—Umm, bueno ya sabes que Justin quería sacar su propio vino, ¿Cómo es eso? Me refiero a que se tiene que hacer y todo eso.
—Bueno pues para empezar, tienes que tener una buena cosecha, y eso le entusiasmo a Justin ahora que fuimos a Napa, ya que esta es una gran cosecha, la uva viene muy grande y dulce, lo cual obvio le da mejor sabor y cuerpo al vino, por supuesto esto
lleva tiempo, pues al hacer el vino debes catarlo, para saber si es lo que tu quieres…—¿Catarlo?—Le interrumpió Beka.
—Si, catar un vino es primero olerlo, aunque no lo creas con el aroma puedes reconocer si es un buen vino, no cualquiera sabe hacerlo, pues debes oler una gran cantidad de vinos y sobre todo tener una excelente memoria para diferenciar los olores, por ejemplo yo, cuando huelo un vino de inmediato lo relaciono con algún estado emocional, se me hace mas fácil— Mostró una hermosa y gran sonrisa— Y luego debes probarlo, cada gota debe recorrer toda tu boca, debes apreciarlo y degustarlo. Debes utilizar eficazmente los sentidos para poder interpretar las sensaciones visuales, olfativas, táctiles y gustativas, además, es imprescindible poseer un vocabulario que permita describir estas sensaciones. Es simplemente increíble.
—¿Tu sabes catar?—Le pregunto maravillada, jamas se había imaginado todo lo que acababa de aprender.
—Bueno, no soy un profecional, pero si hago un esfuerzo.
—¿Me podrías enseñar?
—Claro cuando quieras… Aprender a catar acrecienta el placer que nos ofrece el vino y nos permite elegir los vinos con conocimiento de causa. De hecho, un catador experimentado calcula cuándo un vino estará listo para beber y puede hacer una selección inteligente de los vinos jóvenes que merecen la pena envejecer.
—Wow, jamas me imagine todo esto que me platicas.
—Es increíble el mundo del vino.
—Si mucho. Y dime ¿Qué se necesita para ser un catador profecional?
—Bueno, en realidad con un poco de buena voluntad, la práctica de la degustación está al alcance de todos, ya que todos nacemos más o menos con la misma aptitud para discernir aromas y sabores. Aunque claro, la sensibilidad puede variar de un individuo a otro, convertirse en un catador lúcido es más una cuestión de experiencia que un don natural, de hecho siempre he pensado que se trata simplemente, de explotar al máximo las aptitudes personales.
—Es increíble todo lo que me dices.
—Si, aunque eso no seria lo mio, por lo regular esas personas cuidan mucho su alimentación para tener casi intactas sus papilas gustativas, y bueno yo no podría vivir sin comer una gran trozo de carne en salsa o una hamburguesa con papas, en fin me gusta comer de todo—Ambos soltaron una carcajada.
—Bueno, no quisiera pero debo ir a la empresa, haber que hay y poner todo en orden, nos vemos a la hora de la comida y te termino de explicar lo que desees, ¿Te parece?—Dijo mientras se levantaba de la mesa y tomaba el ultimo trago de su jugo de naranja.
—Claro, y gracias.
—De nada, con gusto.
James salio hacia la oficina, y Beka salio a hacer unas compras para la comida, y cuando llego al área de vinos, recordó su platica con James de esa mañana, con cada botella que veía, se imaginaba todo lo que James le contó, y pensó que le encantaría, aprender mas de vinos.
—¿Puedo ayudarle en algo?—Pregunto amablemente un señor, que parecía el encargado de el área de vinos y licores.
—Si, sabe me gustaría comprar 2 vinos, pero quiero los 2 mejores, pero que sean diferentes, no se si me explico.
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Entre los Maslow
RomanceCuando descorchas una botella de vino no solo dejas al descubierto aromas y ayudas a suavizar los taninos, sino que también estarás haciendo que aparezca este sentimiento. Siempre que hagamos un consumo moderado del mismo, los diferentes ingrediente...