11. Todo por él

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Habían pasado cuatro días desde que no sabía nada de Niall. Jessica se había desconectado de todo, de lo que pasaba fuera, en la realidad, en internet... se había desconectado de ella misma, porque pensó que de aquella manera sería más soportable su dolor.

Era un simple cuerpo accionado por la rutina. Despertaba, tomaba desayuno, medicación, se daba una ducha, pasaba fuera con las demás sin intercambiar palabras. Luego actividades, la cena, medicamento, y a dormir.

Lo único que podía pensar era en que extrañaba a Niall, y que no la había llamado. Se sintió miserable, y quiso desaparecer. Ya nada la llamaba a seguir viviendo, había dejado de importarle a Niall, y en su vida, ya no había nadie más. Estaba luchando para nada. No quería despertar al siguiente día, porque no tenía nada ni nadie que la motivara para despertarse y vivir el día que amenazaba con destruirse.

Esa mañana, cuando despertó se dirigió a la sala de estar donde las chicas fantasmas se sentaban frente a la TV sin parpadear o moverse. Allí estaban las demás sentadas al rededor. Esa mañana, el ambiente estaba particularmente silencioso y aquello puso a Jessica nerviosa.

Se sentó en un sillón disponible y agarró un libro para intentar concentrarse en las palabras, pero al notar que todas la miraban, no pudo contenerse más.

- ¿Qué demonios miran?- masculla de mal humor.

En eso, Darla y Olivia se sientan junto a ella con una expresión preocupada.

- ¿No... No te has enterado?- cuestiona Olivia mirándola con atención.

- ¿Enterarme de qué?- espeta esta haciendo un esfuerzo por no ponerse a llorar de nuevo.

- Jessica, necesito que me mires...

- Es sobre Niall- dice apresuradamente Darla. Aquel nombre hizo que Jessica alzara el rostro y apartara el libro.

- ¿Qué pasa con él?- inquiere esta ansiosa. Enseguida, nota la preocupación invadiéndole el cuerpo.

- Bueno... a él no le ha pasado nada, pero en twitter se comenta que un amigo cercano a Niall se suicidó y sus familiares dicen que él se encuentra bastante afectado, además de querer privacidad y eso...

- Oh por Dios- musita Jessica llevándose una mano a la boca.

Se sintió como una hipócrita pensando que lo sentía, que aquello era horrible, y que Niall debería estar sufriendo. Entonces pensó en su persona, y sintió que le debía el mundo a Niall.

- Necesito hacer algo, disculpen.

Se apresura a levantarse y va corriendo los pasillos en busca de Morris. El corazón le latía fuertemente. De alguna manera, podía sentir el dolor de Niall. Perder a alguien de aquella manera permanente era una herida que no sanaba, tan solo cicatrizaba, una cicatriz tan fina que era fácil romperla si no se trataba bien.

- ¡Morris!- grita cuando ve a la enfermera a lo lejos. La morena se voltea y se asusta cuando ve a la chica corriendo. Se da cuenta que le habían vuelto los colores a la cara.

- ¡Niall!- dice parando, y cómo iba con pantuflas y el suelo era liso, se deslizó hasta los brazos de Morris. Ella se había enterado.

Morris abraza a la chica en sus gruesos brazos y la deja llorar ahí tranquila. Morris supo de antemano lo que iba a pasar, porque conocía los corazones nobles y generosos, y Jessica tenía uno enorme.

- Tengo que ir con él, Morris- dice esta ahogando el hipo- Necesito llamarlo- insiste- ¡Por favor!

Entonces Jessica abre los ojos incrédula cuando Morris sin decir nada saca su móvil de uno de sus bolsillos, toca la pantalla y luego se lo entrega sin basilar. Entonces Jessica sonríe agradecida y toma el teléfono esperando con ansias a oír su voz.

Help Me - Niall Horan❄️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora