Grace Asghari

Capítulo 8

Capítulo 8.
Grace Asghari.
El sexo.


Estoy completamente desnuda en su cama, me sujeta de la cintura y coloca mis piernas en sus hombros, con un rápido movimiento me eleva haciendo que su rostro quede justo en mi vagina, mi cabeza toca el techo y me hace sujetarme de la pared mientras en se come mi coño húmedo y lleno de fluidos.

Jadeo con fuerza al sentir su lengua haciendo círculos en mi clítoris, me aferró con fuerza a su cuerpo, me tiene cargada como su fuese una pluma, mientras yo me siento en mismísimo infierno de lo excitada que me encuentro.

Le hice un baile, lo invite a tocarme en público, y de camino al hotel sólo fuimos besos y caricias.

¡Mierda!

¿Qué hace él conmigo?

Me hace sentir bien…

Sus manos se aferran a mis nalgas y extiendo mis manos al techo buscando de alguna manera un soporte porque si sigue así, comiéndome con esa intensidad, voy a temblar en sus hombros…

Voy a tener un maldito orgasmo en la cima del puto techo de este hotel. 
Cierro mis manos en su cabello y cuando sabe que estoy por explotar, eleva sus manos para pegar mi torso a la pared, evitando que caiga.

Jadeo su nombre con fuerza mientras él sigue lamiendo y chupando con exquisitez… Tiemblo en sus hombros, mis piernas y todo mi ser convulsiona.
Amo los orgasmos.

Me liberan, me aligeran…

Mi cabello cae aún lado, mientras el eleva su rostro para verme jadeando.

──primer orgasmo de la noche, Grace. ──susurra llevándome a la cama. ──. No vamos a dormir nada.

──Eso espero. ──musito abriendo mis piernas para recibirlo.

Lo quiero dentro, lo quiero invadiendo mi cuerpo, haciéndome sentir mujer, una mujer deseada. Gatea por la cama para meterse en mi piernas y penetrarme sin piedad.

Su frente queda junto a la mía, me aferró a su espalda al sentir su dura y gruesa erección haciéndose camino, llenándome y robándome un fuerte gemido.

──¡Maldición! ──gruñe. ──. Me pones mal… ──jadea, empezando a moverse mientras me besa.

Me siento diminuta bajo su cuerpo, es tan grande y tan corpulento que su inmensa espalda me cubre por completo, sus músculos se marcas y acentúan con sus movimientos, me embeleso disfrutando de su cuerpo y de lo rico que se mueve y se siente.

Cierro mis piernas en sus nalgas, buscando hacer más profundos sus movimientos, y lo hace, lo hace duro con fuerza, mis gemidos delatan todo lo que cuerpo está sintiendo.

Sus besos van haciendo estragos por donde se pasean.

Mi piel se eriza…

──¿Te gusta?

──Me encanta. ──paso mi lengua por su cuello para verlo temblar y jadear desesperado.

Sus manos se posan en mi cintura y nos gira haciendo que quede arriba de él, posa mis manos en su pecho duro…
Este hombre tiene que ser de mentira.

Lo observó cerrar sus ojos y disfrutar de lo que siente, de lo que le hago sentir, me muevo de arriba a bajo, abriendo mis piernas para que vea cómo sale y entra en mi por completo, mi boca se hace agua ante las sensaciones que abruman mi cuerpo y mi mente.

Sus manos viajan a mis senos, para pellizcarlos y masajearlos, mi piel sensible se eriza y vive con intensidad lo que sucede.

Me toma del cabello y me obliga a besarlo…

Esto es demasiado.

Siento que quemó… que me incendio con él debajo de mi cuerpo, sus dedos pellizcan mis pezones duros y erectos, hasta que me sujeta con fuerza las caderas y me obliga a inclinarme hacia su rostro, eleva mis nalgas y comienza a penetrarme rápido y fuerte.

Mis gritos…

Mis gritos y gemidos deben de escucharse en todas Las Vegas.

Mis fluidos corren por mis muslos, mientras jadea cerca de mis labios.
Su cuerpo se tensa, y el mío también, nuestros cuerpos parecen sincronizados, hechos para estar…

Se deja ir con un fuerte gruñido al tiempo que mi orgasmo aparece.

Me dejó caer sobre su pecho, siento su corazón latir con fuerza, sus manos se pasean por mí espalda completamente desnuda.

──Eres una maravilla de mujer. ──susurra pegando sus labios a mi frente. ──. Quiero mas de ti… mucho más. ──musita casi sin aliento mientras empieza a moverse otra vez, entrando y saliendo…

──Ahhh… ──jadeo.

──muchos orgasmos. Muchos…


*********

Observó mi tipos perfectamente acomodada en su clóset, todo está en donde debería ir, o mejor dicho… donde yo lo pondría.

Mi consolador en una esquina hace que me sonroje.

¡Mierda!

Lo vio…

──Si, lo vi y lo tuve en mis manos, estaba pensando que sería divertido usarlo esta noche, mientras él te da por tu bello culo, yo te penetro por tu deliciosa vagina. ──susurra en mi espalda, aprieto mis muslos con fuerza para girarme a verlo.

──Me gusta esa idea. ──su sonrisa se amplía y no voy a mentir…

Se ve bellísimo.

Está buenísimo y está riquísimo…

──Lo sé. ──da un paso hacia mí, obligándome a pegar mi espalda al clóset, su mano acaricia mi pierna descubierta debido a mi falda negra.

Escucho como baja el cierre de su pantalón y cuando estoy protestar porque llegaré tarde me besa, hace aún lado mi braga y me eleva un poco para meterse en mi ser…

Gruño pegada a sus labios, mi vagina está sensible debido a tanto sexo pero se dilata y se lubrica al sentirlo dentro.
Se mueve muy despacio, haciendo de este encuentro torturados y delicioso.
Entra y sale, despacio, con calma…

Sintiendo cada sensación, viviéndola.

La puerta es tocada un par de veces mientras en sigue con sus movimientos.

──¿Quién? ──jadea viéndome a los ojos.

──Bharet, tenemos reunión en cinco minutos. ──dicen y me acerco a su cuello para morderlo.

──¡Oh mierda! ──hala de mi cabello para verme a los ojos, sonríe con malicia. ──. En un rato voy… ──gruñe sin quitar su mirada de mí.

──¿Qué dijiste? es urgente carajo, por favor… ──muerdo mi labio y eso hace que cierre sus ojos. ──. Tyler está que te mata, hombre…

──Moriré feliz… ──susurra viéndome a los ojos. ──. Me gustas… me gustas.

──Dame duro… cógeme duro. ──pido haciendo que pierda la cordura y que le importe muy poco que su amigo este en la puerta, empieza a penetrarme tan duro que sus gemidos y los míos resuenan en el lugar…

Mi semana de sexo, apenas comienza.