En la sala de espera junto con Hilary, Beka esperaba que el doctor saliera para que le informaran sobre el estado de su esposo, llevaba 2 horas ahí y se sentía morir por la desesperación de no saber nada de el.
—Tranquila, el señor Justin va a estar bien, ya lo vera— Decía Hilary tratando de consolar a Beka, que no paraba de llorar.
—Todo es mi culpa, si no le hubiera dicho todas esas cosas, si algo le pasa no me lo voy a perdonar nunca Hilary.
—No señora, usted no sabia que esto pasaría, usted hizo lo que sentía que debía hacer, esto no tiene nada que ver con usted.
—¿Por qué no me dicen nada? Llevan mas de 2 horas aya adentro y no se si esta vivo o si—Se le quebró la voz, no quería ni imaginar que el pudiera morir, eso jamas se lo perdonaría, deseaba tanto estar en su lugar. Creía que era ella quien debía estar aya dentro y no el.
—Familiares del señor Justin Maslow—Pregunto un doctor que llevaba una bata y gorro azul, se quito el cubre bocas y los guantes.
—Yo, yo doctor, soy su esposa. Por favor dígame que mi esposo esta bien, por favor, que fue lo que paso exactamente.
—Su esposo, iba manejando en estado de ebriedad, quiso rebasar a un auto, pero no se dio cuenta de que en el otro carril venia un camión, dio un volantazo y salio volando hacia un pequeño barranco, lo peor es que no llevaba el cinturón puesto y bueno después de unas cuantas volteretas salio volando del auto.
—No puede ser—Dijo Beka con lagrimas en los ojos y llevando sus manos a su boca.
—Pero díganos ¿Cómo esta?—Le pregunto Hilary.
— Sufrió de un muy fuerte golpe en la cabeza, tiene un hematoma, tiene algunas costillas rotas y fracturas en el el brazo, su cuello sufrió una torcedura.
—Entonces esta bien ¿Verdad?—Pregunto con mas calma Beka.
—Tuvimos que operar y por suerte el hematoma desapareció, pero..
—Pero que doctor, dígame, dígame ya—Le dijo elevando su voz.
—Lamento decirle que su esposo entro en estado de coma.
—No, no, eso no, no puede ser cierto, dígame que no es verdad—Las rodillas le temblaron, pero Hilary la sostuvo para que no cayera.
—¿Cuando despierta doctor?—Pregunto Hilary mas calmada pero también lloraba, le dolía lo que le estaba pasando a ese niño que ella vio crecer.
—Lo siento pero un estado de coma es algo que uno no puede controlar, puede durar dias, meses, incluso años.
—Noo Justin tu no—Beka lloraba desconsolada.
—¿Podemos pasar a verlo?—Pregunto Hilary.
—Por ahora no, aun no lo instalan en su habitación, yo les aviso cuando puedan hacerlo. Permiso—Se retiro el doctor, Beka lloraba no podía hacer otra cosa, callo hincada al piso, estaba inconsolable, quería que todo aquello fuera una pesadilla, no podía evitar sentirse culpable. ¿Por qué demonios le dijo todas esas cosas? Era una tonta, ella era la que merecía estar aya dentro y no el, no paraba de repetirse todas esas cosas.
Amaneció y Beka ya había pasado a verlo, era horrible verlo vendado de toda la cabeza, con collarín, y con un brazo enyesado, eso si contar los golpes, moretones y raspaduras que tenia en el rostro, y seguro tenia mas, pero le eran imposibles verlos por la bata y la sabana que lo cubría.
Verlo ahí como si estuviera dormido, fue un golpe muy fuerte para ella, no sabia cuando despertaría, y eso la llenaba de mas dolor y frustración.
—Tome este café, le hará bien—Le dijo Hilary ofreciéndole un vaso.
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Entre los Maslow
RomanceCuando descorchas una botella de vino no solo dejas al descubierto aromas y ayudas a suavizar los taninos, sino que también estarás haciendo que aparezca este sentimiento. Siempre que hagamos un consumo moderado del mismo, los diferentes ingrediente...