TALOS

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Me lancé sobre él tan pronto recogió la lanza intentando evitar que la volviera a atacarme con ella, pero era extremadamente rápido y la arrojó sobre mí antes de que pudiera avanzar dos pasos.

Usé un SALTAR a un lado, apenas de cinco metros, esquivando el ataque por pocos centimetros queriendo lo atacar tan pronto lo hiciera él, que hizo un agujero de más de dos metros de profundidad en el suelo, incrustados la punta en él, pero al recogerla, giró la muñeca, haciendo que la lanza me golpeara, aunque fue con el astil de su arma, lo que me arrojó a más de veinte metros de distancia, aunque pude usar un CAER para amortiguar el golpe, pero sabía que si me hubiera dado con la hoja de la lanza me hubiera partido por la mitad.

Me volvió a atacar, pero esta vez lo esperé y salté en la lanza afianzandome con fuerza mientras volvía a recoger la cadena dentro de la muñeca mientras que yo inmolaba a EJ en electricidad, preparándome para atacarlo.

Él intentó atraparme con su otra mano, pero salté sobre su cabeza y mientras TALOS se daba la vuelta intentando cogerme, yo aproveché para lanzarme una CAÍDA DE PLUMA y mientras lo hacía, yo iba segando todas las tuberías que encontraba en mi descenso, sabía que no le haría mucho daño, pero al menos creía que lo podría ralentizar un poco.

TALOS se pegaba golpes a sí mismo que resonaban como un gong y pegaba pisotones en el suelo que me hacia temblar intentando aplastarme como si yo fuera un mosquito mientras que yo esquivaba a duras penas intentando golpear en el clavo, para destruirlo y seguir subiendo en la Torre, aún estaba en el piso doce y ni podía ni imaginar que más criaturas podrían haber en esta maldita Torre.

Me abalance sobre el clavo del tobillo empuñando con fuerza a EJ que gritaba con furia y lo golpeé con todas las fuerzas posibles, pero el espadazo rebotó inofensivamente sobre él, haciéndome rebotar y antes de que yo pudiera reaccionar, me dió una patada que me lanzó volando a más de diez metros de distancia y mientras yo estaba aún en el aire sin poder activar ningún hechizo, me atacó con la lanza, haciéndole una hendidura profunda a la armadura, apenas un roce, pero más que suficiente para que su ataque me abriera el pecho y cortara algunas costillas, pero por suerte no tocó ningún órgano vital y mientras yo me estrellaba, él volvía a recoger la lanza de vuelta a su mano gracias a la cadena.

Aguantando el dolor y viendo como la sangre fluía sin parar por el corte de la armadura, usé un SALTAR para alejarme de él lo más posible para luego utilizar una REGENERACIÓN VERDADERA, lo que hacía que en veinte segundos todo mi cuerpo volviera a estar como nuevo, eso sí, debía estar los veinte segundos completamente quieto y sin moverme, si por alguna razón me movía aunque fuera un centímetro todo lo que se había cerrado y curado se volvería a abrir de golpe, era muy arriesgado, pero no tenía otra opción para sobrevivir.

Mientras se cerraba la herida iba contando los segundos mientras observaba como Talos se acercaba hacia mí y, aunque sabía que tal cosa era imposible, parecía sonreír.

Ej mientras tanto no dejaba de murmurar que era inútil, que era una espada vieja y que no servía para nada, que debería abandonarlo en cualquier sitio y buscarme otra mejor.

A mí me hubiera gustado darle ánimos y decirle que no pasaba nada, pero no podía ni abrir la boca para respirar aún menos para hablar.

Más tarde debería arreglar la armadura, pero para eso debía quitarmela y utilizar una MANIPULACIÓN DEL METAL VERDADERA, el hechizo que utilizaba a la hora de construir mis constructors, pero ahora mismo me era imposible.

En el instante que la lanza iba a golpearme de nuevo, usé un SALTAR hacia arriba, apenas unos quince metros y luego desencadene todo el poder del escudo descargando TORMENTA tras TORMENTA sobre él, no sabía el daño que podría hacerle, pero esperaba que al ser de bronce no fuera poco debido a la conductividad de ese metal y después de CAER, usé un CORRER para que no pudiera atraparme y corté el clavo con la daga de la elfa, la verdad es que quería clavarsela en un ojo a esa perra traidora, pero de momento me daba muy buen servicio.

El autómata gigante se quedó paralizado sin moverse mientras que el liquido salía del tubo cortado a golpes como si un corazón mecánico latiera en su pecho hasta que, poco a poco, comenzó a desmoronarse trozo a trozo y miembro a miembro mientras que un portal luminoso surgía de entre sus pies.

Yo no sabía cuánto tiempo estaría el portal activo, pero cómo había espacio más que suficiente para ello, CONSTRUÍ la casa y a toda prisa, metí dentro de ella tantos trozos del autómata como pude, en una habitación que originariamente iba a ser la sala del consejo para mí grupo, pero al final no pudo ser y en el momento que ví que estaba parpadeando, DERRUI la casas toda prisa y entré en el portal, no sabía cuánto Bronce había recogido, pero estaba seguro que varias toneladas seguro.

Los siguientes tres pisos fueron más sencillos, ya que los tres eran pisos que estaban llenos de agua, así que en cuanto entré en ellos me dió igual si habían sirenas, hipocampos o algo más grande, cómo lo fueron los tres enemigos finales, un cangrejo gigante cuyo nombre era Cancelos que era un cangrejo que ayudo a la Hidra de Lerma contra Heracles y cuando murió Hera lo convirtió en la constelación de Cáncer, el siguiente fue el Kraken, un pulpo gigante de un tamaño que desafiaba los límites en cuyos ojos brillaba una inteligencia sobrenatural y en él y la tercera criatura eran en realidad una amalgama de varias: el Leviatán, ya que su parte inferior era la de un cangrejo inmenso, luego un torso humano, pero además de sus brazos normales, ocho tentáculos enormes surgían de su espalda y en su cabeza humana una boca parecida a los de un tiburón se unían a una docena de ojos completamente negros, pero fueron fáciles de vencer ya que sabía que su debilidad era mi mayor fuerza y decidí usar mis puntos en un solo RELÁMPAGO, un simple hechizo que solo gastaba diez puntos de magia, pero que por cada diez puntos adicionales se multiplicaba por uno, así si gastaba veinte era un X2, si gastaba treinta un X3 y así sucesivamente, así que decidí gastar mis mil puntos de magia en un solo ataque, eso era un X100 al daño producido por un solo relampago y debido a que el agua era un gran conductor de la electricidad en breve comenzaron a subir a la superficie los restos de todas las criaturas que me hubieran esperado si hubiera entrado en el agua, cosa que no pensaba hacer, ya qué, aunque podía nadar y podía soportar el frío no podía bucear ni tenía forma de aguantar la respiración, así que cuando aparecieron los portales cuando los jefes murieron y subieron a la superficie decidí ir volando.

El siguiente piso ya fue en la superficie y sus pobladores eran telquines: mitad peces mitad hombres con cara de perro, poderosos guerreros y magos, pero no eran tan poderosos como yo, ya que la mayoría solo eran de nivel 30 e incluso su líder era solo de nivel 50, en cambio yo casi era de nivel 60 y lo más sorprendente era que me había salido un mensaje diciendo que a partir de nivel 50 podría tener una lista adicional cada diez niveles, pero como estaba en una Torre perdida en ninguna parte no podía aprender ninguna, pero tenía una ya pendiente.

En los siguientes volvieron los sátiros, centauros, jabalíes y toros de bronce y demás gente del bosque, al parecer a Balthazar ya se le había acabado la imaginación y volvía a lo de siempre, en cuanto a los jefes, volví a ver a Medusa, pero yo la Vi antes que ella a mi, otro de los enemigos resultó ser un dragón de cien cabezas llamado Ladon.

Y también un gigantesco Titan, además de unos extraños seres parecidos a espectros negros, pero de un tamaño mayor, hechiceros oscuros que usaban magia negra, pero no recordaba que eran, solo recordaba algo parecido en un viejo juego llamado Titan Quest, que había jugado en mi juventud.

Después de eso había llegado al último piso, cuyo portal daba a una enorme plaza en la ciudadela abandonada, la verdad era que no me apetecia entrar, yo ya era nivel 60, pero aún temía a las manticoras y no tenía ni la menor idea de cuál iba a ser mi enemigo final, pero seguro de que no sería un adversario fácil de vencer, aunque la verdad era que solo quería salir de la Torre y buscar a mis amigos, si es que ellos me consideraban sus amigos.

EL ELEGIDO... O NO.   (En Revisión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora