TRAMPAS DE BRONCE

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Muy despacio me adentré en el pasillo, pero cuando apenas llevaba dos metros en él, escuché un Click y rápidamente usé un SALTAR y retrocedi hasta el principio del pasillo.

De repente, un enorme bloque de bronce cayó de una abertura que se había abierto en el techo cubriendo cada centímetro por los lados son que hubiera sitio por dónde pasar, pero tan pronto había bajado tan pronto había subido, sin dejar marca alguna en el suelo ya que no se había llegado a estrellar, quedándose a unos pocos centímetros del suelo, pero en el techo tampoco había quedado señal alguna de que hubiera caído por ahí un enorme bloque de bronce.

Después de eso intenté pasar volando muy lentamente poniendo mucho cuidado para evitar tocar tanto las paredes como el techo o el suelo, pero al parecer, y en este momento me acordé de la familia de Balthazar, tenía algo parecido a un sensor de proximidad y tan pronto volví a pasar por el lugar por donde había caído el bloque de bronce, de nuevo volví a escuchar un click y tan rápidamente como pude regresé al principio para evitar ser aplastado.

Sinceramente no sabía qué hacer, si iba andando me aplastaría, si iba volando me aplastaría, el final del pasillo estaba a unos 100 metros de distancia, pero no podía arriesgarme a utilizar un SALTAR porque no sabía si al final del pasillo había trampas o no.

Me hubiera gustado que los drows con los que me había encontrado me hubieran explicado lo que hacía falta para pasar este pasillo, pero no, no podían decírmelo, tenían que hacerse los misteriosos conmigo y ahora estaba aquí atrapado y sin saber que hacer.

Más por aburrimiento y por pasar el tiempo que por otra cosa decidí investigar todos los hechizos con los que yo contaba y aunque no había ninguno que me daba la seguridad al 100% que yo fuera a salir de allí sin ningún golpe, había una combinación de interesante de hechizos que a lo mejor podían ayudar a salvarme.

Iba a combinar tres hechizos diferentes a la vez: una ACELERACIÓN, gracias a la cual, durante 10 segundos por nivel me movería a una velocidad 5 veces superior a la mía, pudiendo interrumpir el hechizo en el momento en el que yo quisiera, el único inconveniente es que después me movería a la mitad de mi velocidad tanto tiempo como el que había estado acelerado así que sí en el momento en el que yo me detenía era atacado, seguramente, sería derrotado ya que todo iría a la mitad: ataque, velocidad y esquivar, aunque no veía otra opción, ese iba a ser uno de los hechizos necesarios para atravesar este pasillo, solo esperaba que al final del pasillo no hubiera nadie esperándome o lo pasaría muy mal.

Los otros dos hechizos que iba a utilizar eran de una lista llamado CAMBIÓ VIVIENTE de la cual solamente había utilizado el hechizo de AGRANDAR para implantarlos en los constructors, pero ademas de ese hechizo también tenía uno de OIDO VERDADERO que aumentaba mi sentido del oído 20 veces más y VISIÓN VERDADERA qué hacía lo mismo, pero en mis ojos, eso me permitiría impresivo moviéndome a toda velocidad pudiendo esquivar las trampas que pudieran activarse.

Esperaba que con todo eso pusiera llegar al final del pasillo, pero como ya había dicho anteriormente no tenía ni idea de lo que estaba esperando allí, así que en la mano tenía uno de los constructors, esperaba no tener que activarlo porque sabía que si lo tenía que activar cuando me detubiera a descansar después de la aceleración, ese constructor de nivel 30 apenas iba a durar enfrente de los autómatas que yo pensaba habían en esta torre.

Tan pronto activé la aceleracion después de lanzar los otros dos hechizos primeros, el mundo parecía que iba más despacio y que no era yo el que iba más deprisa y mientras yo corría a toda velocidad hasta llegar al otro lado del pasillo, ví como el techo se abría viendo caer bloques de bronce y piedras gigantescas de granito además de círculos giratorios de metal que atravesaban el pasillo de un lado a otro y fosos llenos de extrañas criaturas de fuego y metal los cuales intentaban capturarme con unos tentáculos inmensos hechos de cadenas de metal mientras que de las paredes de los lados surgian flechas de todos los tamaños que cruzaban de un lado a otro mientras que yo saltaba, esquivaba y volaba, saltando hasta el techo y hasta corria por la pared y después caía de nuevo al suelo corriendo como nunca lo había hecho antes.

Al llegar al final del pasillo, en el cual se abrían dos corredores uno a la izquierda y otro derecha me di la vuelta, pero me quedé sorprendido al ver que el corredor estaba como al principio, limpio e impoluto como si no hubiera pasado nada, como todo lo que había sucedido había sido simple y llanamente un sueño o una pesadilla.

No veía diferencia entre un pasillo u otro, pero al final de uno de ellos se veía lo que parecía ser una habitación enorme y en medio de ella, un pequeño cuadrado de 50 centímetros de lado muy finamente delimitado, tan finamente que si no hubiera sido por la Visión Mejorada no lo hubiera visto, suponía, esperaba y casi casi hasta rezaba para que eso fuese una especie de lugar seguro para lo que fuera que se iba a desencadenar en cuanto llegase hasta la habitación, en cuanto al otro corredor, parecía que llegaba a otra encrucijada así que decidí, una vez descansara iría hasta allí.

Tenía yo razón y el infierno se desató en el momento en el que entre allí, parecía como si en infierno se hubiera abierto y enormes columnas de fuego surgieron de cada centímetro del suelo y del techo, además de bloques de bronce y piedra, flechas y círculos mortales de metal, pero como yo había pensado, por donde yo estaba no paso nada, pero sabía de qué si no hubiera estado en ese cuadrado no hubiera salido vivo de allí y por enésima vez pensé como demonios habían conseguido destruir la Torre los drows.

Descubrí que de esa habitación salían tres pasillos más, así que mi única opción era repetir una y otra vez lo mismo hasta encontrar algo diferente y así fue: cuando llevaba horas allí dentro y me había perdido más de una vez, desemboque en una habitación gigantesca del tamaño de un campo de fútbol y cuyo techo estaba a más de cien metros de altura y justo en medio del campo había una enorme estatua de bronce de más de treinta metros de altura con un yelmo estilo espartano y una lanza de su tamaño, hilos verdes del tamaño de mi brazo surcaban su cuerpo como si fueran venas, pero yo sabía cuál era la que debía buscar, sabia cuál era su punto débil, pero también sabía que no sería fácil alcanzarlo.

Me dí cuenta de que la habitación parecía estar delimitada por una delgada línea de bronce y me daba la sensación de que la estatua no se movería hasta que yo entrara así que decidí descansar para recuperar toda la magia que había gastado en los pasillos, aunque la verdad es que iba a necesitar algo más que magia para vencer a una criatura como esa.

Tan pronto entré en el campo de batalla y sin moverse de su sitio, Talos me arrojó la lanza que esquivé más por suerte que por otra cosa y observé sorprendido que de su muñeca salió una cadena que estaba enganchada a la lanza y antes de que yo pudiera hacer nada dio un tiro fuerte y lanza volvió a su mano mientras que la cadena se volvía a esconde en la muñeca como si fuera un pescador recogiendo el sedal de su caña de pescar.

Me acerque a él lo más rápidamente que pude, pero sin utilizar ningún hechizo, quería comprobar sus habilidades y que era lo que sabía hacer antes de gastar magia y aunque tenía muchos puntos de magia: cerca de 500, no quería desaprovecharlos, habían cosas que quería comprobar, pero ya me había dado cuenta de que aunque la velocidad de sus ataques era muy elevada, él moviéndose era algo más lento, así que aún tendría alguna posibilidad en vencerle, pero no quería adelantarme demasiado porque sabía que un lanzazo o una patada suya simple y llanamente acabarían con mi vida.

Intenté MIRARLO, pero lo único que pude saber de él era el nombre TALOS y el nivel: nivel 60, el resto de cosas estaban en interrogante, al parecer mi habilidad de VER no tan buena como yo pensaba.

Pero lo que sí me di cuenta mientras daba vueltas alrededor de él esquivando sus ataques y buscando la oportunidad para arrancar el clavo era que todo el campo de batalla estaba lleno de esqueletos humanos o más bien esqueletos de drows y no me hacía maldita la gracia ser uno de ellos

Yo ya sabía que él sería incansable y aunque mi aguante era superior al ser humano normal, si no acababa pronto con él el que iba a sufrir las consecuencias era yo, solo necesitaba encontrar una oportunidad de golpear el clavo que ví en su talón izquierdo quitando la vena y de esa forma por ahí saldría en aceite que hacía que se moviera su máquinaria interna, su sangre por así decirlo.

EL ELEGIDO... O NO.   (En Revisión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora