LA PRIMERA ANIMAGA

93 18 0
                                    

Llegamos a media tarde al pueblo y vi la TORRE mas allá del pueblo, pero antes de ir hacia allí tenia cosas que hacer y me dirigí hacia la posada, donde suponía que Brian estaría aun, ya que apenas había pasado un mes desde que Skan y yo habíamos estado allí.
Con cuidado desperté a la niña y la deje en el suelo, me miro con una sonrisa inocente y me dijo que tenia un poco de hambre.
Entramos en la posada y como suponía el posadero era el mismo, que salió a abrazarme y me volvió  a dar las gracias por salvarlos.
Yo simplemente le dije que hice lo que tenia que hacer.
Le estaba explicando que esta vez venia por la TORRE cuando Bowi se acercó a mi y miro al posadero algo asustada ya que, al parecer, el posadero había estado preparando la cena y tenia el delantal manchado de sangre.

-¿Quien es esta preciosidad? -preguntó Brian agachándose para mirarla, pero de repente la niña se coloco detrás de mi y transformándose en un gato comenzó a bufarle, lo que hizo que el hombre se asustara y la señalara con el dedo.

-¡Eso es un doplegan... murmuró asustado, pero yo no le deje acabar.

-Eso que tu dices -comence mientras recogía al gato y lo acariciaba con suavidad-, es una niña elfa con la habilidad de cambiar a una forma animal, de donde yo vengo no es muy habitual, pero hay algunos casos. se llama animago y puede convertirse en animales muy grandes y feroces.

El posadero no estaba muy tranquilo a pesar de mi explicación y menos mal que no podia leer mi mente, ya que no era cierto nada de lo que le había contado, solo conocía los animagos de ciertos libros y peliculas de una mago cuyos padres mato el que no debe ser nombrado, pero mi comentario despertó la curiosidad de Bowi que bajo de un salto de mis brazos y se planto de mi con una mirada brillante.

-¿Soy una animaga? ¿En que animal me puedo convertir?

Mire a mi alrededor y vi que todos estaban esperando, haber como salía del lio en el que me había metido e incluso Gloria se tapaba la sonrisa con una de sus manos.

-¿Sabes que en este mundo hay gente mala, ¿Verdad Bowi? -la niña solo asintió en silencio mientras yo seguia hablando-. Pues los animagos se pueden convertir en criaturas grandes, feroces y valientes para ayudar a la gente que no se puede defender por si mismos, eso es lo que hacen los animagos.

-¿Me podre transformar en un dragón? -pregunto emocionada-, los dragones son grandes y fuertes.

-En un dragón no lo se, pero el animago que yo conozco se podia transformar en un gato como tu, pero grande, mas alto que yo y mas grande que Skan, con grandes colmillos mas grandes que tus brazos y muy, pero que muy, fuerte.

-¡Eso es un Smilodon! -exclamo la niña emocionada-, ¡quiero convertirme en uno de esos, quiero ser fuerte para proteger a la gente buena de la gente mala.

-Para eso -comencé yo acariciándole la cabeza-, debes comer y crecer, hacerte mas mayor y portarte bien.

¡Si! -exclamo la niña alzando los brazos y mirándome fijamente-, tengo hambre

-Siempre tienes hambre, pero seguro que este señor tan amable tendra algo de fruta y zumo para esta niña tan bonita, ¿a que si? -añadí mirando a Brian que sin decir nada entro en la cocina y saco frutas y un poco de zumo de algo que me pareció manzana.

Mientras la niña desayunaba le explique lo que necesitaba: un terreno vacío, de unos 20 x 15 metros y alquilarle una carreta para que alguien fuera a recoger unos muebles que habían a un par de horas del pueblo, me miro extrañado, pero le explique solo que me los habían mandado mediante teletransportacion ya que eran de una herencia, no pregunto mas y yo no le explique.

Cuando la niña acabó fuimos a ver el solar que le había pedido y al llegar allí, les pedi que se apartaran y CONSTRUÍ la casa y después de explicarles a todos lo que era, les invité a entrar y mientras se ponían cómodos y lo miraban todo, me guarde la llave del sótano en un bolsillo y después fui a una habitación secreta en la que solo podia entrar yo, en la que había una enorme gema multicolor del tamaño de mi puño, que era el que controlaba la casa, algo asi como una gema de mazmorra, pero creada única y exclusivamente para controlar esta casa y hacer la estancia en ella mas llevadera, a la que di la orden de que solo estas personas podían entrar si no estaba yo con ellos, si ellos venían con alguien mas no podían entrar y tampoco podían sacar nada de lo que hubiera dentro, que en breve traerían mas muebles y esos tampoco podían salir de aquí una vez dentro.

Después les expliqué a ellos lo que esta cara era sin comentar lo de la gema, pero si lo de la restricción de entrada y que se asegurasen de que todos los muebles de Iskendar los metieran aquí dentro, asimismo saque la barbacoa y se la deje en la cocina, le pedi a Gloria la tienda de campaña pequeña y mientras ella sacaba sus cosas yo, fuera de la casa, sacaba las mías de la tienda de campaña grande, mientras en todo momento la niña no dejaba de mirarme fijamente, sin perder de vista ninguno de mis movimientos.

-¿Si tu entras en la TORRE que hacemos nosotros mientras? -preguntó Skan mientras que el resto cabeceaba afirmativamente.

-Haceros mas fuertes, cuando me seguisteis, sabíais que yo iba a entrar aquí, pero no os dije por que y creo que eso os lo debo, lo que dicen de que la barrera del pais demoniaco impiden a los demonios entrar es mentira, si fuera cierto las sombras no se llevarían agente -añadí mirando al enano que me miro fijamente-, es todo lo contrario, esa barrera impide que la gente entre a destruir a los ejércitos que sobrevivieron de la batalla contra Balthazar, dentro de unos tres años, ese ser, el demonio que casi destruye Thule volverá a la vida y la única opción de acabar con él es destruir las TORRES.

Vi que todos me miraban sin creérselo del todo, pero saqué la carta que me había escrito Iskendar y se la pasé para que se la leyeran y vi como sus caras pasaban de la incredulidad al miedo.

-¿Y que podemos hacer? -preguntó Bronkar apretando fuertemente su arma, era el único que no reflejaba miedo si no solo una fuerte determinación.

-Lo que ya os he dicho, haceros mas fuerte, salid de aquí y ir a recorrer el bosque y acabad con toda alimaña viviente.

-¿Y el sótano? -pregunto Skan mirando la puerta.

"Mierda" -pense-, "tenia que haberle dicho que no dijera nada.

-Eso es imposible, solo podemos usarlo una vez al año -negue con la cabeza.

-Si lo se -rebatió el muchacho-, tu y yo no podemos, pero ellos si que pueden, además les vendria muy bien.

-¿Que es eso del sótano? -preguntó Gloria mientras el resto nos miraba sin comprender.

Después de explicárselo todo y ver sus caras de asombro, salimos fuera después de darle la llave a la aviana y tras pasar por la tienda a por comida seca y algo de fruta me dirigí hacia la TORRE seguido en todo momento por la niña elfa y el resto del grupo, una vez allí miré a la niña y esbocé una sonrisa triste.

-Bowi, ahora tengo que entrar allí, allí vive gente mala que por la noche sale ha hacer sufrir a la gente buena y tengo que ir para que no haga mas daño.

La niña me miró haciendo sus ojos un poco mas grandes, lo que me recordó a cierto gato con espada y botas.

-¿Tu también te vas? -no hace falta decir que se me puso la piel de gallina-, ¿que no quieres cuidar de Bowi? Dijiste que no me ibas a dejar sola y que me ibas a proteger.

-Se lo que te dije, pequeña, -dije cogiéndola en brazos y acariciando su pelo pero entrar ahí es muy peligroso para una niña pequeña, es mejor que te quedes con Gloria y asi te harás mas fuerte con ella y la próxima vez que entre a otra TORRE tu vendrás conmigo, ¿vale? 

Ella me miró con los ojos llorosos y no supe que decir mientras la dejaba en el suelo mientras que la paladín se acercaba a ella también con los ojos rojos, pero de repente la niña comenzó a correr y antes de que nadie pudiera detenerla se metió en la TORRE.

Después de unos segundos angustiosos, la niña saco su cabeza por la puerta la cual no se había cerrado, ya que al parecer no la reconocía como humana ya que como Brian me había explicado cuando entraban animales la puerta no se cerraba, asi que no la reconocía como humanoide si no como monstruo.

-Unnak -la niña tenia una cara de pilla que aun no le había visto y que ahora entendía el por que a veces Iskendar la había metido en la jaula-. ¿Vienes o no? esto es muy pequeño y hay unas escaleras que suben, tranquilo, no voy ni a subir, pero tampoco voy a salir, aquí te espero.

Resople con resignación y me giré hacia Brian.                                                                                                  
-¿Sabes donde puedo conseguir mas fruta fresca y zumo?





EL ELEGIDO... O NO.   (En Revisión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora