Barroco | SEKS #2

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Para cuando llegamos a la casa, estoy tan cansada que a duras penas puedo mantener mis ojos abiertos mientras volvemos a la casa.

Siendo honesta, termino por dormirme a mitad de camino y despierto cuando Andrei detiene el coche en la entrada. No voy a mentir y decir que me esfuerzo por despertarme, porque en realidad, sé que alguno de ellos va a sacarme del coche y llevarme al interior de la casa.

De hecho, Nik me carga y yo me aferro a su cuello mientras sus brazos duros me rodean. Lo extrañé un poco. El hombre ha estado en modo policía durante toda la noche y, a pesar de que Andrei estuvo completamente pegado a mí, me siento incompleta cuando uno de ellos está ausente.

Una vez dentro de la casa, Nik me deja sobre mis pies y yo parpadeo, con el sueño pegado.

—no me sueltes o me caeré y quedará en tu consciencia— le gruño, cuando sus brazos se mueven de mi cadera a mis hombros.

—¿Cansada, amor?— se ríe.

—¿A ti qué te parece?— bostezo.

—vamos a llevarte a la cama— sugiere Andrei.

—no— me alejo del policía, un poco más espabilada y lo miro— quiero saber por qué has estado distante toda la noche— lo increpo— y no quiero excusas.

Él y el abogado se miran por unos segundos que se me hacen eternos y luego, Nikolai suspira.

—Lianna estuvo yendo al Club estos días— me dice— simplemente iba allí y se quedaba.

—mi primo no hizo bien las cosas— dice Andrei.

Yo suspiro.

—si estuviera en su lugar, posiblemente los hubiera matado— mascullo— pero ella... hizo lo que Demian le pidió, tal vez pensó que hacía bien al irse.

Intento que el sueño desaparezca de mis facciones mientras escucho la respuesta de Andrei.

—ella no quería irse—me dice el abogado— Demian prácticamente la subió a un avión de regreso.

—pobre Lianna —murmuro— ella realmente ama a Demian.

—lo que me preocupa es que ella parecía completamente perdida— añade Nik— me preocupa cómo esto los está afectando a ambos.

—hablaré con ella— determino. Pasé por una etapa de estar perdida, tanto cuando Andrew e Ivan dejaron de ser mis amos. Es como si fueras por una carretera con muchas curvas, a toda velocidad y sin frenos. Sabes que algo en todo eso va a salir mal.

Andrei niega.

—es inútil. También lo he intentado varias veces pero lleva su teléfono apagado desde que regresó— explica— además, quien debe hablar con ella es Demian. No podemos interferir.

—¿Por qué increpó? Ambos están sufriendo.

—porque tiene que salir de ellos, amor— me dice Nik.

—¿Cuándo va a regresar Demian?

—mañana— responde Andrei— Viktor también vendrá.

—¿Su chófer irá a buscarlo al aeropuerto? — el abogado me dice que sí—¿Podrían hacerme un favor?

—¿Qué quieres, conejita?

—¿Podrían llamar a su chófer y decirle que nosotros iremos?

—Demian no está precisamente de humor para...

—me vale madres el humor que tenga— resoplo— se está haciendo daño y a Lianna también— carraspeo— y honestamente, si la situación fuera al revés, me gustaría saber qué Lianna les pateó el culo hasta hacerlos entrar en razón— cruzo mis brazos y los observo— dile a Thomas que nosotros iremos a buscarlo y... yo tendré la oportunidad de hablar con Demian.