capítulo 55

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Capítulo 55
Grace Asghari.
Demir Mason.




Lo observó servirme un copa de vino, camina hacia mí con esos orbes azules, y esa confiesa de mierda que desarma a cualquiera, deben caer rendidas a sus pies, deben de suspirar cada vez que él respira, parece de mentira…

Mi teléfono vibra en la mesa, giro mi rostro para ver el nombre de Bharet en la pantalla, lo silencio por completo y me concentro en el hombre que tengo frente a mí.

──Puedes contestar si quieres… ──susurra con ese sensual acento.

──No quiero contestar. ──me miento a mi misma.

──¿Segura, Grace? ──asiento recibiendo la copa de vino.

──Segura.

──¿Por qué estás aquí? ──pregunta dando un paso más hacia mi, invadiendo mi espacio personal, embriagándome con el perfume y con todo su cuerpo.

──Porque quiero sexo. ──sonrie satisfecho al escucharme y asiente. ──. Y… quiero.

──Olvidar… ──susurra rozando mis labios con la yema de sus dedos.

──Si.

──¿Qué te hizo? ──pregunta viendo la pantalla de mi teléfono iluminarse de nuevo.

──Amar… ──susurro alejo mi teléfono lo más que puedo.

No Bharet, hoy no…

──Abre las piernas, Grace. ──ordena arremangado su camisa, puedo ver las venas que se marcan en sus brazos, su cabello rubio cae ligeramente en su frente y su mirada azulada está puesta en mí con lujuria.

Obedezco abriendo mis piernas lo máximo que me permite mi vestido.

Sus dedos viajan por mí torso hasta el borde de mi vestido, siento que el corazón va a salirse de mi pecho, estoy excitada y dolida, muy mala combinación.

El dolor, la rabia y los celos te llevan a cometer errores y este tiene nombre y apellido, se llama Demir Mason y está por llenarme de orgasmos y de increíble placer.

Sus dedos rozan mí braga haciendo que gima y afiance mi agarre al borde de la mesa, la anticipación de lo que hará, me tiene mal, me tiene con el sexo palpitando y goteando.

──Si quieres sexo, eso es lo que tendrás. Vas a recordarme por mucho tiempo, porque no soy fácil de olvidar, Grace… te lo aseguro. ──susurro muy cerca de pido erizando cada centímetro de mi piel.

¡Carajos!

Sin tocarme, me tiene temblando.

¡Vivika tenía razón! Él sabe lo que hace, él sabe cómo desarmar a una mujer y volverla una presa de su cuerpo.

Así me siento, presa de sus manos.

Sus ágiles dedos acarician mi sexo con sutileza, jadeo y disfruto de la sensación que me hace sentir un calor inmenso en mi piel, se aferra a mi largo cabello con extrema fuerza y busca mis labios, al sentir sus labios en los míos me siento en el condenado infierno.

Estoy haciendo mal… lo sé. Lo sé, maldita sea… pero qué bien se siente dejarse llevar por alguien que solo está dispuesto a complacerte.

Me gira y rompe mi vestido, sus manos recorren mi espalda desnuda.

──Eres muy sexy, Grace. La imagen de tu cabello recorriendo tu espalda hasta tus nalgas es afrodisiaca. Que Mierda tienen las Asghari en la piel… ──gruñe en mi oído rozando su dura erección entre mis nalgas.

──¿Qué tiene Demir Mason que embriaga? ──pregunto escuchando la hebilla de su pantalón, no me permite girarme a verlo.

Me tiene inmovilizada.

──Dímelo tú después de estar conmigo. ──susurro penetrándome de golpe.

Mi gemido debió de escucharse en toda la cuidad, tiemblo en sus brazos aprisionada por su cuerpo.

Entra y sale de mi jadeando, y bramando.

Olvidó… y solo siento.

Eso es lo que quiero.



****



──¿Quieres vino blanco? ──pregunta viendo el menú, asiento con una amplia sonrisa.

Hace el pedido de nuestra comida tomando en cuenta lo que me gusta, espero a que el mesonero se marcha.

──¿Esto es lo que haces luego de un fin de semana de sexo? ──pregunto.

Niega divertido.

──No, normalmente nos hubiésemos despedido la primera noche. ──confiesa mirándome a los ojos.

──¿Y porque pasaste todo el fin de semana conmigo?

──Porque quise Grace… ¿No te gustó?
Me encanto, no había tenido tanto sexo en mi vida, me desconecté por completo del mundo, no existía nada… Incluso, apague mi teléfono y aún no lo enciendo, no sé nada de Bharet, y sé que debe estar buscándome hasta debajo de las piedras.

──Me encanto, lo necesitaba.

──Lo se, yo también lo necesitaba. ──confiesa.

No hemos hablado de nuestra vida, solos nos hacemos compañía y me agrada.

──En unos días regresaré a Canadá. ──musita tomando la copa de vino que nos sirven. ──. Me gustaría mucho pasar estos días contigo.

¡Mierda!

──A mi también… Mañana tengo que ir a trabajar pero luego podemos vernos.

──Me parece perfecto. ──toma la copa y la eleva incitándome a brindar con él.
Elevó mi copa y le sonrió.

──Gracias por este fin de semana, querida Grace. ──susurra el rubio con una hermosa sonrisa en sus labios.

──Gracias a ti Demir Mason, por los exquisitos orgasmos que me diste y estás por darme. ──sonrie divertido.

──Cenemos, quiero enterrarme en ti otra vez… pero debemos comer primero.

Salimos del restaurant del hotel entre risas y frases sexuales, que me encienden, no hemos hablado de nuestra vida, no se qué secretos esconde porque sé que esconde, así como yo… lo sé por su mirada, lo sé por la manera en la que busca en internet información de alguien, lo sé por como huye de una realidad a la que no quiere volver, así… como yo.

Me río muy fuerte cuando dice que me hará gritar tanto que Vivika sentirá envidia.

Una mano me toma por sorpresa y me obliga a detener mi andar, me giro y me consigo con Bharet lleno de furia y celos.

Demir se gira al ver que no le sigo el paso, y quedó entre ellos dos.

──¡Nos vamos! ──exclama Bharet.

──¿Cómo? ¿Qué haces aquí? ──pregunto con el corazón a punto de salirse de mi pecho.

──Apagaste el maldito teléfono para acostarte con él… ──gruñe lleno de celos.

Demir se acerca y se interpone.

──¿Grace todo bien? ──pregunta.

──Si, Bharet ya se iba, debe estar pendiente de la madre de su hijo, y no estar pendiente de lo que yo hago en mi vida. ──digo soltándome de su agarre. ──. No hagas una escena de celos aquí, no te luce.

──¿En serio estás haciendo esto? ──pregunta dolido.

¡Mierda!

──No se que sucede entre ambos, pero creo que no es el momento, ni el lugar, Grace vámonos… ──Demir me extiende la mano.

──No te vayas con él Grace, por favor… no lo hagas. ──pide Bharet.

Grace AsghariDonde viven las historias. Descúbrelo ahora