55. Reconciliaciones

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Jessica camina por las calles cercanas al apartamento para no perderse, pero en su interior, moría de ganas por perderse y desaparecer. Pero, ¿luego qué? ¿qué pasaría con Niall? ¿qué pasaría con ella sin Niall?

En lo profundo de su garganta, nace un sonido gutural de frustración. Odiaba el hecho que dependía mucho de Niall, como si fuera una niña pequeña o un cachorro con una pierna rota. Sentía esa necesidad de estar cerca de él a cada momento y saber en donde estaba todo el tiempo, ya que si le pasaba algo, sabría hacia dónde ir. Pasaba todo el tiempo en el apartamento, o sino, salía fuera, pero siempre junto a Niall.

Se preguntaba si era tóxico su comportamiento.

Antes solía ser más independiente. Salía a las calles de Minnesota por horas, y, aunque se perdiera, siempre terminaba por encontrar el camino de vuelta a casa. Supongo que eso era porque no tenía a nadie. No importaba si se perdía o si le pasaba algo, porque no había nadie a quien le importara, pero ahora estaba Niall, y no podría hacerle pasar un mal rato. No lo merecía.

Luego pensó sobre su comportamiento con Niall, al ser tan posesiva y miedosa. Supuso que era porque no quería perderlo, no quería arriesgarse a que encontrara a una mujer mejor que ella y decidiera por dejarla. Si sus padres la abandonaron... ¿qué le impedía a Niall hacer lo mismo?

Niega con la cabeza. No podía pensar así de Niall. Él le había demostrado de muchas formas que él la amaba y que cada día se despertaba eligiéndola a ella, y que no la cambiaría por nada. Aún así, le costaba creer que alguien como Niall Horan quisiese estar con alguien como ella. Alguien con un ánimo inestable. Alguien que fue abandonada por sus propios padres. Alguien que se hacía daño hasta sangrar para aliviar el dolor de una manera poco sana. Alguien que le cuesta confiar y tiene el autoestima más bajo del mundo. Alguien sin un cuerpo perfecto ni una cara bonita. Alguien que se esconde a llorar en vez de hablarlo.

Alguien que podría explotar en cualquier momento.

Eleva la cabeza al oír truenos a lo lejos. Frunce el ceño. Era verano, ¿por qué el cielo tenía pinta de ponerse a llover en cualquier momento? Entonces se recuerda que era Londres y que su clima era impredecible.

Pero quería que lloviera, para que las gotas camuflaran sus lagrimas. No pasa mucho tiempo cuando se pone a llover. Primero suave, pero luego de media hora, tomó fuerza. Pareciera como si el cielo se fuese a caer. Jessica sin importarle que estuviera empapada, se sienta en una banca y apoya los codos en sus muslos para luego girar las muñecas para observar sus cicatrices.

¿Cómo a Niall no le avergonzaba que fuese visto con ella? ¿con alguien con ese historial? ¿con alguien con un cuerpo destruido? Se lleva las manos al rostro y ahí grita en silencio, rezando que sus pensamientos destructivos se detuvieran. Tenía que detenerse. Ella era amada, se iba a casar con el hombre de sus sueños. ¿Qué más necesitaba para dejar el pasado atrás? Pero, ¿cómo dejar algo atrás cuando tienes el recordatorio escrito en tu cuerpo?

Jessica aleja y se mira la mano izquierda, donde reposaba su anillo de compromiso. Entonces sonríe, ahí tenía otro recordatorio: de que alguien la amaba incondicionalmente y que no estaba dispuesto a irse.

Entonces, de un salto, Jessica se levanta y corre de vuelta al edificio. Recuerda todas las llamadas que Niall le había hecho y que ella había decidido ignorar. Niall debe de estar muy preocupado por ella. Ya habían pasado hartas horas desde que había abandonado el apartamento.

En cuanto estuvo frente a la puerta del apartamento, se acobardó al instante. Niall debe de seguir muy enojado con ella, y ella sentía mucha vergüenza, no sabía si sería capaz de mirarle a la cara.

Help Me - Niall Horan❄️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora