EL ELEGIDO... O NO. (En Revisión)

2 Torre

La puerta se cerró tras de mí tan pronto como entré en la torre con un portado atronador y un cambio abrumador se hizo en ella, al principio era un simple suelo negro con unas escaleras desgastadas que subían al segundo piso, pero de repente se convirtió en una pradera exuberante igual que la que ví el primer día que llegué a este mundo salpicada de bosques y altas montañas en la lejanía.

Suspiré con desesperación ya que era lo que los drow me habían explicado, pero la cosa aún era más enrebesada, resultaba que el tiempo pasaba de forma diferente dentro de la torre que fuera y un mes dentro de la torre apenas significaban diez dias fuera de ella, pero ahí no acaban las cosas.

No habían portales, no había ningún sitio fijo donde yo pudiera encontrar el portal de ascenso al siguiente piso, los portales solo aparecían en el momento en el que el jefe de planta fuera eliminado, daba igual a los enemigos a los que yo matará, a los adversarios a los que hiciera frente, solo importaba matar al jefe y o mucho me equivocaba o, está torre iba a ser mucho más complicada que la otra aunque sabía a qué bestias me enfrentaba.

En la torre, en la parte exterior había visto los símbolos griegos además del rayo y el tridente y el cancerbero, eso significaba que está torre seguramente estaría dedicada a la mitología griega y no me hacía ninguna maldita la gracia ya que mis adversarios serían el jabalí de Erimanto, el león de Nemea, la Hidra de Lerna y otras y otras y otras criaturas de la mitología griega y si la segunda torre eran mucho más poderosa que la primera no sé si yo al nivel 30 era lo suficientemente poderoso para enfrentarme a esas criaturas.

Pero no tenía otra opción: Iskendar había muerto, Jesnnae había muerto, todos aquellos que habían intentado destruir una segunda torre habían fracasado y habían hecho que Balthasar se despertaba un poco más al ser absorbida su esencia, su alma, su fuerza por la Torre, así que en memoria de todos los que habían muerto yo no podía fallarles.

No podía ni imaginarme cuán poderosos serían los jefes a los que me enfrentaría en cada planta, esperaba que no hubiera ninguno de los dioses griegos, al menos en los juegos en los que yo había jugado era de nivel 100 mínimo y ni en mis sueños me habría enfrentado a ellos y ahora sinceramente estaba asustado, muy asustado, pero la puerta se había cerrado y solo se abriría si yo vencía o si yo moría.

Me acerque con extrema lentitud hacía un bosque después de haberme lanzado una invisibilidad sobre mí, en teoría, al menos yo pensaba, es que en esta primera planta habrían satiro según la mitología griega, jabalíes, pájaros de espinfalo o algo así. Ahora mismo no me acordaba del nombre y sinceramente tampoco me interesaba, solo sé que era aves que con sus picotazos podían contagiar la peste, pero bueno estaba claro que de una forma u otra me tocaba lidiar con eso me gustará o no.

Tan pronto entré en el bosque, tres sátiros cuya parte inferior tenían las pezuñas de una cabra y la parte superior de un hombre con pequeños cuernos surgiendo desde su frente se abalanzaron sobre mí por lo que mi invisibilidad era completamente inútil y podían ver a través de ella mientras que las raíces de algunos árboles intentaban atraparme por sorpresa, lo cual significaba que además de esas criaturas me tenía que enfrentar a driadas y no me apetecía para nada tener que matar a los árboles así que, mientras esquivaba los ataques de los sátiros busque en mi bolsa la antorcha y rapifamente le quité el tapón de cuero lo que hizo que las raíces se retiran en el momento que notaron el fuego haciendo de combate contra los sátiros fuera mucho más fácil, ya que aunque el nivel de esta torre era superior de la otra estos sátiros apenas eran nivel 20, pero si en la primera planta era el nivel 20 no podía ni imaginarme cuáles serían los niveles de los monstruos en los pisos más altos de la Torre.

Desenvaine la espada la cual pareció que no estaba de buen humor y rápidamente acabé con ellos ya que esas criaturas no portaban ningún tipo de armadura y como arma apenas unos garrotes.

Después de casi un mes deambulando con el primer piso cazando a sus criaturas: pájaros, jabalíes, serpientes gigantes, sátiros, algunas ordinas qué eran las ninfas y las driadas, pero que se ocupaban del bienestar de los ríos y los lagos llegué a nivel 34, no había subido mucho en tanto tiempo debido a que mis adversarios solo eran de nivel 20 en la mayoría de los casos con unos pocos escasos de un máximo de 25.

De repente escuché cómo se acercaba algo inmenso a mi posición, algo que a cada paso hacía temblar el suelo del lugar en el que me encontraba.

Los árboles se apartaban al paso del mastodontico animal como si tuvieran vida propia y entre ellos, los cuales se abrieron como una cortina, apareció delante de mí apenas a unos 20 metros de distancia un jabalí enorme gigantes de más de 3 metros de altura cuyos colmillos casi eran tan grandes como la espada que portaba el cual me miró con unos ojos llenos de rabia e ira.

Al parecer que hubiera matado a tantos jabalíes y a tantas criaturas del bosque es lo que le había enfurecido de tal manera que había decidido investigar qué tipo de criatura era.

Por lo que los drow me habían explicado cada piso era un ecosistema propio en sí mismo, habían pasado más de 300 años desde la destruccion de las torre y las criaturas originales y los monstruos a las órdenes del señor demoníaco habían muerto, pero cuando la torre se había vuelto a construir las criaturas habían vuelto y se habían seguido reproduciendo.

Al parecer, o eso me habían contado,
las únicas criaturas que permanecían fieles al demonio eran los jefes de planta, el resto había olvidado cuál era su misión primaria, la cual era eliminar a cualquiera que entrara en la torre ahora simplemente se estaban defendiendo de un invasor que había llegado para destruirles, pero eso yo no lo sabía y solo cuando por fin tuve el tiempo para leer uno de los libros que el archimago me había dejado al morir lo comprendí que lo que estaba haciendo.

El problema era también que al destruir la torre, pero yo necesitaba destruir las torres para destruir a Baltasar y a su ejército de demonios, o sea que hiciera lo que hiciera intentando hacer el bien aún estaba haciendo más daño.

El enorme jabali se abalanzó sobre mi antes de que siquiera pudiera lanzar un hechizo y el violento golpe me envió volando más de veinte metros para acabar chocando contra el tronco de un árbol, cayendo al suelo y levantando una enorme nube de tierra, pero gracias a la armadura no me clavó los colmillos o hubiera muerto allí mismo.

El jabalí volvió a la carga y yo solo me pude agachar como pude y ponerme en posición fetal rogando a algún dios que no me pisoteara por qué no lo contaba.

La salvaje embestida de jabalí arrancó de un golpe seco el árbol con el que yo había chocado, que se quedó clavado en sus colmillos, escuchando del interior de él un grito de angustia de la driada que lo cuidaba y con un rapido movimiento de su enorme cabeza lo lanzó a más de 100 metros de distancia mientras me miraba de forma acusadora.

Al principio había pensado en sacar a los peones, a los constructors para que se deshicieran de él, pero luego lo pensé mejor y no lo hice, llevaría del día en que no lo tendría y, ¿entonces qué?

El jabalí se había detenido a veinte metros de mi después de lanzar el árbol y me miraba fijamente, por alguna razón que desconocía no me atacaba simplemente se me quedó mirando fijamente al parecer esperando que yo fuera el siguiente paso.

-No veo maldad en él -murmuró con tristeza mi espada mientras yo me levantaba lentamente y la desenvainara lentamente-, solo es el señor del bosque que viene a ver qué ha pasado con su gente, me entristece todo lo que estamos haciendo.

-Lo se -confesé apesumbrado sin dejar de mirar a la enorme bestia con pena-, no es algo que me guste hacer, si hubiera otra posibilidad saldría de la Torre y los dejaría vivir su vida, pero de la destrucción de las Torres depende las vidas de muchísima gente, así que quiera o no quiera y aunque me duela tengo que destruir a este jabalí.

-Eres el primero de los "supuestos" héroes que han llegado hasta aquí que ha demostrado corazón -sonó una voz grave y cavernosa que provenía del jabalí-, aunque me temo que no estás preparado para saber toda la verdad acerca de las criaturas que moran en la Torre.

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MUCHAS GRACIAS A TODOS.
ACABO DE SUPERAR LAS DOS
MIL LECTURAS Y ESPERO QUE SEAN MUCHAS MAS.