22

103K 7.4K 3.6K
                                    

Estamos a jueves y he quedado para cenar en la casa de mi hermana, con mis sobrinos y mi cuñado.

Después del trabajo, voy directamente allí y juego con Brandon y Abigail con unos libros y juegos que les he traído — motivo por el que mi hermana me sermoneó sobre dejar de malcriarlos y yo ignoré— mientras Jessie cocina algo sobre el fuego.

—¿Algo que me quieras contar, Gem?

Mi hermana y yo no tenemos muchos secretos, en realidad, pero lo cierto es que no he hablado mucho con ella sobre el dúo. No conversamos mucho las últimas dos semanas, porque su trabajo realmente la consumió y yo estuve bastante abstraída en ordenar mi vida.

—Estoy saliendo con alguienes — puntualizo.

—¿Son del club? — asiento— oh, genial... ¿Entonces el asunto con Dante e Iván está superado?

—creo que ya los había superado antes de que rompieran conmigo— murmuro— solo era mi ego herido hablando— me apoyo contra la isla, mientras ella sigue cocinando.

—entonces... ¿Quiénes son?

—uhm, se llaman Andrei y Nikolai— le digo, con un ligero nerviosismo por mencionarlos. De algún modo, siento que estoy invocando a los diablos rusos— los conocí en Seks, uno de ellos es primo del dueño, que es mi amigo.

—entonces, uhm... ¿Uno de ellos es sumiso? — mi hermana sabe algunas cosas sobre mi vida sexual y realmente nunca me juzgo, así que cuando me hace una pregunta, le respondo honestamente. Prefiero tener una hermana curiosa, que luego me ayuda a conseguir vestidos de látex, antes de que una que me ignore o me rechace por ser como soy.

—no, ambos son dominantes— le aclaro, sonriendo— si, lo sé, es extraño, pero de algún modo, funciona bien para ellos... y para mí.

—oh, bueno, yo... solo me sorprendí un poco— me sonríe.

David se ha llevado a los niños al patio y nosotras estamos en la cocina.

—lo sé, yo tampoco sabía si iba a funcionar porque... bueno, una cosa es tener a uno de ellos dándome órdenes, pero tenerlos a ambos...

—¿Y qué tal son? ¿Qué me puedes contar de ellos?

—bueno... Andrei es abogado, trabaja en la fiscalía. Nikolai es policía, pero no está en las patrullas, sino en la investigación y en las tomas de rehenes— aclaro— el abogado es el primo de Demian, el dueño de Seks— le explico— ambos son... intensos.

—¿Y te gustan?

—si— musito— es solo que... a veces siento un poco de temor. Lo normal, que pasa en todas las relaciones— suspiro.

—claro...

—he pensado en empezar terapia— resoplo— porque a veces siento que mi temor es mayor dell que debería tener y... lo he hecho, fui a una sesión hace unos días— suspiro— ¿Puedes creer que la mujer sugirió que necesitaba un tratamiento porque mis fetiches son una enfermedad? — luego de aclaro— el sadomasoquismo no es una enfermedad, lo dice la OMS, pero hay psicólogos anticuados y pues... no importa.

—tal vez deberías conseguir otro profesional— me sugiere Jessica.

—si, posiblemente lo haga— murmuro. Antes de que pueda seguir hablando, mi teléfono suena. Cuando leo Policía en la pantalla, le digo a Jessie— otra cosa que puedo decirte sobre ellos, es que los bastardos tienen un radar para saber cuándo estoy hablando sobre ellos. Comienzo a alejarme antes de responder con la voz más dulce que encuentro— hola.

De todos modos, Nik sabe que no soy una sumisa dulce.

—buenas noches, conejita— me dice.

Barroco | SEKS #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora