estar el mismo tiempo descansando, pero esperaba llegar hasta las puertas de la ciudad y que me abrieran la puerta o usaría un SALTAR.
Cargué mientras que a mi alrededor llovía las flechas y el dragón inspiraba con fuerza preparándose para lanzarme su aliento, pero antes de que siquiera tuviera oportunidad de lanzar el DESTELLO, una voz resonó en el campo de batalla y mientras los alabarderos levantaban sus armas y el dragón pasaba sobre mi sin lanzar su fuego, ví como los constructors volvían a su tamaño miniaturizado y mi hechizo perdía su poder antes siquiera de hacer efecto y sentía como algo extraño hurgaba en mi mente sin que yo pudiera hacer nada para evitarlo.
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EL ELEGIDO... O NO. (En Revisión)
FantasyDespués de salvar a un muchacho de ser atropellado por un camión y morir en su lugar, soy transportado a un mundo de fantasía, donde descubro que el muchacho había sido elegido para salvar a ese mundo y que debía morir en la Tierra para poder ir all...