Huida

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La verdad es que estaba jo-di-do y no poco, por mucho que usara un agrandar sobre mí, el tamaño máximo que yo podía llegar a medir eran poco más de seis metros y mi adversario simplemente me seguiría sacando 60 metros, si lo atacaba con mi palillo porque eso era mismo era EJ: un palillo, le haría como mucho cosquillas si llegaba hacerle algo, mientras que él conmigo podía jugar simplemente a canicas: usar su pulgar y lanzarme volando a centenares de metros o mover una de sus colas de serpientes y destruirme, si utilizaba cualquier magias que tenía, él me destruida y yo no podía correr ya que por mucho que corriera utilizando en hechizo no podía salir del piso en el que me encontraba ahora mismo, si quisiera huir volando, Tifón con un simple movimiento de sus alas llegaría hasta donde yo estaba en un segundo y me destruiria y la casa no aguantaría ni un golpe suyo .

Balthasar habías puesto las trabas suficientes para que nadie pudiera destruir las cinco torres y llegar hasta el, bueno, seis si contamos la de los avianos. Las torres habían sido creadas única y exclusivamente para conseguir el poder de los incautos como yo que se atrevían a traspasar la entrada y hacerle despertar de su sueño y más fuerte que la primera vez, si conseguía despertar nada podría detenerle.

Si Tifón era el enemigo de la segunda torre, que demonios podría encontrarme en la tercera, en la cuarta, en la quinta y en la sexta, la verdad es que no sabía que hacer, ya no podía más.

Una de sus colas se acercó a mí peligrosamente y le lancé un TORMENTA DE RELÁMPAGOS, pero apenas si le hizo poco más que un rasguño, ademas se le cerró enseguida sin dejar señal alguna.

-¡Jojojo! -trono una voz desde el cielo-, así que Zeus ha enviado a otro de sus vástagos para enfrentarse a mi, ¿Acaso él no tiene el valor de enfrentarse a mi?

-Puede que sea pequeño, pero he vencido a algunos de tus hijos antes de llegar hasta aquí: a la Hidra de lerna, al León de Nemea y al Cerbero entre otros.

-Maldita sea -rugió Tifón mientras las alas de murciélago y las colas de serpiente se le agitaban con furia y yo luchaba por permanecer en pie mientras que el golpeaba el suelo con rabia desatada-, me prometió que si yo entraba en la torre dejaría a mis hijos tranquilos y no les haría entrar aquí y ha faltado a su palabra.

-Debo hacerme mas fuerte y salir de este lugar que me aprisiona e ir al lugar donde yace dormido y acabar con él antes de que se despierte.

-¿Cómo piensas hacer tal cosa? Si me matas mi esencia y mi nivel serán absorbidos por la torre y enviados a él para que despierte aún más fuerte y poderoso.

-¡Devorandote! -gritó mientras me cogía con su enorme puño y sin que yo pudiera evitarlo, me acercó a su boca que abrió de tal forma que no creía que una mandíbula pudiera desencajarse de esa manera y mientras me lanzaba al interior y sus dientes me esperaban para devorar mi cuerpo yo desenvaine a EJ y en el momento que entré en su boca me lancé un agrandar y clavé la punta de mi espada en su paladar haciéndolo gritar de dolor.

-Si cierro mi boca te aplastaré -murmuró Tifón mientras intentaba cogerme con sus manos, pero yo lancé un rayo a través de la espada que le hizo rugir de dolor, al parecer, la electricidad si que era su punto débil y ahora sí que le hacía daño de verdad.

-Si cierras tu boca, mi espada se clavará en tu cerebro y morirás y es muy posible qué al morir desaparezcas y yo no sufra ningún daño. Si no quieres que te mate aquí y ahora háblame de los enemigos que me puedo encontrar en las otras torres.

-Balthasar no me explico nada, me mintió en todo, me dijo que yo gobernaría está torre y eso tampoco era cierto, de vez en cuando llega algún elfo oscuro y a veces me mata, pero la mayoría de las veces lo mato yo, no hay nadie y me aburro. En la Tierra tenía un propósito, destruir a Zeus y aunque él me venciera me dejó vivir y junto con mi esposa dimos a luz a muchos monstruos, monstruos desde su punto de vista, son mis niños y por un lado Zeus les perdono la vida, solo para que otros héroes los mataran así que hice un trato con el demonio de este mundo, si yo venía, salvaba a mis hijos de su destino, pero parece también los trajo, sé que vas a matarme porque es cierto que tan pronto cierre mi boca me matarás antes de que yo pueda morderte y desaparecere y tú no morirás, pero prométeme utilizaras todo la experiencia que yo te dé para derrotarlo ¡prométemelo!

Casi me daba hasta pena, la verdad es que este gigantesco Titan, no era el monstruo que yo pensaba, el maldito Balthazar convertía en mierda todo lo que tocaba y todo lo pudría.

-Te lo prometo, además en otra Torre me encontré con Esfinge y no la maté, destruí la Torre, pero ella estaba viva.

¿¡Es verdad eso? Si lo hiciste, ella está libre en Thule y no tendrá que volver a Grecia para que muera.

Esperaba no haberla cagado al dejar libre a la Esfinge y encima estaba los cíclopes que estaban al cargo de Polifemo, si eso era cierto, en Thule iba a haber una pequeña invasión de cíclopes por mi culpa.

Ya no había tiempo para reproches, así que le prometí que vengaria si muerte y descargue toda mi magia a través de la espadas y lo frei dejándome con la sensación de vacío que siempre experimentaba cuando no me quedaban puntos de poder.

Se convirtió en un portal enorme mientras que yo me sentaba en el suelo y rompía a llorar, estaba agotado mentalmente, por culpa de hacer el bien, estaba haciendo más bien, pero matando a seres a los que no debería, posiblemente otros, con el estómago más fuerte que yo y con más sangre fría podrían hacerlo, pero yo no.

Después de un tiempo que no pude calcular, el portal comenzó a parpadear y estuve muy tentado de no entrar, pero al final decidí hacerlo.

De repente ví un centenar de guerreros a mi alrededor entre elfos y avianos, pero me llamó mucho la atención que al frente de todos ellos estuviera cierta elfa que me miraba con furia mal contenida.

-¡Cógedlo con vida, lo necesitamos con vida, pero no significa que tenga que estar entero, prometo hacerte lo mismo que tú a mi hermano.

Estaba perdido, el nivel de los guerreros era inferior al mío, pero apenas me quedaba nada de magia y además estaba rodeado por mis enemigos y en la espalda la Torre, de repente, una notificación llegó a mi mente.

DEBIDO A LA DESTRUCCIÓN DE LA SEGUNDA TORRE, EL DESPERTAR DE BALTHAZAR SE RETRASA CINCO AÑOS.

LA RECONSTRUCCIÓN DE LA TORRE TARDARA MÍNIMO CINCO AÑOS, YA QUE LAS OTRAS TORRES SOLO SE ABRIRÁN ANTE AQUEL QUE HA DESTRUIDO DOS TORRES.

-Que sepas que te haré sufrir como jamás he hecho sufrir a nadie y créeme que soy toda una especialista en ello espero que no hagas lo que hizo tu querido Iskendar -añadió con cierto rintintín y recochineo-, en cuanto le pregunté acerca de su patético ejército de resistencia que al parecer estaba formando para derrotar a Balthazar decidió utilizar  un hechizo y suicidarse. Era débil y si el líder es debil la tropa lo es aún más.

Estaba equivocada, el archimago no era débil, se debía ser muy valiente, para morir por aquello en lo que se cree y preferir morir antes de traicionar a las personas que creen en él.

Sin mediar palabra me dí la vuelta y usé un SALTAR a través de los restos de la Torre, poniendo delante de mí el escudo, golpeando los cascotes mientras lo atravesaba, después usé un CORRER corriendo tan rápido como podía mientras que los avianos emprendian el vuelo detrás de mí a la vez que los elfos empezaban a correr persiguiendome.

Había conseguido dejarles aunos centenares de metros detrás de mi, pero no tardarían en alcanzarme, así que me detuve, eran muchos más que yo, además eran todos mínimo de nivel 50 y yo solo era de nivel 63, les sacaba trece niveles, pero contra una cantidad tan abrumadora de enemigos, la cantidad superaba a la calidad, saqué los constructors que me quedaban y me prepare a vender cara mi piel, no me iban a capturan con vida y esperaba que alguien, quién fuera, en cinco años, pudiera volverse más fuerte que yo.

De repente escuché sonido de cabalgaduras a mi espalda y al girarme ví, asombrado, media docenas de centauro que cargaban contras los elfos y los avianos.

Uno de los centauros, cuya parte inferior era la de un enorme frison negro y la parte superior la de un hombre de color que me recordó a Idris Elba en Heimdall, se me quedó mirando fijamente moviendo la cabeza con desaprovacion.

-¿¡Tú eres el elegido que prometió Iskendar?, Thule está más perdida de lo que yo pensaba, pero a falta de algo mejor, tendrás que servir!



EL ELEGIDO... O NO.   (En Revisión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora