Entre los Maslow

capítulo 55

—Maldita sea—Dijo Justin por lo bajo.
—¿Se puede saber porque diablos te molesta que ella cumpla su sueño?—Pregunto James entre enojado e indignado.
—Ella no necesita trabajar, ese salón lo único que va a lograr es que aleje de su casa y de mi.
—Eres un egoísta Justin. Jamas creí que tu pensaras de esa manera.
—Lo que yo no puedo creer es que tu la ayas apoyado con esa tontería.
—No es ninguna tontería, es su sueño, es lo que la hace feliz. Cuando la conocí de inmediato me di cuenta de que ella estaba triste de que algo le faltaba, cuando empezó con los planes hubieras visto su mirada, su sonrisa, ella estaba muerta en vida gracias a ti.
—¿Me estas diciendo que hago infeliz a mi esposa?
—Pues si, en pocas palabras si.
—Tu que vas a saber, si ni siquiera haz sido capaz de enamorarte, de hacer feliz a una mujer, es mas ni una novia formal has tenido.
—Si yo fuera tu no hablaría, porque la vida te puede escupir en la cara—Se levanto enojado—Y para que lo sepas, el salón de Beka tiene mucho éxito, y aun así ella ha estado al pendiente de su casa y de ti—Salio de ahí indignado dejando a Justin desconcertado y enojado también.
Corrió escaleras arriba y entro a la habitación de Beka, la vio con su rostro hundido en las almohadas llorando desconsoladamente, se acerco a ella y acaricio su cabello, ella levanto la cara y se abalanzo sobre el dándole un fuerte abrazo, al estar en sus brazos sollozo fuertemente, el solo acariciaba su cabello y con el otro brazo la apretaba con fuerza. El verla así le partía el alma en mil pedazos, daría su vida entera para que ella no derramara jamas una lagrima, ¿Cómo su hermano era capaz de hacer sufrir tanto a una mujer tan hermosa como ella?
—Calma hermosa, me duele que estés así.
—¿Por qué Justin es así?
—No lo se amor… Yo quisiera saber lo mismo—Beka se alejo de el y lo miro, el con su mano secaba sutilmente sus lagrimas, ella lo tomo del rostro.
—Yo no se que haría sin ti James… Gracias por llegar a mi vida. Te amo—Se acerco a el y lo beso tiernamente, el la apretó mas a el, en ese beso le hacia ver que no necesitaba nada mas que a ella para poder vivir.
—Yo te amo mas cariño. Ya no llores— Volvió a abrazarla con fuerza. El estaba dispuesto a apoyarla en lo que fuera, y no iba a permitir que su hermano volviera a acabar con la felicidad de ella por ningún motivo.
Al día siguiente Justin no veía a Beka por ningún lado hasta que Hilary entro a su habitación.
—Hilary… ¿Y Beka?
—Fue al salón, dijo que vendría a la hora de la comida.
—¿Qué? ¿Tienes el número?
—Si…
—Marca—Dijo enojado. Hilary marco y le dio el teléfono.
Mientras tanto en el salón Beka estaba en la oficina con Paris.
—Y asi fue—Dijo Beka, pues le platico sobre la pelea que tuvo con Justin un día antes.
—Que mal que tu esposo no entienda y no te apoye.
—Es que te juro que no se porque es así.
—Que egoísta, solo te quiere para el o no si es… raro.
—Pero no me importa Paris, yo no voy a dejar esto solo porque a el no le parece.
—Haces bien, ademas mira el éxito que tiene, debería estar orgulloso de ti.
—Pues si… debería—El teléfono las interrumpió—Lovato Style—Contesto ella.
—Me sorprendes Beka, ¿Desde cuando te vale lo que yo piense?
—Justin si llamas para pelear, de verdad no tengo ánimos.
—¿Qué demonios te pasa? Estas tan cambiada.
—Yo sigo siendo la misma Justin, la única diferencia es que ahora lucho por lo que quiero.
—¿Y yo? ¿Acaso ya no me quieres? ¿Ya no me amas?
—Claro que te quiero.
—¿Me amas?— Bekavapretó los ojos, no sabia que decirle, tardo algunos segundo en contestar.
—Te veo en la comida ¿Si? Bye Justin— Colgó y soltó un suspiro.
—¿Esta enojado?
—Un poco. Pero ya se le pasara.
Beka atendió a unas clientas, por fortuna aquello le ayudaba para no pensar en lo que pasaba con Justin, le daba tristeza que el fuera tan egoísta con ella ya que tal vez muy en el fondo sentía que el entendería y tal vez cambiaría su actitud pero no, el seguía siendo el mismo Justin de siempre.
James y Justin esperaban en el comedor a Beka, ella entro y saludo y se sentó, dedico una tierna mirada a James pero a Justin prefirió ignorarlo, quería demostrarle que aun estaba molesta y que no estaba dispuesta a acceder a sus caprichos, por que para ella eso era, solo un capricho de Justin. Hilary sirvió la comida y empezaron en total silencio.
—¿Seguiste revisando lo que te envié ayer?—Pregunto James rompiendo ese incomodo silencio.
—Si, aun falta mucho pero voy bien. ¿Qué tal va todo en la oficina?
—Muy bien. De hecho tengo que ir a Napa hubo un problema con los trabajadores y debo ir a arreglar todo.
—¿Cuándo vas a ir?—Pregunto Beka, esa noticia no le agrado pues no quería alejarse de el.
—La próxima semana—La miro dulcemente.
—¿Hablaste con Greg?—Pregunto Justin.
—Si, ya le avise y le dije que hablara con los trabajadores para que esperaran unos días hasta que pueda ir para solucionar el problema.
—¿Por cuánto tiempo te vas?—Pregunto Beka con tristeza.
—Un par de días nada mas—La miro enternecido, pues tampoco quería alejarse de ella.
—Mantenme al tanto de todo por favor. ¿Cuándo es la reunión con los vinicultores Asiáticos?
—Mañana, ya tengo todo listo solo falta imprimir el plan pero de eso ya se encarga Daniela.
—Por cierto… Ella, ¿Cómo esta?—Justin pregunto con algo de duda y James lo mira un poco confundido.
—Bien, supongo... Bueno ayer la encontré llorando y discutiendo por teléfono.
—¿A si? ¿Con quien?
—Con algún tipo, estaba muy dolida pero bueno no quise preguntar detalles… ¿Qué tan buena era tu relación era con ella?—Pregunto James mirándolo pero Justin bajo la mirada a su plato.
—Buena, es decir normal, jefe-secretaria… Nada especial, ¿Por qué?
—Nada mas, ella te aprecia mucho incluso durante el ultimo año vino a verte algunas veces.
—¿Enserio?
—Si, es una buena chica.
—Si lo es—Dijo por lo bajo, se quedo pensativo unos minutos y miro a Beka quien comía en silencio como si estuviese sola, pues pensaba en el viaje que haría James.
—¿ Beka?—Ella levanto la mirada.
—Dime.
—¿Sigues molesta?
—Un poco.
—Escucha—Suspiro— Discúlpame— Beka y James dejaron de comer y lo miraron con sorpresa.
—¿Cómo?—Pregunto ella atónita, ¿Justin Maslow se estaba disculpando?
—Que me disculpes, estuve pensando y… Tienes razón, he sido muy egoísta son respecto a lo de tu salón.
—¿Estas hablando enserio?
—Muy enserio, ya entendí que es tu sueño y fui un idiota al no haberte apoyado o alentado con el… Ya no quiero ser así contigo, eres mi esposa y te amo—James bajo la mirada ante las ultimas palabras de su hermano y de nuevo la culpa se apodero de el.
—Bueno yo… Gracias por entenderlo.
—Voy a cambiar linda, te lo juro… Te amo—Ella sonrió levemente y miro a James, le dolió verlo con la mirada agachada, sabia lo que sentía porque ella estaba sintiendo lo mismo.
—Eso espero—Fue lo único que pudo decir.
—¿Y háblame de el? Me refiero a tu salón.
—Bueno pues es increíble— Sonrió—Yo asesoro a las mujeres en su imagen y hay chicas que se encargan de cambiarlas, agregue un pequeño spa y una pequeña cafetería como sala de espera.
—¿De verdad? Suena increíble.
—Lo es.
—Me encantaría conocerlo.
—Y a mi me encantaría que fueras… Tengo una cita, debo volver, los veo en la noche—Se levanto de la mesa.
—Ven linda—Le dijo Justin estirando su mano. Ella miro a James quien seguía con la mirada fija en la comida, solo jugaba con ella. Se acerco a Justin y le tomo la mano que el le tendía, se sentó a un lado de el—Todo entre nosotros va a cambiar, va a mejorar… Te amo Beka—Tomo su rostro entre sus manos y la beso fugazmente. James apretó los ojos, la culpa y el dolor lo invadían.
—Te veo en la noche—Le dijo ella a su esposo y salio de ahí, James seguía jugando con su comida.
—¿Qué tienes?—Le pregunto Justin a James.
—Nada, es solo que se me fue el hambre.
—Hay hermano, fui muy injusto con ella. Pero de verdad voy a hacer todo por hacerla feliz, porque nuestra relación mejore.
—Me alegra que… que pienses así—Le dedico una sonrisa forzada—Yo también debo volver a la oficina—Se levanto y le dio un leve golpe en el hombro a su hermano—Nos vemos.
—Claro.
James salio de la casa, tanto el como Beka solo pensaban en Justin, ahora el estaba dispuesto a cambiar su actitud con ella, quería hacerla feliz, quería luchar por su matrimonio, y por algún motivo sentían que lo correcto era que todo volviera a ser como antes, como antes de aquel accidente.

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