Epílogo

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Epílogo.
Grace Asghari.
5 años después.




──Vivekah, no. ¡No hagas eso! ──chillo viendo reír al perfecto clon de Vivika frente a mí.

──¿Tía que es esto? ──pregunta, viendo la  barra que sostiene en sus manos.

──Es algo de tía, mi vida. ¿puedes entregármela? ──pido con una enorme sonrisa en mis labios, tratando de calmar mis nervios.

──¿Qué e eso? ──Virgih aparece juntándose con su hermana.

¡Me van a volver loca!

¡Mierda!

──Rojo, mira. ──señala a su hermanita viendo con una amplia sonrisa.

──¿Rojo que? ──pregunto angustiada dando un paso hacia ellas , corren huyendo de mi llevándose con ellas eso que tanto necesito.

¡Carajos!

Son igualitas a la madre.

──¡Niñas! ──grito para escuchar su risa traviesa. ──. Si me entregan lo que tienen en la mano, juro que les doy galletas. ¿si?

La pequeñita de ojitos verdes asoma su cabeza elevando sus cejas con diversión.

──Virgih, tía te ama mucho, ¿Podrías por favor entregarme lo que tiene Vekah?

──Veka… no quiele.

──Te doy el doble de galletas. ──sus ojitos se iluminan haciéndome sonreír, asiente y va detrás de su hermana.

Aprovecho el momento para darle un vistazo a la pequeñita que duerme en su corral, mi hermosa prima no perdió tiempo, tres niñas… una detrás de otra.
Las amo con locura pero son igualitas a Vivika, en lo físico y en lo tremendas.
Siento como halan mi vestido, sus ojitos llenos de diversión me observan y me extiende en sus pequeñas manitas lo que tanto quiero, me arrodilló para llenar su hermoso rostro de besos y la escucho reír con fuerza.

──Te amo, Virgih. ──susurro.

──Amo, tía. ──dice.

Vekah nos observa en la distancia con sus brazos cruzados en su pecho, está celosa.

──Ven que para las tres tengo miles de besos. ──la espero con los brazos abiertos y corre para abrazarme con fuerza. ──. ¿Quieren galletas?

Asienten llenas de emoción.

Las llevo hasta la cocina y las siento en los taburetes repartiendo galletas en igual cantidad para las dos. Mi corazón late con fuerza, mis manos tiemblan y de reojo observo la prueba en la encimera.

Las dos rayas que se dibujan en ella hacen saltar mi corazón.

¡Mierda!

──¡Mierda! ──exclamo haciendo que Vivekah sonría.

──Mala palabra, tía. Tienes que darme 10 dólares. ──dice y siento que el aire me falta.

¡Mierda!

Tomo mi teléfono y marco el número de Bharet, no tarda ni un segundo en contestar.

──¿Esposa? ¿Que haces? ¿Cómo estás? Estaba pensando en ti…

──Yo… yo necesito que vengas a casa. ──susurro alejándome de las niñas que ríen compartiendo sus galletas.

──¿Todo bien? ¿Grace estás bien? ──pregunta y puedo escuchar como toma cosas y cierra la puerta de su oficina.

──Estoy… yo…

──Voy para allá. ──susurra trancando la llamada.

Escucho la puerta de la entrada abrirse y como si pudiesen sentir en su cuerpo quién es, las niñas corren a recibir a su mamá que las llena de besos y les repite una y otra vez lo mucho que las ama, rompo a llorar en cuanto veo la escena.

Porque yo llevo años soñando con eso…

Soñando con un niño corriendo a mis brazos para recibirme, Hope y Vivika han cumplido sus sueños, son madres… pero yo…

Vika me observa con el ceño fruncido y para entretener a las niñas les extiende su teléfono.

Le da un pequeño vistazo a Valeska que duerme antes de acercarse a mí.

──¿Qué pasó? ¿Qué hizo el idiota?
Niego con lágrimas en mis ojos.

──Yo…

──Grace, me estás asustando. ──susurra llevándome a la cocina, su mirada va inmediatamente a la prueba de embarazo.

Llevo dos años intentando quedar embarazada, dos años…

Dos años inyectándome hormonas, dos años haciéndome estudios, y miles de procedimientos.

Dos años…

Vika corre a tomar la barra y la suelta llevando sus manos a su boca, las lágrimas inunda su mirada azulada y corre a abrazarme, yo aún no lo creo… yo aún no lo proceso.

──Felicitaciones. ¡Dios! ¡Grace serás mamá! ──chilla emocionada entre lágrimas. ──. Grace… reacciona serás mamá. ──repite.

──Yo no lo creo.

──es real, mírala. ──me hace verla nuevamente.

──Y si es falso.

Mi prima niega llena de emoción.

──Bharet viene… yo no sé si decirle. No quiero que se ilusione. ──musito llena de temor.

──Hazte otra… ──susurra abriendo la caja donde guardo más de 10 pruebas de embarazo, y me extiende una de ellas. ──. Repítela, antes que él llegue.

Asiento dudosa, pero me encamino al baño más cercano.

Todo lo que soñé y anhele durante este tiempo pasa por mi mente llenándome de miles de ilusiones, quiero tanto esto. Lo quiero con el alma.

Quiero ser mamá.

Mis manos tiemblan, saco la barra conmigo luego usarla. Y se la extiendo a mi prima.

Llamo a Hope por vídeo llamada, está en Italia con Pietro.

Su pequeña pancita me saluda y mi hermana sonríe pero al ver mis cara su semblante cambia.

──¿Grace…? ──no digo nada, no puedo articular palabra alguna.

Vika toma mi teléfono y enfoca las dos pruebas, el grito de mi hermana me hace llorar, llevo mis manos a mi vientre plano y sollozo con fuerza.

Llena de emoción, las dos pruebas… las dos son positivas.

──¡Voy a ser tía! ¡Voy a ser tía! ──grita mi princesa Hope por el teléfono, llora de emoción junto a Vik. ──. Dios… muero por abrazarte, estoy feliz. Te amo, Grace… ¡seré tía! ¡serás la mejor mamá del mundo! Lo sé, se que si.

──¿Qué…? ──la voz de Bharet detiene todo, Vik despide a Hope y tranca la llamada dejando mi teléfono en la encimera, seca sus lágrimas y se acerca a mí esposo para dejar un beso en su mejilla.

──Voy con las niñas. ──dice guiñándome un ojo.

Respiro profundo ante el rostro desencajado de mi esposo, que me observa preocupado por mi llanto.

──¿Pretenciosa? ¿Qué pasa? ¿Qué fue lo que dijo Hope? ──pregunta.

Yo no doy para articular palabra, solo me acerco a él y llevo sus manos a mi vientre.

Su cuerpo se tensa, y sus ojos brillan.

──¿Estamos…? ¿seremos…? ──asiento, llena de emoción y de muchas lágrimas.

Me abraza con fuerza y me llena de besos, es algo con lo que ambos soñamos miles de noches, miles…

Nos imaginamos llenos de niños pero la vida tardó solo un poquito en bendecirnos, y aunque en algún punto sentimos que no estaba en nuestras vidas cumplir con ese rol, seguimos insistiendo…

Y aquí está nuestra recompensa.

Seremos padres.

El tiempo de Dios, siempre es perfecto.

Grace AsghariDonde viven las historias. Descúbrelo ahora