LA TORRE 9 PARTE

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Las cosas había ido bien la primera vez, yo me plantaba entre las dos estatuas, ellas se activaban y me perseguían y mientras yo me colaba entre sus piernas y haciendo que chocaran entre ellas, mis constructors se ocupaban, con flechas y con relámpagos, de destruirlas y como además estaban mas allá de la linea dorada que había en el suelo, los golems gigantes de arenisca pasaban simplemente de ellos.
Después de destruirlos, me tomé mi tiempo para volver a recargar a los Alfiles y a, casi, morirme de la risa, cuando vi a la niña convertida en un golem de arenisca y chocar aposta con una Torre, cayendo al suelo panza arriba y hacer como ellos: intentar levantarse al estilo tortuga, cosa que no funciona nunca.
En el momento en el que recuperé toda mi magia decidí volver a hacer lo mismo, pero esta vez no funcionó ya que en el momento en el que nos estábamos enfrentando a dos golems, un figura que no había visto se levantó de lo que me había parecido, en un principio, un montón de cajas, pero resultó ser un trono antiguo y lo que se sentaba en él una momia de unos dos metros de altura levantando un cetro en forma de cayado, también llamado heka, y de él surgieron seis esferas blancas mas o menos del tamaño de la cabeza de un hombre y una completamente negra mucho mas grane de la cual surgían relámpagos oscuros.
Las seis esferas blancas se dirigieron hacia las cabezas de los golems que no se habían despertado, lo cual no presagiaba nada bueno, en cambio, la otra esfera se dirigió hacia nosotros a toda velocidad, vi, por el rabillo del ojo, que la momia del faraón se volvía a sentar como si nada, ya que solo un faraón puede portar un heka.
En el momento en el qué la esfera negra estaba llegando a nosotros, cambio de golpe de dirección y mientras contemplaba aconjonado que los seis golems restantes se levantaban y se dirigían lentamente hacia nosotros, la linea dorada que nos estaba protegiendo, desaparecía completamente sin que quedara señal alguna de que hubiera estado allí nunca. se acabó el farmear!
Mierda!!! Ahora si que estábamos en problemas, por suerte habíamos acabado con las dos primeras, pero las otras seis estaban llegando, saqué a los Caballos y les ordené que se ocuparan de uno de los golems, derribándolo en el suelo con sus armas y embestidas con los caballos, pero que estuvieran atento a los otros enemigos, Peones solo tenia quince y maldita sea mi sombra, solo hice veintiocho por lo del ajedrez: dieciséis Peones, cuatro Alfiles, cuatro Caballos y cuatro Torres, hubiera podido hacer cincuenta y me sobraba tiempo en el sótano, pero simplemente por imbécil ahora me veía en un marrón bien gordo, ya que los golems eran duros, mandé a los Peones a por tres de los golems, pero quedaban dos pululando por ahí, así que ordene a las Torres y a los Alfiles ir a por el otro, mientras to me ocupaba del que quedaba, pero o tenia cuidado o de mi quedaría poco.
A la niña le había dicho que no hiciera nada, que se quedara a un lado y le lancé una invisibilidad mejorada, eso la hacia invisible incluso a la percepción de los nomuertos, era indetectable de todas las formas.
Mientras me acercaba a mi adversario, sonreí mientras me lanzaba un AGRANDAR y mi tamaño aumentaba hasta los cinco metros y diez centímetros, saque la espada y la inmole, me lance un RAPIDEZ y una VISIÓN BORROSA, pero lo mejor era la espada, de tanto luchar contra mis constructors había adquirido la habilidad EXTERMINADORA DE CRIATURAS ARTIFICIALES, mientras corría hacia él miré el resto de combates y esbocé una media sonrisa, estábamos ganando, pero con algunas bajas, mas ahora no podía detenerme a apoyarles, mi adversario estaba ya a mi lado, le ataqué, pero pudo detener mi ataque con el escudo que, aunque no le causo apenas daños, lo empujo cinco metros hacia atrás, cosa que aproveché para lanzar una cadena de relámpagos que golpeó a uno de los golems que estaban atacando uno de los grupos de peones, uno en el que solo quedaban tres, pero me distraje demasiado y mi adversario me golpeó con su kopesh, lanzándome a mas de diez metros de distancia, golpeando contra la pared y cayendo al suelo con un fuerte gong, la armadura me había salvado de una muerte segura, pero estaba convencido de que, por lo menos, tenia varias costillas rotas y sentía en mi boca el sabor dulce del metal de mi propia sangre, mientras se acercaba hacia mi y yo me arrastraba hacia una columna, para intentar estar lejos de su alcance, vi una cosa que no me gusto absolutamente nada: el trono estaba vacío y la percepción de mi yelmo solo alcanzaba quince metros, así que podía estar en cualquier parte.
Mientras me arrastraba me lancé una REGENERACIÓN MAYOR, que hacia que yo recuperara toda la vida perdida en unos minutos mientras se cerraban las heridas y una RECONSTRUCCIÓN MAYOR DE HUESOS, lo cual dolía como si el mismo diablo te pisara, imaginad a los huesos moviéndose dentro de ti y colocándose es algo que no le deseo ni a mi peor enemigo, bueno, a lo mejor si.
Mientras daba vueltas como un idiota, recordé otra cosa que aun me hizo sentirme mas imbécil: las Torres y los Alfiles habían acabado con sus golems y ahí estaban sin hacer nada, al igual que los Caballos, mientras que los Peones estaban casi en las ultimas, así que ordené que destruyeran a los demás golems, menos a éste, esto era personal, pero por si acaso mandé a dos Alfiles que se colocaran cerca de mí por si aparecía la momia, pero los hice invisibles a todo y que no dispararan si yo no lo ordenaba.
Aunque sabia que seria inútil, mas allá de hacerle algo de daño y mas como una especie de tonta e infantil venganza personal, antes de levantarme, le envíe una TORMENTA DE RELÁMPAGOS a la entrepierna que, aunque como yo sabia, no le hizo mas daño que el rayo sobre la tierra.
El resto de combates habían terminado, pero de repente, el suelo tembló y una inmensa cantidad de esqueletos egipcios surgieron de las grietas atacando a mis constructors, mientras que mis Alfiles lanzaban relámpagos que daban al aire, pero sin dar al blanco que se movía invisible.
Decidí acabar rápido, así que colgué el escudo en mi espalda y deshaciendo el hechizo de AGRANDAR,  desenvaine la daga, después esperé a que él me atacara, cosa que hizo, haciendo un barrido lateral, lo esquivé y salte cogiéndome de su brazo para después, usarlo como columpio y aterrizar sobre su cabeza y cuando le iba a cercenar la cabeza con la daga, sentí la presencia de la momia flotando a unos diez metros de mi, notando como se preparaba a lanzar otra bola de energía oscura, esperé hasta el final, aguantando como pude los movimientos violentos del golem, el cual intentaba desesperadamente tirarme de su espalda, pero tenia la daga clavada y eso no se quitaba ni con aguarrás si yo no la desclavaba.
Tan pronto noté como había lanzado la bola, activé el escudo que llevaba en la espalda, cubriéndome completamente mientras que era el golem el que sufría el impacto de la bola de su señor, mientras el infierno se desarrollaba fuera, yo me lanzaba una PROTECCIÓN CONTRA LA OSCURIDAD así como una contra las  MALDICIONES  y otra contra las ENFERMEDADES, nunca se esta de mas contra estas criaturas, pero no debía confiarme, mi equipo me había salvado, así que aun me quedaba mucho por hacer, una vez saliera de allí, lo primero seria ver los libros de Iskendar, después de un baño muy muy, pero que muy largo.
La batalla seguía a mi alrededor y por suerte mis guerreros iban venciendo, creo que Balthazar no tuvo en cuenta esto cuando creó la TORRE, ya que los esqueletos eran de nivel 12 y mis constructors de 20, eran varios cientos, pero no lograban hacerles daño real, en ese momento y por ser un bocazas, uno de los Caballos cayo, al tropezar con los restos de un golem y no logro levantarse.
Mientras estaba protegido por la cúpula decidí acabar con el golem y mientras se desmoronaba, lancé un volar y me quedé mirando a la momia que levitaba invisible apenas a unos metros de mí, pero finji no verla y comencé a volar alrededor, esperando su próximo movimiento, debía ser un jaque mate, sin darle tiempo a reaccionar, pero a pesar de la tensión, no pude evitar sonreirme, era igual que Imhotep, pero la verdad es que yo no me veía como Rick O'Conell, yo era mas bien Ardeth Bay.
Vi a un grupo de peones en una esquina, aguantando como podían a casi un centenar de esqueletos así que concentrandome, sin darle la espalda a la momia que se acercaba lentamente, lancé un TELEQUINESIS con uno de los golems haciendo un Strike con los esqueletos, cosa que aprovecharon los constructors para acabar con los esqueletos antes de que pudieran levantarse para, luego, ir a ayudar al resto.
En ese momento, la momia me atacó, lanzando primero una  MALDICIÓN que fallo, por suerte para mi y luego, creyéndome debilitado, me atacó  con su cayado (heka) y su mayal (nekhakha), pero yo había retrocedido volando y antes de que llegara a mi, dos relámpagos surgieron del lugar donde estaban los Alfiles invisibles atravesándolo, haciéndolo caer al suelo con un golpe seco, dejándolo inmóvil.
Al verme acercarse pareció sonreír, cosa que me extrañó y mientras mi espada bajaba dijo algo que no pude comprender y tampoco quise.
"Gracias, nos veremos en la próxima reencarnación.

EL ELEGIDO... O NO.   (En Revisión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora