- ¿Que le causaron una contusión?- inquiere Niall agitado- ¿Pero qué clase de hospital no sabe controlar a sus pacientes? Dije que quería los mejores tratos para ella- espeta Niall furioso por el teléfono.Comenzaba a odiar la distancia, su incapacidad de hacer las cosas bien, de ayudarla, de abrazarla... de conocerla.
Cuando le llamaron para informarle de que tuvo una pelea con una de las pacientes y que esta la golpeo la cabeza hasta dejarla inconsciente se volvió frenético, desesperado. No sabía por qué reaccionaba así, Jessica no era nada de él, nada para él, pero ella no tenía a nadie, y sentía pena, empatia. Quería salvarla de ese infierno por el cual estaba pasando. Y sentía que era el único que podría proporcionarle esa seguridad que Jessica necesitaba.
Le gustaría ir a Minnesota para conocerla, pero estaba muy ocupado con su gira mundial. Pero se acordó de que dentro de un mes tendría un concierto en Minneapolis y podría aprovechar de hacer un largo viaje hacia Minnesota, pero dudaba que su manager le dejara tomar ese riesgo teniendo en cuenta que al día siguiente tendría otro concierto.
Bien sabía que tenía que arreglar las cosas con ella, quería ser su amigo, quería que ella supiera que podría contar con él cuando más lo necesitase. No iba a dejar que volviese a arruinar su vida.
Allá en Minnesota...
Ya había pasado un día desde el accidente y desde entonces no ha querido salir. Darla había intentado animarla haciendo danzas pero no había dado resultado. Jessica solo se daba la vuelta y se cubría con la manta todavía más.
No dejaba de pensar en Niall y en Ty. Se sentía sola y triste y necesitaba a alguien con quien hablar. Niall le había salvado dos veces la vida, y recordó todas las veces que se lo pidió al verdadero Niall, aquel hombre inalcanzable y con muchas fans. Al menos un Niall había recurrido a su rescate.
- Toc toc- dice Morris, una enfermera de piel morena quien la asesoraba y se encargaba de que Jessica comiera y se tomara sus píldoras- Te ha llegado un regalito, Jessica.
La nombrada se voltea y ve a un oso blanco de peluche gigante con la panza rosada. Era casi de su altura.
Jessica sorprendida se levanta y se dirige al oso el cual entre sus patitas sostenía una caja rosada y una carta.
Abre el sobre y se muerde el labio al ver el nombre de Niall.
No me gusta saber que estás enojada conmigo y no poder estar ahí para arreglarlo. Te salvé dos veces, y lo volvería a hacer aunque eso conlleve a que no me vuelvas a hablar. El destino hizo de las suyas y envió tu mensaje a mi móvil, ¿te imaginas qué hubiera pasado si eso jamás hubiera pasado? Quiero ser tu amigo, Jessica. Quiero que cuentes conmigo cuando quieras.
Hazme el favor de cuidarte. Quiero que mejores y que viajes y conozcas el mundo, pero tomate tu tiempo, que nada se va a ir de su lugar.
Con cariño, Niall xx
Jessica mira hacia arriba y suelta un suspiro. Una sonrisa amenazaba con asomarse.
- Sonríe, cariño, no tiene nada de malo- dice Morris con una sonrisa en su rostro, luego de dos días, la chica finalmente sonreía.
- ¿Puedo usar el teléfono, por favor?
- Solo para llamar a ese chico- se burla y le guiña un ojo para darle la pasada.
Jessica con un leve trote llega al teléfono del hospital que estaba colgado. Lo toma y marca el número que se había memorizado. Para mal o para bien, tenía buena memoria.
Cuando marcó enseguida la envió al buzón de mensaje, pensó que tendría el móvil apagado. Se sintió un tanto decepcionada, porque tenía muchas ganas de oír la voz de Niall, pero se dijo que así sería mejor.
*Niall*
Niall lo primero que hace al bajarse del avión es encender su móvil. Desliza el dedo por la pantalla y mira el número desconocido y americano que le había llamado hace un par de horas. También tenía un mensaje de voz.
Su corazón comienza a latir con fuerza, recordando que no hace tanto algo similar le había sucedido.
Aprieta el mensaje y se lleva el móvil a la oreja para escuchar.
- Niall... Hola, es Jessica- comienza diciendo titubeante. Niall sonríe al oír su voz nuevamente- Lo siento- dice después de unos segundos en silencio, se la imaginó mordiendose el labio inferior con nerviosismo, pero le costó, porque no sabía cómo era Jessica físicamente-. Diría que lo que hice fue una estupidez, pero no soy una hipócrita ni una mentirosa, así que no lo diré- sus palabras hacen que una mueca se pronuncie en los labios de Niall.
Lo que había hecho sí era una estupidez, al menos para él. ¿Cómo una criatura podía sobrevivir a aquel tormento? Se preguntaba cómo estaría luego de lo sucedido.
Siguió escuchando.
- Realmente quería hacerlo, estaba desesperada- confiesa-, pero ahora estoy aquí, viva, llena de oportunidades, gracias a ti, Niall- el tono de voz de Jessica se anima un poco-. Voy a mejorar, para salir de aquí, conseguiré un trabajo, y ahorraré para poder conocerte, para conocer a la persona que me ha salvado la vida, no una, si no dos veces, y ha tenido que aguantar mis estupideces. Así que lo siento, y gracias.
Niall con pasos calculados se dirige con su maleta hacia la camioneta, preocupado de no hacer ningún ruido para no perderse ninguna de las palabras que Jessica decía, sus mensajes siempre eran largos.
- Fue inmaduro de mi parte el haberme enojado contigo y Ty por haberme ingresado aquí en contra de mi voluntad, todavía me siento un tanto resentida, pero no tanto, porque me doy cuenta que estaba cansada de la soledad, y que un poco de compañía no me haría mal. Además la comida y la cama son gratis, pero supongo que lo estás pagando tú, así que otra vez gracias, te devolveré hasta el último centavo, aunque me tarde años.
La risilla que suelta es risueña y despreocupada, y aquello hace que a Niall se le forme una sonrisa en el rostro.
- Y gracias por el oso, me encanta, me acordaré de ti cada vez que lo abrase, aunque es un poco loco, porque de alguna manera, me siento cercana a ti, y ni siquiera sé quien eres y cómo eres, no sé cómo imaginarme a ti al pensarte...
Niall se ríe, porque eso mismo le sucedía con ella.
- Pero da igual, aunque seas feo, te ganaste mi respeto, y eso dice mucho- se burla- Y también gracias por la caja de macarrones, ¡me encantan! Excepto el de frambuesa, de menta y coco, pero los demás están ricos, y los que no me gustan lo usaré de chantaje o para ganarme el amor aquí- se ríe-. Como sea... espero oír de ti. Aunque haya deseado oír tu voz, agradezco que me hayas mandado al buzón porque sino no sabría cómo te habría dicho lo que te tenía que decir a sabiendas que podías interrumpirme o burlarte de mí en el segundo.
Niall le hace unas señas a Deo para que supiera que estaba ocupado escuchando algo, así que su primo se voltea y comienza a hablar con los demás.
- Eso es todo, Niall. Gracias por todo, y por favor, no me olvides.
El mensaje se termina.
Y cómo olvidarla. Era una chica un tanto rara y exótica. Podía ser sería y simpática. Tímida y pesada. Risueña y enojona. Triste y a la defensiva. Tenía una personalidad única, y eso le producía curiosidad a Niall.
No sabía cómo ni cuando, pero sabía que algún día la conocería.
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Help Me - Niall Horan❄️
FanfictionUna llamada, una sola llamada podía salvar una vida, y cambiar el mundo de alguien. ¿Quién diría que tú ídolo terminaría por salvarte la vida? Jessica estaba al borde del precipicio, cuando usa el móvil en busca de esperanza. Llamar al número equivo...