capítulo 22

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Capítulo 22
Bharet Mustly.
Hailey…


Tomo una de la carpetas que están en el escritorio de Ryle, han pasado largos meses…

Largos meses desde que mi madre falleció.

──¿Qué haces? ──pregunta mi amigo.

──No puedo seguir así, necesito ponerme a trabajar… ──gruño viéndolo sonreír.

──¡Bharet volvió! ──exclama golpeando mi espalda con efusividad.

──¡No cantes victoria antes de tiempo! Solo voy a leer esta carpeta. ──susurro dejándome caer en uno de los sofás.

──Igual, me alegra… pareces un zombie andando, y la verdad extraño a mi amigo. Extraño al Bharet de Las Vegas… ──suspiro al escucharlo.

Porqué yo también me extrañó a ese Bharet, extraño todo lo que tuve en ese momento a mi lado.

Extraño sus ojos… su cabello… su aroma, y esa condenada sonrisa sincera que desarmaba mi mundo, pero… ya ella no está.

Sé muy bien que está en algún lugar de Sydney, pero como dar con Grace Asghari cuando estoy hecho un desastre y tengo… a…

──¡Cariño! ¡Volví! ──exclaman haciendo que ambos levantemos nuestras miradas.

Ryle pone sus ojos en blanco, no tolera a Hailey. Lo sé.

──La paz se acabó… ──gruñe levantándose para ponerse frente a su computador.

La castaña entra con una inmensa sonrisa, deja su equipaje en toda la entrada y se acerca a mí, quedamos a escasos centímetros, observa mi rostro y se pone de puntillas para dejar un beso en mis labios.

¿Cómo pasó?

No lo se… pero, era lo que creía necesitar. Todo paso rápido y sin explicación, una noche de tragos llevo a un beso, ese beso llevo a caricias…

Necesitaba el calor y las caricias de una mujer y aunque no eran de esa rubia que me había robado más que el corazón, eran caricias al fin.

──¿Cómo te fue? ──pregunto. ──. ¿Todo bien?

──Si, todo de maravilla. ¡excelente! ──enfatiza con una inmensa sonrisa. ──. Aunque mi papá me pidió que fuésemos pronto, quiere vernos allá.

Sydney…

Ella está allá.

──Claro… pronto. ──musito.

──¿Qué haces con esa carpeta? ──pregunta, la observo en mis manos relajo mis hombros ante la mirada de mi amigo y de ella.

──¡Voy a comenzar a trabajar! ──decido haciendo que sus ojos se abran en demasía. ──. Es hora… y si vamos a Sydney pronto… quiero ir con un proyecto en manos.

──¿Un proyecto para quien? ──pregunta casi sin voz.

Frunzo mi ceño al ver su reacción.

──Son mis negocios Hailey. ──susurro. ──. Bienvenida… Ryle, comencemos.

Mi amigo asiente para empezar a mostrarme todo lo que han hecho en mi ausencia, Hailey se queda parada observando todo.

──¡Bharet! No creo que aún estés listo.

──No te estoy preguntando, Hailey. Es mi negocio, mi empresa… ya es hora. ──sentencio, asiente y se aleja para ir por su equipaje y llevarlo a mi habitación.

Tengo límites… y ello lo sabe, mis negocios son míos.

La puerta es lanzada Ryle y yo giramos nos giramos para ver.

──La hiciste enojar… ──susurra burlón.

──Me importa una mierda, trabajemos… ¿Puedo pedirte algo?

──Lo que quieras amigo.

──Voy a trabajar en el proyecto para los Asghari… no quiero que Tyler, ni Hailey se enteren. ──musito.

──Sabes que soy una tumba… puedes contar conmigo. ¡Secreto guardado!

──Bueno, comencemos…


****


Entro a mi habitación donde Hailey está acostada viendo televisión, no dice nada… solo me observa caminar hasta el vestidor en silencio.

──Te llamé hace dos días y no contestaste. ──susurro. ──. ¿Te divertiste con tus amigos?

──Si, Salí al cumpleaños de la prima de una amiga. Me hacía falta… aquí no conozco a nadie, salvo a ustedes. ──explica cambiando los canales.

──Te dije que podías volver a tus estudios sin problema. 

Lo hablamos, y lo deje claro… no iba a interferir en sus estudios, está por graduarse, y lo más correcto sería que los terminará, pero ella decidió quedarse aquí, conmigo.

──¿Y dejar lo nuestro? ──pregunta, apaga el televisor y me observa. ──. Pareciera que eso fuese lo que quisieras, llegue y estás callado, distante sin mencionar que comenzaste a trabajar…

──¡Es mi empresa! Voy a trabajar… no puedo estar toda la vida huyendo de mis responsabilidades, es hora… mi mamá no apoyaría eso, ya tuve mi duelo. Tú tomas tus decisiones, yo las mías Hailey, no cuestiones lo que hago, no te conviene. ──gruño haciendo que salga de la cama..

──Lo siento, no fue mi intención, es solo que llegue y estás extraño conmigo. ──susurra posando sus manos en mi pecho. ──. Te extrañe y tú parece que a mí no.

Suspiro al escucharla…

Su ausencia hizo que extrañará más a Grace… su ausencia hizo que la pensará más, mucho más y evidentemente eso me tiene de mal humor, porque no sé nada de ella, no se cómo llegar a ella.

Todo el maldito mundo tecnológico está en contra y eso me enfurece.

──Lo siento. ──musito, ella sonríe con dulzura.

Hailey ha sido un gran salvavidas… ella me ha ayudado mucho, ha tolerado mis días malos y se ha quedado allí.

Sus manos delicadas y suaves van al borde de su camiseta y la desliza para quitarla.

──Te extrañé… ──susurra liberando sus firmes pechos ante mis ojos. ──. ¿Tú me extrañaste?

Toma mi mano para posarla en uno de sus pechos, mis dedos juguetean con sus pezones, y ella cierra sus ojos disfrutando de mi toque.

──Si. ──miento.

Porqué no fue a ella a quien extrañé y sigo extrañando…

¡Maldita sea!

La sujeto con fuerza pegando su cuerpo a la pared, el rostro de Grace aparece frente a mí, su sonrisa ilumina todo, su sonrisa calma todo…

──Te extrañé demasiado. ──musito besándola con desespero.

Grace AsghariDonde viven las historias. Descúbrelo ahora