EL ELEGIDO... O NO. (En Revisión)

Matriz de Matanza Maxima

Sólo tenía ganas de destruir cosas, sólo quería subir a la Torre y enfrentarme a cualquier cosa que el demonio hubiera querido poner en mi camino, cada vez me gustaba menos todo esto, por alguna razón no me gustaba abrir mi coraza, así que simplemente, con un gesto de enfado con la cabeza en dirección a Bowi, empecé a volar hacia ella sin fijarme si la muchacha me seguía o no.

Mientras subía, tenía los dientes apretados y notaba que las orejas me ardían, un síntoma claro de que estaba muy, pero que muy enfadado, no tenía ganas de nada, sólo quería estar solo, pero le había prometido a la muchacha que vendría conmigo así que, quisiera o no tenía que venir conmigo.

Mientras ascendía hacia la Torre me dí cuenta que la ciudad era inmensa con kilómetros y kilómetros de circunferencia con enormes edificios de más de cincuenta metros de altura todos pintados de azul celeste, un color que ahora mismo no me gustaba nada y enormes parques y jardines que, a pesar de que la ciudad estaba abandonada hacia más de tres mil años, parecía estar bien cuidados.

La Torre había sido edificada en pleno centro de la ciudad, en una plaza de casi un kilómetro cuadrado y mientras me acercaba hacia ella ví, o creí ver, algunas sombras que se movían entre los edificios, cosa que me escamo ya que, según Gloria, esa ciudad llevaba milenios vacía, pero de momento me era imposible investigarlo, lo más importante era destruir la Torre primero y después me ocuparía de la ciudad.

Desactivé el volar y di una vuelta alrededor de la Torre, está no era como las demás, las dos que había destruido con anterioridad eran negras y redondas, está en cambio era cuadrada y azul, para aparentar ser igual que el resto de la ciudad y mientras yo hacía eso Bowi entró en la Torre y me llamó.

Tan pronto entre yo comencé a caer a una velocidad muy rápida ya que de repente el suelo de la torre se había convertido en un cielo infinito tachonado con algunas pequeñas nubes tanto por encima como por debajo de mi y mientras me lanzaba un levitar me di cuenta que en toda la inmensidad del cielo solo había lo que parecía ser una pequeña plataforma de poco más de 100 metros cuadrados por encima de mi cabeza, así que nos dirigimos hacia ella, yo usando un volar y Bowi convertida en una enorme y majestuosa águila.

Al llegar allí vimos que era todo completamente blanco y liso menos un pequeño cuadrado azul que estaba en el mismo centro de la plataforma, a nuestro alrededor no se movía absolutamente nada y no veíamos tampoco a ninguna criatura, yo sabía que debía pisar la baldosa para que se activara la torre así que lentamente y después de lanzarme todos los hechizos defensivos que podía haber recordar la pise.

De repente en el cielo azul aparecieron dos enormes ojos completamente negros tanto en el iris como en la pupila que me miró fijamente y una voz que parecía provenir de todos lados a la vez se escuchó en el cielo.

-¡Saludos a mi Torre, héroe y bienvenido a .....

De repente la voz emudecio y los ojos se convirtieron en unos ojos grises normales.

-¿¡Eres de la Tierra!? ¡Hay más como yo en Thule!

Yo no sabía que decir así que simplemente asentí en silencio, pero había algo que no entendía.

-¿En qué año viniste? -Siguió preguntando él, al parecer en la Tierra solo habían pasado tres años entre su llegada y la mía y le expliqué la verdad, que había sido convocado por un mago elfo llamado Iskendar para evitar que se despertara y que había muerto asesinado por una elfa a la cual había convencido un aviano que trabajaba para él.

Sus carcajadas se escucharon por todo el cielo y luego me explicó que sus únicos seguidores estaban con él cuidando su cuerpo mientras dormía, el resto era gente que simplemente se estaban aprovechando de que el estaba durmiendo, intentándolo que cuando despertara no los matará, pero ni los elfos ni los avianos se iban a salvar de su venganza y con cada muerte aumentaría su fuerza.