Cómo le explico....

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Había pasado más de una semana desde que el ejército de saulernarios había abandonado la ciudad y Drakkius me estaba acompañando junto al resto de mis compañeros, solo faltaban Skan y Gloria y no hacía falta decir a cual de los dos echaba más de menos.

La ciudad nos había organizado una gran fiesta para agradecernos el haberlos salvado y hasta Drakkius, que al principio había sido visto con cierta tirantez, había sido felicitado por muchos habitantes, cuando salimos, se estaban empezando a organizar milicias para que el gobernador no pudiera volver y todos los humanos que servían para el mago malvado habían sido detenidos y ajusticiados, respecto a los no-muertos habían sido destruido en cuanto en clérigo oscuro había muerto.

Íbamos de camino hacia la barrera y había decidido que, para economizar puntos de poder, utilizaría el VOLAR más lento que tenía, apenas unos doce kilómetros por hora, el gasto era apenas infimo, ya que apenas si gastaba diez puntos de poder a la hora y yo recuperaba cinco veces mas , pero como no tenía ni idea de lo que podría encontrarme una vez subiera hasta allí arriba, quería llegar con todos los puntos de poder disponibles, al menos, con todos los que fueran posibles.

La Torre se encontraba a unos seis kilómetros de altura y a unos doscientos kilómetros en diagonal desde donde me encontraba, solo suponía que estaba allí al unir en un mapa, líneas de las otras cinco Torres.

Había comprado algunas pociones para poder respirar con poco oxígeno, ya que debido a que estaba tan alta no sabía el nivel de aire respirable que podría encontrar allí arriba.

También había decidido cual era mi siguiente lista de hechizos y su hechizo más poderoso era de nivel cien, aunque solo podía utilizarlo, pero era algo que quería sí o sí.

Me acompañan todos, pero solo Bowi podía entrar conmigo en la Torre, en un primer momento me había negado de forma categorica a que ella entrará conmigo, pero me había dejado claro de que si no dejaba que me acompañara entraría antes que yo en la torre y me esperaría allí, ya que incluso podía adoptar una forma voladora más rápida que yo así que a regañadientes dejé que con era conmigo, aunque en mi interior estaba muy contento de que viniera conmigo ya que la segunda torre había notado la soledad a mi alrededor y la falta de alguien que hablara conmigo, aunque estaba pensando que si la muchacha podía adoptar cualquier forma que hubiera visto con anterioridad me daba miedo lo que hubiera podido ocurrir si hubiera podido adoptar la forma de Tifón.

Estabamos llegando ya a la barrera cuando vi una pequeña torre voladora de los avianos que se aproximaba hacia el grupo con mucha rapidez, la cual cuando apenas se encontraba a 500 metros de altura se detuvo encima de nosotros y vi lanzarse desde lo alto una pequeña figura humana que, extendiendo dos enormes alas de águila, empezó a planear gracilmente hacia nosotros.

A cada metro que se recortaba la distancia entre nosotros mi corazón palpitaba con fuerza y cada vez más rápido, ya había visto quién era la persona que se acercaba y mientras un sudor frío me bajaba por la espalda y las piernas me temblaban a la vez que una sonrisa de idiota aparecía en mi cara.

Gloria aterrizó apenas a tres metros de mi mientras plegaba sus alas a la espalda ignorando las caras de asombro del resto del grupo y sonrío tímidamente, para luego apartar la mirada, sonrojándose visiblemente, mientras yo esbozaba una enorme sonrisa y, acercándome a ella, le cogí las manos con suavidad mientras escuchaba como el resto del grupo se alejaba.

Gloria me miró con ojos temblorosos y brillantes, pero no soltó mis manos y volvió a sonreír, aunque me di cuenta de que ella sonreía, pero sus ojos estaban tristes.

-Gloria, sabes que yo...

La muchacha no me dejó continuar y puso su dedo índice sobre mis labios, que aproveche para besar.

-No hace falta que digas nada, nunca ha habido una mujer que no supiera lo que un hombre sentía por ella y, si fuera solo por mi, estaría más que dispuesto a seguirte hasta el fin del mundo si fuera necesarios, pero no soy solo yo, soy princesa de Andraste, la ciudad voladora más importante de los Avelion y desde que nací mi padre me prometió al príncipe heredero de otra ciudad voladora y, aunque me pese y me duela el corazón, me debo a mi padre y a mi reino y se que amándote traiciono a ambos, pero si no te amara traicionaria a mi corazón.

Yo no dije nada y la bese con todo el amor de mi corazón a sabiendas de que no podía durar más de lo que lo estaba haciendo, pero en ese momento no me importó, solo me importaba el aquí y el ahora, creí que ella se apartaría, pero no lo hizo, lo que hizo que mi corazón latiera más deprisa y al apartarme ví una lágrima surcaba su mejilla, pero no pude adivinar si era una cara de tristeza o de alegria.

-¿Hasta que llegue ese momento te quedarás conmigo? -sabia la respuesta antes incluso de que ella abriera la boca, pero nunca se está de más tener algo de esperanza, pero Gloria esbozó una sonrisa triste y negó con la cabeza.

-He venido por encargo de mi padre, él ni siquiera sabe que te conozco, no quiere nada que no tenga que ver con los avianos, pero es que mi pueblo sufrió muchas pérdidas durante la guerra contra Balthazar y se retiró a las pocas ciudades voladoras supervivientes, mi padre me ha dicho que informe al "héroe" -continuo ella con una sonrisa al decir con cierta forma lo de heroe-, que podrá contar con el apoyo de todos los avianos llegado el momento si decide que la última Torre que asalte sea la Torre que hay encima del reino de Balthazar

Yo veía como le brillaban los ojos cada vez que hablaba de su padre, pero había algo que no me cuadraba y miré a la torre voladora recordando algo que me había dicho el elfo.

-¿Hay más torres voladoras aparte de la que has usado tu?

Ella negó con la cabeza y me explicó que en la anterior guerra era algo muy común, pero que habían sido todas destruidas y que solo por un golpe de fortuna su padre había encontrado una que aún estaba en condiciones y a la que aún no se había realizado un contrato espiritual, así que solo podían ser utilizados por el rey y solo miembros de su propia familia.

Había otra cosa que no comprendía y se lo pregunté, el por qué las ciudades avianas flotaban en el cielo y me dijo que era diferente, ya que al ser tan grandes, como mínimo de unas de cincuenta mil personas, necesitaban que grupos de treinta personas, usarán su mente de manera conjunta para poder flotar en el aire y era una tarea muy cansada, de tal forma que se hacían turnos de seis horas e iban cambiando los grupos.

Eso solo hizo que me preguntara una cosa que ya se me había pasado por la cabeza, ¿si los avianos eran quiénes hacían flotar sus ciudades, como era posible que la ciudad voladora que controlaba Balthazar seguía flotando en el cielo, tenía que investigarlo, pero debía hacerlo sin levantar ningún tipo de sospechas, así que solo había una cosa que podía hacer de momento

-Dile a tu padre que acepto su ayuda y que de momento iremos a la Torre situada en el reino enano y que tan pronto vaya a atacar está lo avisaré.

Ella sonrío y mientras me besaba y desplegaba sus alas después de eso y volaba hacia la torre voladora sentí como algo se rompía en mi corazón.

Tan pronto perdí de vista a Gloria me gire hacia Bowi.

-Preparate, en cuanto lleguemos a la base de la barrera ascenderemos hasta ella.

La muchacha me miró sin comprender que había sucedido para que yo cambiará de opinión tan pronto, pero no me preguntó nada, aunque decidí contarles a todos lo que había sucedido, ante sus cara de asombro y de enfado, habían jugado con nosotros desde el principio, pero tenía una duda enorme.

¿Me puede explicar alguien, de forma que yo comprenda, como le explicas a la mujer a la que amas que su padre, al que claramente idolatra, que es un traidor a Thule y que trabaja para el demonio que antaño casi extermino a todo su pueblo?, siempre me consideré inteligente, pero esto me superaba

EL ELEGIDO... O NO.   (En Revisión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora