Epílogo

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—¡NOOO!—Grito mientras despertaba de golpe, tenia la frente mojada de sudor, miro a su alrededor, la luz del sol entraba por las ventanas de la enorme habitación, era una hermosa tarde de verano en Napa Valley. Llevo sus manos a su cara y su respiración empezaba a normalizarse, esa no era la primera vez que soñaba con lo que había pasado hace 6 años, y le dolía como en aquella ocasión, para el soñar con ese maldito recuerdo era peor que soñar con el mismísimo demonio. Se sentó en la cama y se levanto, entro al baño y se refresco con agua fría.
Salio de la habitación y escucho ruido en la habitación de alado.
—No tiene nada que agradecer señora Nicols—Escuchaba su dulce voz, se acerco a la habitación y la escucho tras la puerta que estaba entre abierta—Claro que si, me encantaría que antes de su cambio se consintiera con un masaje muy relajante— Sonrió y abrió la puerta lentamente y la vio unos segundos, simplemente la adoraba y podría mirarla por horas sin cansarse, era al amor de su vida.
—Hola princesa.
—¡Papi!— Corrió la pequeña Noah a los brazos de su padre quien de inmediato la levanto y beso su mejilla.
—¿Cómo esta la niña mas hermosa de este mundo?
—Muy bien papi.
—¿Qué hacías?
—Jugando al salón—James miro la habitación de su pequeña, había peluches y muñecas por todos lados, con una mesita y cojines había transformado todo como si fuera un salón.
—Oh ya veo… ¿Y yo puedo venir a tu salón?
—No papa, es solo para mujeres. Ademas tengo una mejor idea.
—¿Ah si? ¿Y cual es tu idea?
—Quiero que me cuentes la historia que tanto me gusta.
—¿Otra vez? Princesa te la he contado infinidad de veces.
—Pero a mi me gusta mucho, por fis—Suplico con un puchero la pequeña. ¿Cómo decirle que no a esa carita? Pensó James.
—Esta bien—La llevo hasta la mecedora, se sentó y la sentó a ella en sus piernas y la abrazo. La niña lo miro con sus hermosos ojos color miel que le recordaban a los de ella y una sonrisa con la ausencia de 2 dientes lo llenaron de emoción, amaba ver a su niña feliz y siempre sonreía de una manera especial cuando estaba por contarle la historia.
—Había una vez una hermosa princesa que vivía en un hermoso palacio pero se sentía muy triste porque no podía cumplir su sueño, ella quería tener un hermoso salón para resaltar la belleza de todas las mujeres del reino—Noah lo miraba atenta—Un día llego un príncipe quien le ayudo y motivo para que cumpliera su sueño, pues sabia que eso la haría muy feliz, pero no solo eso, pasaban tanto tiempo juntos que los 2 se enamoraron inmensamente, amaban tomar vino y pasear entre los viñedos…
—¿Cómo nuestros viñedos?—Pregunto la pequeña.
—Así es, justo como los nuestros. Un día entre esos viñedos los 2 se declararon su amor, y se dieron cuenta de que no podían vivir el uno sin el otro, ellos cada día que pasaban juntos se enamoraban mas y mas, era un amor inmenso y único, no había un amor mas fuerte en el mundo que el de ellos. El príncipe llevo a la princesa a pasear al mar por la noche, de ahí se veía todo el reino y las luces hacían que todo se viera mas romántico, bailaron y cenaron hasta que el saco un anillo de compromiso y le pidió se casara con el, ella acepto de inmediato y el príncipe se sentía muy pero muy feliz porque lo único que quería era que la princesa estuviera con el siempre. La princesa ya no estaba triste pues ya tenía su salón y era todo un éxito porque las mujeres del reino estaban fascinadas, les gustaba ir y consentirse solo como la princesa sabía hacerlo, un día…
—Papi… ¿Cómo era la princesa?— Interrumpió la pequeña.
—Era hermosa. Era la mujer más tierna y dulce, pero sobre todo, era la mujer mas hermosa que pudiera haber en el mundo, tenia un cabello suave y brillante y siempre tenia un delicioso aroma a fresas, tenia unos labios delgados y rojos como la cereza y lo que mas le gustaba al príncipe eran sus preciosos ojos color miel.
—Como los míos—Dijo la niña con una gran sonrisa.
—Exactamente como los tuyos princesa.
—Oye papi… ¿Y mi mama era igual de hermosa como la princesa?—James suspiro y acaricio el rostro de su pequeña, la miraba y examinaba cada centímetro de su rostro, era hermosa igual a ella y lucia adorable con su hermoso cabello rubio risado en 2 coletas.
—Si princesa… Es mas eran igualitas parecían la misma, tu mami era igual de hermosa que la princesa.
—¿Y ya no lo soy?—Pregunto desde el umbral de la puerta.
—¡Mami!—Exclamo feliz Noah mientras bajaba de las piernas de su papa y corría hacia su madre. James se levanto y miro como Beka cargaba a su pequeña. Sonreía feliz, para el no había nada mejor que ver a las 2 mujeres de su vida juntas, eran hermosas. Se acerco a ellas.
—No, no lo eres… Por que ahora eres más hermosa aun—Se acerco y la beso dulcemente en los labios y después beso a su pequeña en la mejilla.
—Mi papa también es hermoso ¿Verdad mami?
—Si mi cielo. Es el hombre más hermoso del mundo.
—Mis 2 mujeres—Dijo orgulloso y ambas lo miraron con sus hermosas profundidades color miel—Las amo.
—Y nosotras a ti—Dijo Beka.
—¿Y yo algún día tendré un príncipe?
—Claro que si mi amor.
—Pero eso sera hasta que cumplas los 21 años.
—¡James!—Lo regaño Beka.
—Es la verdad, no voy a permitir que ningún pelafustan se le acerque a mi nena—Miro a Noah—El rey no permitirá que ningún principillo se le acerque a su princesa… ¿Escucho señorita?—Le dio un leve golpesito en su pequeña nariz con el dedo indice. El timbre sonó.
—Esos deben ser Lisa y Harry.
—Yo voy a recibirlos—James les dio un dulce beso y salio de ahí.
—No te preocupes mi vida, que la reina te ayudara con los príncipes.
—¡ESCUCHE ESO!—Grito James desde el pasillo.
—¡Ops!—Dijo la niña y ella y su mamà sonrieron divertidas.
Ya casi era la hora de la cena y todos esperaban en la sala. Harry y Lisa vivían en Londres junto con sus mellizos, todos decidieron tomar unas vacaciones juntos en Napa Valley por unos días.
—Muero de hambre espero mi hermano y Daniela no tarden— Justin busco a Daniela meses después de que ella renunciara, pues con las terapias y el tiempo se dio cuenta de que no solo sentía cariño por ella. Pero su sorpresa fue mayor cuando la vio pues ya tenia 7 meses de embarazo. Ese día no solo recupero a la mujer de su vida, si no también a su pequeño que nacería pronto.
—¿Y porque no se vinieron desde antes?—Pregunto Lisa.
—Hoy era la exhibición de tae kwon do de Adam, de ahí se vendrían directo para acá.
—Ese pequeño es dinamita, seguro les da una paliza a todos—Dijo Harry divertido.
—Por cierto ¿Dónde estarán los niños?
—Están en la habitación de Noah jugando al salón junto con Henry—El pequeño Henry era solo unos meses más grande que Noah, el era el hermoso hijo de Greg y Magda.
—Tu pequeña quiere ser como tu amiga.
—Si, adora ir conmigo al salón, le encanta ahí siempre juega con Maddison la pequeña de Paris, son grandes amigas.
Justin y Daniela a quien le sobresalía una enorme pansita de 8 meses de embarazo, entraron junto con el pequeño Adam de 4 años quien corrió y saludo a sus tíos, pues el y Noah consideraban a Harry y a Lisa sus tíos.
—Valla hasta que llegan muero de hambre.
—A mi también me da mucho gusto verte hermano—Dijo Justin fingiendo estar ofendido.
—¿Y mis primos?—Pregunto Adam quien por cierto amaba su nombre pues sabia que así se llamaba su bisabuelo.
—Están arriba jugando pero es hora de cenar así que ve y diles que bajen— El niño corrió escaleras arriba y minutos después todos los pequeños bajaron y fueron al comedor.
En la cena hablaban todos de sus hijos, trabajo y demás, incluso hablaban de la próxima boda pues el padre de Daniela era viudo pero el día de la boda entre ella y Justin, el y Hilary se conocieron y desde entonces tenían una linda relación. Paris por su parte también se había casado con un arquitecto que conoció cuando ampliaron el salón y tenían una hermosa pequeña de 3 años. Nataly se convirtió en una gran amiga de Beka y James, incluso serian los padrinos de su hija que recién había nacido.
James y Beka caminaban entre los viñedos, era una hermosa noche muy parecida a aquella noche en la que se entregaron por primera vez, después de caminar unos minutos el le vendo los ojos y la guió unos minutos mas.
—James ¿Adonde me llevas?
—Espera y lo veras—Se detuvieron por fin y el le quito el pañuelo. Estaban en el mismo lugar donde habían hecho el amor por primera vez, estaban las 2 mismas cobijas perfectamente acomodadas, una botella de vino y 2 copas y un racimo de uvas perfectamente lavadas.
—¡Dios James!
—Me encantaría recordar viejos tiempos—Le susurro en el oido mientras la abrazaba por la cintura, ella giro y unió sus labios con los de el, lo beso llena de pasión y amor.
—Te amo James.
—Yo mas hermosa, te amo demasiado. Adivina que…
—¿Qué?
—Ya en 2 semanas sera la fiesta de presentación de mi vino.
—¿De verdad? Dios…— Sonrió y le dio un fugaz beso—Me alegro tanto por ti, por fin tu propio vino.
—Lo se, te juro que no puedo ser mas feliz.—Volvieron a besarse. La miro unos segundos y el bajo la mirada—¿Sabes? hoy volví a tener ese horrible sueño.
—Mi amor—Le dijo dulcemente y acaricio su rostro.
—No tienes idea de lo doloroso que fue eso para mi. El verte—Bajo la mirada—muerta ha sido el dolor mas insoportable que he sentido jamas, tu y nuestra hija son mi tesoro mas valioso y si algo les llegara a pasar yo me muero.
—Mírame—Levanto su rostro—Estoy aquí mi amor, y aunque me fui por unos minutos, volví solo para vivir para ti y para nuestra nena, yo no podía irme—Lo beso fugazmente—Yo y Noah fuimos muy fuertes y estamos juntos, somos una hermosa familia. Yo no quiero que te sigas atormentando mas con lo que paso.
—No sabes lo inmensamente feliz que me haces hermosa.
—Soy la mujer más afortunada y más feliz que hay en el mundo. Gracias por todo James—Lo beso. James tomo el vino y lo sirvió en 2 copas.
—Brindemos… por nosotros y por nuestra hija—Dijo el elevando su copa.
—Y por el nuevo miembro de la familia.
—¿Quién?—Pregunto confundido.
—Por el pequeño que llegara dentro de 7 meses—Dijo acariciando su vientre aun plano.
—¿De verdad?—Pregunto el con una enorme sonrisa.
—Así es… Así que solo podre beber esta copa de vino no más.
—Te amo, te amo, te amo.—Tiro al copa de vino y la cargo y giro con ella entre risas gritaba que seria papa de nuevo, eso lo llenaba de emoción—Si es niño quiero que se llame Paul, como mi padre.
—Me encanta la idea—Sonrió—Te amo.
—Te amo hermosa.
—Tu me devolviste la vida 2 veces James, solo por ti y ahora por nuestros hijos respiro.
—Bien dicen por ahí que el amor es como el vino, a unos reconforta y a otros destroza. Pero a mi el amor y el vino me llevaron directo a la felicidad.
Unieron sus labios en un beso lleno de dulzura, felicidad y deseo, entre besos y palabras de amor se deshicieron de su ropa e hicieron el amor ahí mismo donde 7 años atrás lo habían hecho por primera vez, reforzando así el olor a pasión y amor que se mezclaba una vez mas con el delicioso aroma a uva que destilaban los mas grandes testigos de su amor, los viñedos.

Fin♡

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Muchas gracias por llegar hasta aquí, los adoro, y espero tengan bonito día, tarde o noche, los quiero 💗

 Entre los Maslow Donde viven las historias. Descúbrelo ahora