capítulo 68

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—Y así paso todo—Termino de contarle John. Justin estaba serio y pensativo.
—Te veo muy tranquilo Justin… ¿Qué piensas hacer?
—Ella me pidió el divorcio, pretendía dejarme para irse con el pero… simplemente no lo voy a permitir… Muéstrame la foto—Le pidió, John saco su teléfono y le mostró la foto, eran James y Beka abrazados y besándose. Justin apretó los ojos y la mandíbula, sentía mucho dolor y coraje.
—Infelices— Se levanto de su silla y dejo dinero sobre la mesa—Debo irme, gracias y cualquier cosa me avisan.
— Cuídate Justin.
—Suerte con eso— Sonrió Nataly.
Justin salio de ahí y regreso a casa, en el camino solo pensaba en toda esta situación, sentía dolor ¿Por qué la mujer que ama lo traiciono de esa manera? ¿Cómo fue posible que su propio hermano le hiciera algo así? Creció con James, es su único hermano, llevan la misma sangre, no lo entendía, siempre pensó que todos podrían traicionarlo pero no ellos 2, ellos eran su única familia. Recordaba las palabras de John y Natalie.
“Pues todo empezó desde la visita guiada a Napa, cuando estuvimos en tu hacienda yo me di cuenta de que James veía de una manera…. especial a Beka” ¿Sera que desde esa vez ellos ya estaban juntos?
“Luego vino el lanzamiento del vino de Mark Thompson. Estuvieron toda la noche juntos, se miraban de una manera especial.”
En su cabeza desfilaban imágenes de su hermano y su esposa besándose, tomados de la mano y lo mas doloroso y asqueroso para el, haciendo el amor. Apretó los ojos mientras lagrimas empezaban a resbalar por sus mejillas.
“Justin yo ya no te amo. Quiero el divorcio. Perdón Justin yo no quería que esto terminara así. Te juro que no es lo que tu piensas. Justin… Yo… lo amo”
—Maldita seas Beka —Dijo con coraje y dolor mientras lloraba—Maldita seas James… Los odio, les juro que me van a pagar esto… se los juro.
“Nosotros nos amamos. Yo la amo Justin. No se como, no se cuando, no se porque, solo se que la amo mas que a nada en este mundo. Mi amor por ella es mas fuerte que mi razón. Ella ya no te ama.”
—Los odio, los odio con todo mi corazón—Grito mientras aparcaba el coche fuera de casa, empezó a golpear el volante y hundió su rostro en el mientras lloraba y sollozaba con dolor, frustración y odio.
Al entrar solo estaba Hilary sentada en la sala esperándolo, sintió horrible al verlo con los ojos enrojecidos y con la mirada triste, aunque apoyaba el amor entre James y Beka, ella quería a Justin lo conocía desde que estaba en el vientre de su madre y sabia que esto le dolía en el alma.
—Que bueno que regreso… Estaba preocupada.
—Estoy bien, no pasa nada. ¿Y Beka?
—Ella ya esta dormida
—Ok, yo haré lo mismo… Hasta mañana.
—Hasta mañana señor—Justin subió a su habitación, entro y se acerco a la cama, la miraba, dormía tranquilamente y de inmediato noto su moretón en el pómulo por uno de los golpes que le dio, se odio en ese momento, ¿Cómo fue capaz de hacerle daño a esa mujer? Pero de inmediato su culpa fue completamente sobrepasada por el odio y la furia, ella se acostó con su hermano, es lo menos que se merece, ella jamas podrá estar con James, el no pensaba permitirlo.
Entro al baño y se dio un baño necesitaba relajarse, pensar que debía hacer. Al terminar se cambio y se metió en la cama y se acerco a Beka, estaba profundamente dormida, le acaricio el rostro y dibujo el pequeño moretón, se acerco y la beso dulcemente, le dio la espalda y después de unos minutos logro caer en un profundo sueño.
Al día siguiente Justin despertó y escucho la regadera en el baño, minutos después ella salio y sintió la mirada penetrante de Justin, ella decidió ignorarlo y con paso lento llego al tocador, le dolían las piernas pues la pateo repetidas veces en ellas, se sentó frente a el y comenzó a cepillar su cabello, Justin la miraba cosa que a ella le incomodaba, después de cepillarse tomo crema y se unto un poco en la cara, tomo otro poco y se inclino para masajearse los pies y entonces sintió como la abrazaba por detrás, tomo fuerza y se separo de el inmediatamente.
—¡No me toques!—Dijo ella con coraje y miedo.
—¿Por qué no? Eres mi mujer—Reclamo el con coraje y precisión.
—No te quiero cerca de mi—Lagrimas comenzaban a acumularse en sus ojos.
—Y al pendejo de mi hermano si ¿No?... Tu y ese infeliz no van a estar juntos ¿Entendiste?
—Eso esta por verse—Amenazo ella, estaba dispuesta a luchar por James. La mirada de Justin se lleno de mas coraje aun y en ese momento se arrepintió, la mirada de Justin la hizo sentir una corriente helada, pensó que volvería a hacerle daño físicamente, el apretó los puños y entro al baño cerrando la puerta fuertemente.
Ambos bajaron a desayunar y ella no comía solo miraba el desayuno.
—¿No piensas comer?—Pregunto el.
—¡No!
—¿Vas a ir al salón?—Beka levanto la mirada y lo miro con coraje.
—Como pretendes que valla si apenas puedo caminar, ademas ¿Qué no me ves la cara?
—Solo veo lo que te mereces—Ella lo miro con los ojos entrecerrados y negó con la cabeza, ¡Idiota! Pensaba—Me voy a la oficina te veo en la noche—Se acerco a ella para besarla pero ella volteo la cara, lleno de coraje la tomo fuertemente del rostro y la giro y le dio un beso en los labios. Ella no respondió el beso pero lo miraba con miedo.
Al irse Justin ella regreso a su habitación, no tenia ganas de hacer nada, le dolía el cuerpo, llamo a Paris y le dijo que se sentía mal y no podría ir, se recostó en la cama mientras pensaba y recordaba todos los momentos de felicidad que tuvo a lado de James.
La primera vez que estuvieron juntos.
—¿Y como es el hombre que siempre soñaste?
—Tierno, comprensivo, divertido, que sepa escucharme, que me aliente, que me apoye, que me enamore cada día mas… ¡Tu! Tu eres el hombre que yo siempre soñé James.
—Yo... yo jamas soñé con la mujer ideal, pero ¿Sabes que? Estoy seguro de que esa mujer no te haría justicia… Tu eres simplemente perfecta, para mi… para cualquier hombre.
—Quiero ser feliz James y se que tu eres mi felicidad.
—Jamas podría haberme imaginado a una mujer como tu Beka, eres única, eres perfecta… Yo te quiero conmigo siempre, quiero mirarte toda la vida, quiero besarte toda mi vida…
—Entonces hazlo James, quédate conmigo toda tu vida, besame toda tu vida… Solo hazlo
—Tu ya eres toda mi vida.
La noche que le pidió matrimonio.
—Aveces me siento la basura mas asquerosa en la tierra pero te veo y todo eso desaparece yo… yo te amo y no me importa todo lo que tenga que enfrentar.
—Y yo voy a luchar a tu lado… Te amo.
—Mi niña hermosa. Te garantizo que tendremos momentos difíciles, te garantizo que tarde o temprano uno de los dos va querer escapar del otro. Pero también te garantizo que si no te pido que seas mia, me voy arrepentir por el resto de la vida, porque en el fondo de mi corazón, se que tu eres el única mujer para mí. Cásate conmigo hermosa mujer.
— Si quiero casarme contigo, quiero ser tuya por el resto de mi vida.
Lagrimas comenzaron a resbalar por sus mejillas, ¿Por qué la vida tenia que ser así? ¿Por qué no simplemente le puso a James en su camino desde un principio?
—Gracias por esta noche James… sin duda la segunda mejor noche de mi vida.
—¿Y cual fue la primera?
—El día que hicimos el amor por primera vez, entre los viñedos a la luz de la luna.
—También fue la mejor noche de mi vida, esta es la segunda… Y gracias a ti, gracias por ser como eres, gracias por respirar, gracias por existir, te amo mi vida.
El dolor que sentía en ese momento en el corazón era incluso mas grande que el dolor físico, no le importaría tener que soportar golpes, los prefería mil veces antes de estar lejos de James.
—Te amo James, siempre te voy a amar—Dijo entre lágrimas, mientras apretaba los ojos y hundía su rostro en la almohada.
—Yo también te amo hermosa—Escucho su voz a sus espaldas, ella abrió los ojos y con algo de trabajo giro sobre la cama. Lo vio parado en el umbral de la puerta mirándola con ojos tristes y humedecidos.
—James—Susurro, no podía creer que el estuviera ahí.
—Chiquita—Dijo mientras a paso rápido se acerco a ella, se sentó en la cama y le vio el rostro, miro su nariz que estaba un poco hinchada, el pequeño moretón y la cortada en la comisura del labio, la miraba horrorizado, un dolor inmenso lo embargo, el verla así fue como si le hubieran apuñalado el corazón—¿Qué te hizo?—Levanto la mano, quiso acariciarla pero no pudo, las lagrimas rodaron no podía retenerlas mas, ver con golpes a la mujer de su vida era algo terrible, el dolor empezó a convertirse en coraje y furia—Maldito—Dijo entre dientes, sus ojos llenos de lagrimas estaban llenos también de enojo—Lo voy a matar—Se levanto.
—No James… ¡Aaahh!—Quiso detenerlo pero al levantarse se lastimo, James volvió a sentarse junto a ella preocupado.
—Amor… ¿Qué te paso?
—Nada… Por favor James, quédate conmigo, no hagas ninguna locura—Dijo mientras lo tomaba de las manos. El se acerco mas a ella y con duda tomo su rostro delicadamente, sentía que podía lastimarla.
—No sabes cuanto me duele verte así.
—Estoy bien, por favor quédate conmigo.
—Si chiquita… Te amo.
—Yo te amo mas James, te necesito—Lentamente se acerco a ella y unió sus labios con los de ella, la besaba con delicadeza, disfrutaba de su sabor mientras las lagrimas de ambos se unían en cada movimiento.
Beka le quito el saco y comenzó a quitarle la corbata, pero el la tomo de las manos y la detuvo.
—No… Yo no puedo—Dijo James entre besos—No quiero lastimarte.
—No tienes porque hacerlo. Te necesito James, te necesito demasiado… Por favor—Ambos sentían sus respiraciones en sus rostros, ella lo acariciaba tiernamente quería sentirlo, quería tenerlo con ella, quería que la hiciera suya.
—Te amo—Dijo James antes de volver a capturar sus labios, el le quito la sudadera mientras ella le desabotonaba la camisa. James miro sus brazos con moretones, eran las marcas de las manos de Justin, el acaricio dulcemente con las yemas de sus dedos.
Se deshicieron de su ropa y también noto los golpes en sus piernas, con besos bajo lentamente hasta sus piernas, besaba cada parte golpeada con delicadeza y amor, volvió a subir y beso los moretones de su brazos hasta llegar a su rostro, lo acariciaba y con su dedo dibujaba el moretón en su pómulo, beso sus parpados y su nariz, beso su pómulo lastimado y por ultimo la comisura de su labio lastimado.
—Te amo James. Hazme tuya—James entro en ella lentamente llenándola de placer, con movimientos suaves la hacia suya, temía lastimarla, la besaba dulcemente en sus golpes, sus labios, sus pe...chos, cada centímetro de su cuerpo. Eran uno mismo, y con esa entrega se daban cuenta de que no importaba nada, solo ellos y su amor por el cual lucharían contra lo que fuera y si tenían que enfrentar al mismísimo demonio lo harían con tal de ser felices juntos.

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