Spoiler

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Dedicado a #Nahopoyer

De repente, Bowi se sentó en el suelo asustada y aturdida.

-¿Que ocurre? -pregunté mientras ayudaba a qué la muchacha se levantará.

-Intenté absorver su forma, pero antes de conseguirlo una voz grave me habló en la mente y me dijo que si lo intentaba moriría, aunque no me lo dijo como una amenaza, si no más bien con una voz cargada de pena y melancolía.

Yo miré al Leviatán mientras daba vueltas lentamente alrededor de la plataforma sin saber cómo poder vencerlo, en el Silmarillion lo habían vencido un elfo con un barco volador y una estrella que lo ayudaba y yo no tenía nada de eso, lo había MIRADO y no había visto ninguno de sus atributos, solo, y eso me había permitido respirar con algo de tranquilidad, había podido comprobar que era nivel 100.

Estuve observándolo durante más de diez minutos pero no hizo ninguna intención de acercarse a nosotros al parecer mientras estuviéramos todavía en la plataforma pero estaba convencido en la cosa cambiaría en el momento que saliéramos de ella la cuestión es que necesitábamos una criatura que fuera lo suficientemente rápida y ágil para poder enfrentarse a él ya que aunque el tamaño de su cuerpo era masivo su velocidad era más lenta de lo normal se lo comenté a Bowi y ella me dijo que tenía la criatura perfecta para ello aunque me pidió que me diera la vuelta ya que no le agradaba que nadie la viera mientras se transformaba en otra criatura.

Después de unos minutos sonó una voz en mi mente diciendo que ya me podía dar la vuelta y hacerlo mi sonrisa me llegó de oreja a oreja ya que frente a mí estaba mi criatura fantástica favorita, no era un mísero pegaso ni siquiera un kilin, un grifo o la mezcla de ambos: un hipogrifo. Frente a mí se alzaba una criatura de unos 10 metros de longitud y unos 20 metros de envergadura alar, cuyas alas largas y estrechas eran similares a las de un murciélago, dos poderosas patas traseras lo sostenían, pero sus patas delanteras eran las que se habían convertido en alas, un cuello largo y estrecho acabada en una poderosa cabeza de dragón llena de innumerables dientes mientras que su cola también larga y delicada acababa en un poderoso espolón, el cual rezumaba veneno: frente a mí habia un wyvern.

Sin dejar de sonreír me dí la vuelta y miré al Leviatán y me dí cuenta de que no se acercaba a la plataforma, aunque paso apenas a dos metros de ella y sentí lo mismo que debió sentir el jefe Brodi a bordo del Orca.

-¡Bowi, pase lo que pase, no podemos perder de vista la plataforma o nunca saldremos de aquí y acabaremos muertos!.

Después de eso, me arrojé de la plataforma y me dejé caer en la inmensidad del infinito a sabiendas de lo que iba a pasar.

El wivern pasó por debajo de mi y mientras yo me lanzaba un CAER, cayendo en su lomo como si montara a caballo.

Sobrevolamos el dragón a toda velocidad y me di cuenta de la inmensidad de su tamaño, sus escamas tenían tal grosor que sabía que cualquiera de mis ataques serían completamente inútiles, así que seguimos sobrevolandolo para ver cómo podíamos vencerlo y salir de esta torre.

Me di cuenta de que tenía unas enormes heridas, de más de diez metros de longitud y un par de metros de profundidad, no parecían graves, pero eso no era importante, no sabía dónde se las había hecho, pero me había dado una idea.

De repente su cola se movió como un látigo, lanzando un ataque a una velocidad que no esperaba, pero Bowi en barrena y haciendo dos loopings consiguió evitarlo aunque a dudas penas de tal forma que el vendaval que había creado por el movimiento de su cola nos envió dando vueltas de campana, sinceramente no sabía qué hacer para derrotarlo, pero tenía una idea.

Le dije a Bowi que pasará por delante de él para comprobar si tenía alguna arma de aliento, pero Ancalagon abrió la boca y comenzó a aspirarnos y por mucha fuerza que hiciera Bowi era imposible escaparnos, en ese momento me gire y le lancé una tormenta de relámpagos que, aunque no le hizo mucho daño, fue más que suficiente para que cerrara la boca, pero me dió una idea y le pedí a la muchacha que pasará a toda velocidad por debajo del Leviatán por delante de él, pero no muy rápido de forma que nos siguiera y en el momento que abrió la boca, fui lanzando todos los constructors, que al ser de poco más de veinte centímetros no los veía caer y luego lancé otra tormenta de relámpagos y cuando cerró la boca los activé ordenando que los atacaran desde dentro.

EL ELEGIDO... O NO.   (En Revisión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora