capítulo 60

7 3 0
                                    

James se acerco de inmediato a Daniela, Justin la miraba sorprendido.
—¿Daniela estas bien?—Pregunto el sorprendido entonces ella reacciono.
—Si, si perdón no se que me paso—Dijo y se agacho a recoger los vidrios, James se agacho también para ayudarle.
—Tranquila, ¿De verdad estas bien?
—Si es que me dio un pequeño mareo, pero estoy bien—Ambos se levantaron y James tomo todos los pedazos de vidrio.
—Si te sientes mal puedes irte a casa…
—No, estoy bien de verdad.
—¿Segura?
—Si— Sonrió forzadamente.
—Hola Daniela—Dijo por fin Justin y poco a poco se acerco a ella.
—Señor Justin, que gusto tenerlo de vuelta—Agacho la mirada—Con permiso, ahora le traigo otro café Señor James.
—No déjalo así, gracias Daniela.
Daniela salio de ahí de inmediato y James quedo muy consternado, ¿Por qué Daniela se puso así al entrar? No miro a Justin a los ojos, cuando tomo los pedazos de vidrio noto que estaba temblando, estaba muy nerviosa pero ¿Por qué?
—Bueno vamos a trabajar—Dijo Justin sacándolo de sus pensamientos.
—Claro, ocupa tu lugar, yo ya tengo lista otra oficina para mi.
—¿No volverás a Londres?
—No, no puedo irme de aquí.
—¿Por qué?
—Bueno es que… no se me gusto mas la vida aquí—“Por que no podría vivir lejos de Beka, de tu esposa maldita sea” pensó James, pues aunque llevaba 2 meses sin verla, sabia que ella volvería a Nueva York y aunque haría todo por evitarla, el saber que la tenia “cerca” le ayudaba un poco en cierta forma. Ahora sabia que ella estaba en su salón y tenia unas ganas inmensas de correr a buscarla y verla tan solo un minuto, pero no podía, no debía, tenia que controlar sus impulsos.
—¿No sera mas bien porque estas enamorado?—Dijo Justin sonriente.
—¿Qué? No ¿Por qué lo dices?—Dijo el nervioso.
—Vamos James, yo se que hay una mujer que te trae loquito… Anda cuéntame ¿Qué ya no me tienes confianza?
—No es eso, es solo que no hay nadie.
—Sabes se me hace increíble que no salgas con nadie, ¿Hace cuanto no estas con una mujer?
—No mucho… Unos 2 meses mas o menos.— Recordó la ultima vez que le hizo el amor en la cocina.
—¿2 meses? Para ti si es mucho, tu no podías estar sin sexo menos de 2 días.
—La gente cambia y yo cambie.
—Muchisimo ya me di cuenta… Pero en fin. En cambio yo estoy feliz hermano. Un día antes de volver de Houston mi esposa y yo volvimos a hacer el amor después de tanto tiempo—“Crack” Sintió en su corazón James al escuchar lo que le acababa de decir su hermano, sus ojos fueron invadidos por lágrimas y de una profunda tristeza. No podía llorar frente a su hermano, se levanto y salio rápidamente de la oficina.
—James espera ¿A dónde vas?—Se cerro la puerta de golpe. Justin quedo sorprendido y muy desconcertado por la forma en que James salio de ahí.
James llego a su nueva oficina, cerro la puerta y se recargo en ella, las lagrimas corrieron por sus mejillas como cascadas mientras el se desvanecía hasta el piso.
—¿Por qué? ¿Por qué maldita sea porque?— Decía mientras sollozaba, imágenes pasaban por su mente, la veía a ella haciendo el amor con Justin, eran las imágenes mas desgarradoras, mas dolorosas que se había imaginado jamas.
—Por favor dios mio, arráncamela del corazón, arráncamela de la piel por favor—Lloraba y temblaba en el piso, se arrastro hasta el bufetero y se sirvió un trago, lo bebió enseguida pero solo hizo que le ardiera mas el corazón, estaba herido muy herido.
Daniela entro a la oficina y lo vio tirado llorando como un niño pequeño.
—Señor—Cerro la puerta y corrió hacia el, verlo así le sorprendió pero sobre todo la conmovió, jamas había visto a un hombre llorar y menos de esa manera tan desconsolada. Se hinco a su lado y lo miro—¿Señor que pasa? ¿Qué tiene?
—Daniela me quiero morir—Dijo entre llanto y la abrazo fuertemente. Ella se sorprendió pero le respondió el gesto y acariciaba su espalda consolándolo. Un nudo en su garganta se formo, sentirlo temblar de esa manera fue algo muy conmovedor y doloroso.
—Tranquilo—Le decía ella, minutos después el se empezó a calmar y se alejo de ella, la miro unos segundos y reacciono.
— Perdón Daniela yo…—Se levanto rápidamente mientras con su antebrazo se limpiaba las lágrimas.
—No tranquilo, perdón ¿Por llorar?… ¿Qué sucede? ¿Por qué lloraba de esa manera?
—Por tonterías.
—Una persona no llora por tonterías y mucho menos un hombre… Nosotras tal vez aveces pero ustedes no.
—¿Recuerdas aquella vez que yo te vi llorar?
—Si, claro que recuerdo.
—Tú llorabas por un amor imposible… Ahora yo lloro por la misma razón.
—Lo entiendo tanto de verdad, es algo muy doloroso—Agacho la mirada.
—Demasiado dolor si.
—Es horrible pero bueno uno tiene que aprender a vivir con eso ¿No?
—Por desgracia si—Hubo un momento de silencio.
—Lo dejo solo, yo solo venia a decirle que mañana viene su nueva secretaria.
—Gracias Daniela.
—No tiene nada que agradecer, gracias a usted también por la confianza. Con permiso—Daniela salio de ahí y James solo se sentó en su silla con otro trago en la mano.
Bela llamo a Lisa, necesitaba de su amiga, necesitaba platicar con alguien o se volvería loca.
—Hola bruja ¿Estas ocupada?
—Amiga, no para nada ¿Estas bien?
—Si y no.
—Hay no ¿Qué paso?
—Bueno para empezar ya estoy de regreso en Nueva York.
—¿De verdad? ¿Cuando regresaste?
—Llegamos ayer en la noche.
—Entonces Justin ya esta bien ¿No?
—Si ya, de hecho ya hoy volvió a la oficina.
—Bueno me alegro por el… Pero ahora la pregunta mas importante ¿Ya lo viste?
—No.
—¿Cómo que no? ¿Por qué?
—Se fue de la casa…
—¿Cómo que se fue de la casa?
—Si, compro un departamento y se mudo. Parece que esta tratando a toda costa de que no nos veamos.
—Hay amiga que feo.
—No sabes las ganas que tengo de verlo, siento que me voy a morir te lo juro.
—Hay no que feo, te odio tu siempre haces que me den ganas de llorar.
—Yo me odio más ¿Por qué Lisa? ¿Por qué me tuve que enamorar de el?
—Pues era imposible que no te enamoraras de el, es un amor, por favor Beka ve y búscalo se feliz.
—No puedo Lisa, no seria lo correcto.
—No volvamos con eso.
—Es la verdad, y eso no es lo peor. ¿Qué crees?
—¿Qué?
—Una día antes de nuestro regreso… Justin y yo hicimos el amor por primera vez después de tanto tiempo.
—¿Qué? Beka estas loca, estas chiflada… Demonios ¿Qué hiciste?—Le grito regañándola.
—Que querías que hiciera, el me busco y bueno pues ni modo de negarme.
—Pues si, justo eso tenias que haber hecho, negarte.
—Si, ¿Y que le iba a decir? No puedo hacer el amor contigo porque quiero hacerlo con tu hermano… Por favor Lisa.
—Pues no obvio no le ibas a decir eso pero no, solo le hubieras dicho que no estabas lista o que se yo por dios Beka metiste la pata.
—Hay ya lo se pero ya esta hecho—Suspiro y empezó a llorar.
—¿Te imaginas si quedas embarazada? Ahí si se complica todo.
—Tranquila me cuide.
—Que alivio—Dijo en un suspiro—No amiga no llores.
—Como quieres que no llore, esto cada día es mas insoportable te lo juro.
—¿Qué va a pasar si James se entera? Qué tal que Justin pues le da por contarle sus cosas y pues le dice que ustedes… eso.
—No, maldita sea ¿Qué hice?
—Sabes que Beka, ya estuvo bueno por favor, piensa bien que diablos quieres, amiga piensa en ti, y ya si de verdad decides seguir con la farsa de matrimonio que llevas esta bien, pero ya decídete a dejar de pensar en James, deja de lamentarte, deja de llorar por los rincones y afronta tu decisión. Ahora que si tu decisión es ser feliz junto al hombre que quieres pues hazlo ya sin importar que.
—Tienes razón Lisa eso es lo peor que tienes razón en todo.
—Amiga de verdad ya basta, por favor se feliz ya te toca.
—Tengo mucho que pensar.
— Así es, te dejo, piensa y toma ya una decisión.
—OK, gracias te quiero.
—Yo también te quiero aunque aveces me dan ganas de arrancarte los cabellos. Adiós y suerte.
—Gracias, adiós—Fin de la llamada.
Beka se quedo pensativa debía tomar ya una decisión y tenia que tener el valor y la fuerza de enfrentar las consecuencias que eso trajera. Lisa tenía razón, ya estuvo bueno de lamentarse, de sufrir, ya era hora de tomar las riendas de su vida, de tomar una decisión y enfrentarla por más que eso doliera.
Los días pasaron y todo seguía igual, no se hablaban y no se veían, ambos sufrían demasiado pero trataban de vivir con eso.
Después de un día largo de trabajo James llego a su casa, se servio un vaso de leche, estaba muy cansado y quería acostarse, el timbre sonó y miro extrañado el reloj, las 10 de la noche ¿Quién podría ser a esa hora? Abrió la puerta y solo sintió como un rayo de electricidad volvía a encender su corazón.
—¡Hola James!
—¡ Beka!—Susurro aun sin poder creerlo.

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••Siganme
Dejar su estrella
Comenten

 Entre los Maslow Donde viven las historias. Descúbrelo ahora