Barroco | SEKS #2

21

Actualización doble. Si te aparece este capítulo directamente, retrocede al veinte porque no vas a entender nada.

¡Disfruten!

—necesito saber que lo que diga quedará entre nosotros.

Demian me observa mientras yo juego con un hilo suelto de mi camiseta.

—sabes que es así, Gemma— murmura.

Llevo un rato hablando con Demian sobre mis emociones confusas respecto a Andrei y Nikolai pero me he detenido luego de mencionarle el incidente de mi apartamento.

—pero es tu primo y uno de tus mejores amigos—señalo.

—eso no importa—insiste—¿Qué es lo que te molesta?

—yo... es que luego de lo que pasó ese día no me siento muy segura respecto a hacer escenas en otro lugar que no sea el club y me da un poco de miedo que eso termine por joder algo que ni siquiera empezó—mascullo—¿Eso tiene sentido?

—lo tiene y mucho—me dice con una sonrisa leve—el club te da seguridad, Gem, sabes que aquí siempre habrá alguien para intervenir. Además, ni siquiera tienes una relación tan estrecha con ellos. Es algo comprensible.

—lo sé—muevo mi cabello, nerviosa— es que siento que estoy estancada, porque no quiero hacer escenas fuera del club porque no confío tanto en ellos, pero a la vez, no alcanza con solo hacer escenas en el club para poder confiar entonces... no avanzo ni retrocedo.

—te entiendo—Demian se rasca la barbilla y suspira—¿Por qué no intentas venir al club en momentos donde haya poca gente para empezar a fomentar un espacio más privado sin que tú te sientas desprotegida?— sugiere.

—si, eso suena bien— le digo—¿Debería hablarlo con ellos?

—¿Quieres que yo lo haga?

—no, lo haré yo—determino—además creo que es una forma de demostrarles que sí me comunico con ellos—Demian me sonríe—¿También tienes este tipo de problemas con Lianna?

Él niega.

—no, de hecho ella se siente más segura haciendo escenas en lugares privados—me explica—la abruman las personas—dice— ni siquiera sé cómo logré convencerla de venir al club.

—supongo que ella confía en ti—suspiro.

—es algo en lo que estamos trabajando—me da una sonrisa leve—no importa cuanto tiempo lleves en esto, Gem, también es algo que tú y ellos deberían hacer. Puedes llevar años siendo sumisa pero solo hace unos pocos días que eres de ellos.

—lo sé—suspiro—hablaré con ellos.

—hazlo—me insista— y dime si necesitas ayuda.

—lo haré—le sonrío—y gracias por el consejo, Demian.

—cuando quieras, barbie.

No mucho después salgo de su oficina y comienzo a caminar al exterior del club. Sé que Nikolai y Andrei están trabajando y por eso decido que es mejor esperar hasta un poco más tarde para escribirles. Aprovecho a pasar por el supermercado y me entretengo paseando por las góndolas cual señora de sesenta años sin nada mejor que hacer.

Hoy el museo está cerrado por el recambio de exposiciones y eso implica que tengo un día libre, así que pensé en aprovecharlo para hablar con el dueño de Seks y hacer las compras, además de finalmente terminar de decorar mi departamento.

Me detengo en la sección de frutas y verduras y no puedo evitar tener una idea idiota cuando veo unas enormes zanahorias en una de las góndolas.