Camino a la 2 TORRE

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La verdad es que de haber sabido todo lo se que me venia encima no se me hubiera ocurrido ni borracho, y no bebo, dejar que la diablesa se uniera a nosotros, todo iba perfectamente y me iba acercando a Gloria, despacio, ya que era un paladín y detectaba las mentiras a leguas y cuando parecía que iba a conseguir algo con ella apareció y se lió la gorda.

Me costo dios y ayuda conseguir que Jesnnae no matara a la paladin y al resto del grupo, ya que, aunque todos eran nivel 20, la diablesa los hubiera derrotado a todos y sin despeinarse, pero al final y después de conseguir que Gloria no me hablara y el resto de sus compañeros me mirara mal, conseguí convencerles para queme acompañaran en dirección a otra TORRE, pero la mas cercana estaba a tres meses de camino, asi que mi intención era ir destruyendolas poco a poco, el destruir a una nos habia dado un año mas de tiempo, pero si era cierto debía hacerme mucho mas fuerte de lo que era y encima no tenía tiempo para construir mas soldados, solo me quedaban las torres y los alfiles y para acabar de matarme, no podía meterme en el sótano, ya que solo se podía utilizar cuando hubiera pasado un año desde la última vez que hubiera salido de él, asi que estaba cada vez peor y si era cierto todo lo que me habia estado contado Jesnnae en breve vendrian a buscarme los demonios de Balthazar, ya que ellos si podian salir de la barrera ya que esta estaba construido solo para impedir que la gente entrara dentro y descubrieran lo que alli habia dentr, aunque ella no me quiso explicar nado o a lo mejor no podia, ya queme explicó que se habia quedado fuera cuado se creo la barrera y si eso fuera cierto tenia mas detres mil años, aunque debia confesar que para ser una abuelita no estaba mal, asi que evitando que la gente se matara entre ellos ayudado por Skan, el cual habia subido a nivel 25, nos dirigimos en direccion a la ciudad del descendiente del escoces, donde, segun me habia explicado, habian objetos que me podrian ayudar en la lucha con el demonio.

Lo unico bueno de todo esto era que Bowi había crecido mucho en estos dos meses y ahora aparentaba sobre unos quince años, así que si no me equivocaba, crecía un año a la semana, que era lo que ella me había explicado y ya había comenzado a entrenarse en combate cuerpo a cuerpo tanto al estilo con dos armas y con espada y escudo y con arcos, pero eso no era su fuerte.
Su especial habilidad como Dopleganger era simplemente espectacular, ya había llegado al nivel 20 y todo gracias a que habíamos formado un grupo y parte de la experiencia se la llevaba ella y claro, al ser de nivel más bajo, subía más rápido de nivel.
Su habilidad le permitía tomar cualquier forma a la que hubiera matado, así que, aunque no era de tamaño normal, su Hidra ya daba miedo al igual que el caballero tumulario o incluso el minotauro y como cuando se convertía lo hacía con equipo diferente cada vez, de forma que al volver a transformarse tenía el equipo de la nueva forma, me había gastado una pequeña fortuna en equipamiento para ella, más bien me había gastado un mes entero de la paga del gnomo en ella.

Pero había una cosa que no podíamos comprender y era lo de la sexta Torre, en los mapas solo existían cinco y las historias de las razas solo hablaban de cinco, repartidas por todo el mundo, al principio no le habíamos creído, pero Gloria había admitido, aunque a regañadientes, que Jesnnae no estaba mintiendo, asi que nuestro problema era que, aunque destruyéramos todas las TORRES, solo retrasaríamos un poco el tiempo la resurrección de Balthazar, pero si encontrábamos y destruíamos la que quedaría acabaríamos con él, la cuestión era que no sabíamos donde podría estar, pero no podía ser dentro del escudo de fuerza o eso esperaba, mas de ser asi solo podia ser en dos posibles sitios, o debajo de la región demoniaca para lo cual debería buscarla bajo tierra y si he de decir la verdad era algo que no me gustaba absolutamente nada de nada o la otra opción era buscarla por encima de la región demoniaca y esa aun me gustaba nada, ya que la única opción seguramente era en una fortaleza del tipo que usaban los avianos, pero Gloria me había explicado que hacer volar las ciudades-fortaleza era algo muy complicado, ya que se necesitaban una serie de materiales especiales que solo se podían encontrar en una serie de colinas situadas a tal altura que solo se podían llegar a utilizando esos mismos castillos.

Asi que la vida no podia ser mas tranquila e idílica mientras nos dirigíamos hacia la siguiente Torre, por un lado la paladín y la diablesa peleándose a cada momento y encima la incertidumbre de la búsqueda de la Torre perdida, al igual que mis pensamientos cuando escuchamos unos gritos que venían de un lado del camino más allá de una pequeña colina y unos fuertes golpes provenientes del mismo lado.

Tan pronto llegamos vimos a un grupo de unos diez hombres a caballo, que portaban una cota de mallas, espada y escudo rodeando a una joven, impidiendo la huir y a uno de ellos a pie, portando una librea que estaba azotando con un azote de púas la espalda de un hombre hecho un ovillo en el suelo protegiéndose la cabeza con los brazos y todo lleno de sangre gritando con todas sus fuerzas, además de esos había otro más atrás, que también portaba una librea como el otro, pero simplemente parecía estar mirando

El hombre del látigo dió un salto y casi soltó su arma cuando una flecha se clavó apenas a un centímetro de su mano y yo miré de forma reprobada.
-¿ Me puedes explicar cómo has fallado? -pregunté mientras cargaba mi arco y clavaba su mano al látigo haciéndole gritar de dolor, al igual que el hombre al que estaba azotando -eso deberías haber hecho desde el principio.

Los diez hombres a caballo giraron en nuestra dirección pretendiendo, al parecer, enfrentarse a nosotros, pero en cuanto todos empujamos las armas y Bowi se transformó en el minotauro se escuchó un silbido del hombre de la colina y estos se detuvieron.

El jinete se acercó a nosotros lentamente mientras que los soldados levantaban al herido del suelo y le arrancaron sin miramientos la flecha de la mano después de partir el asta, él cual se desmayo debido al dolor.
-Lamento que hallais tenido que ver esto, pero esta pareja son un par de prófugos de mi señor, el caballero de Anglais, son sus sirvientes que han huido al no querer cumplir con las órdenes dadas por nuestro señor, el regente Belasco, respecto al derecho de pernada y la primera noche de bodas, así que os agradecería que, siguiendo sus santas palabras siguieras vuestro camino y dejais que nos llevemos a estos fugados.

Mientras decía eso, los soldados se acercaban a la pareja y mientras la muchacha nos miraba con gesto suplicante, pude ver cómo Gloria apretaba la empuñadura de su espada con furia.

-¿ Y que autoridad es la que os da el poder para hacer esas cosas? -pregunté mientras el grupo se acercaba a los soldados que no parecían atemorizados en demasía, pero más que nada por qué no sabían a qué se enfrentaban ya que el nivel medio de ellos era de ocho y el de mi grupo, sin contar a la diablesa y a mi, superaba con facilidad el nivel quince así que los soldados no tenían ni media posibilidad.

-Por la autoridad de conquista, pues hace ochenta años este país fue derrotado por el ejército de nuestro señor, Belasco y desde entonces es él el que gobierna en este país y el que decide las leyes, así que os aconsejo que os alejeis de aquí si no queréis tener problemas, aunque no tendría por qué datos ninguna explicación, ¡Largaos!

Tan pronto acabó de hablar su cabeza fue atravesada por dos flechas mientras que un hacha y un montón de piedras se le clavaban en el pecho además de qué un gigante y un minotauro le arrojaban un par de hachas gigantes a la vez que todos recibían un hechizo que potenciaban los ataques de todos.

La diablesa simplemente sonrió y se apartó a un lado mientras los soldados cargaban contra nosotros, pero no tenían ni la más mínima oportunidad y fueron rapidamente derrotados, pero yo no formé parte de la batalla, había prometido no matar a ningún ganó y aunque ciertamente estos se lo merecían, aún me costaba hacerlo.
Después de enterrarlos mediante un hechizo de corrimiento de tierra del druida, decidimos acompañar a la pareja de vuelta a su casa, la cara de todos lo decía claro: al señor Anglais se le había acabado el tiempo de gobernar.

EL ELEGIDO... O NO.   (En Revisión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora