Jessica da otra vuelta en su eje, sin poder despegar sus ojos de su reflejo. ¡Joder! ¡Era bellísimo! La falda del vestido revolotea en el aire y a Jessica le brillan los ojos.- Wow...
- ¡Estás bellísima!
- Me encanta.
Maura, Rachel y Sophia exclaman cuando recuperan el habla luego de quedarse mudas cuando Jessica salió del cuarto de cambio.
Hace una semana comenzaron a buscar vestidos de nuevo, yendo de tienda en tienda, pero ninguno convencía a Jessica. Ella tampoco sabía cómo quería que su vestido de sus sueños luciera, pero sabía que lo descubriría cuando lo viera, y luego de busquedas fallidas, finalmente se estaba viendo enfundada en el vestido de sus sueños.
No tenía mangas y el escote era de corte corazón. Tenía un corsé ivory que abrazaba sus curvas y la falda de encaje y tul caía suelto al suelo. Era bellísimo. Había quedado tan enamorada del vestido que no quería quitárselo nunca.
- Lo quiero- dice Jessica sin dejar de observar al vestido y jugar con la tela.
Sophia se acerca por atrás y luego abre los ojos como platos.
- Oh Dios, cuesta casi cuatro mil libras- exclama ella.
Es cuando Jessica sale de su ensoñación y su expresión pasa de alegría a horror para luego ser reemplazada por una de decepción.
- Oh- musita. El vestido le encantaba, era maravilloso, y era de su talla, pero era demasiado dinero para un vestido que solo iba a usar un día.
Rachel salta de su asiento, no iba a dejar que su amiga se pusiera triste.
- Bueno, ¡qué suerte que su futuro esposo es billonario!- exclama ella sin dejar que su entusiasmo menguara.
- Bueno, eso es verdad- comenta Sophia.
- Lo sé, pero no puedo dejar que Niall gaste tanto dinero. Sigo sin creer que no me dejara pagar por mi propio vestido- se queja Jessica soltando un resoplido.
Hace una semana ellos habían discutido cuando Jessica había llegado de su primera sesión para probarse vestidos de novia y comenzó a burlarse y quejarse de lo caro que eran los vestidos que habían ido a ver. Niall le había pasado un montón de datos donde habían vestidos hechos por grandes diseñadores con quienes él había trabajado, pero claro, ¡esos diseñadores eran carísimos! Prácticamente forran sus creaciones con diamantes y esmeraldas.
Luego Niall le dijo que no se preocupara, que él le regalaría el vestido, y que no se preocupara en ver los precios. Jessica claramente se rehusó. Ella tenía dinero, ahora, pero no quería gastar tanto en tan poco. Nunca había tenido tanto dinero en su poder, por lo que le daba cierto miedo usarlo, pensando que un movimiento en falso y todo desaparecería.
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Help Me - Niall Horan❄️
FanfictionUna llamada, una sola llamada podía salvar una vida, y cambiar el mundo de alguien. ¿Quién diría que tú ídolo terminaría por salvarte la vida? Jessica estaba al borde del precipicio, cuando usa el móvil en busca de esperanza. Llamar al número equivo...