capítulo 48

5K 507 24
                                    

Capítulo 47.
Bharet Mustly.
El embarazo.



Llevo mis dedos al puente de mi nariz, mi mente no ha parado, no he descansado, estoy agotado y abrumado, los ataques de ansiedad se han vuelto más frecuentes... al igual que las malditas migrañas que no me dan tregua.

La voz de Hailey me hace gruñir…

──Podrías hacer silencio cinco malditos segundos. ──gruño hacia ella cerrando mis ojos.

──¿Disculpa? ──pregunta ofendida.

──Lo que escuchaste Hailey, la cabeza va a explotarme por culpa de tu voz. ──suelto descargando lo que siento.

No la soporto, no soporto esta mierda.
Estoy agotado.

──Si quieres llamo a Grace y le digo todos los planes de boda haber si así mi voz te parece más cálida. ──musita con una sonrisa falsa en sus labios.

Me levanto de la silla y me acerco a ella de forma amenazante.

──Deja de amenazarme con esa mierda… ──gruño muy cerca de su rostro.

──Jamás…

──Tus amenazas solo producen más repudio en mi hacia ti. ──declaro.

──Soy la madre de tu hijo, respétame.

──Solo eso Hailey, la madre de mi hijo, más nada… ──sentencio. ──. Por jamás voy a amarte, jamás voy a verte de otra manera…

Unos pasos me hacen separarme de ella.

──¿Señora Mustly? Es su turno. ──frunzo mi ceño al escuchar como la llaman, niego lleno de ira.

──Ella no es la Señora Mustly, no estamos casados. ──aclaro a la secretaria que nos observa. ──. Y jamás vamos a casarnos.

Camino hacia al consultorio, con mi cabeza palpitando, siento que la vida se me volvió un infierno desde que ella apareció, y yo lo permití, todo esto es mi culpa, solo mía.

Yo me metí con ella, yo me aferre a ella en medio de mi depresión, yo no busque a Grace, fui yo…

Grace en cambio me espero… e intento dar conmigo, y ahora esto, ella ha cambiado, no es la misma, está dolida… y con todo el derecho.

¿Cómo puedo pedirle que luche por mí?

¿Cómo puedo decirle que me espere?

¿Cómo puedo pedirle que me acepte?

No puedo…

Yo debería luchar por ella, yo debería rogar y suplicar perdón, porque la he vivido cagando todo este maldito tiempo.

Hailey se sienta a mi lado, no me dice nada solo habla con el hombre que tenemos en frente, yo no escucho nada, no quiero estar aquí y me siento como una basura por ello, porque esa pequeña criatura no tiene culpa de nada.

Me imaginé esto con Grace, la contemple a ella a mi lado, sujetando su mano y viendo su enorme sonrisa desbordando felicidad por llevar un hijo nuestro en su vientre, me imaginé rebosante de felicidad…

No así… No sintiendo esto.

Rabia, impotencia y dolor.

No debería ser así, no debería ser así.
Los chasquidos de los dedos de Hailey me traen devuelta a la realidad, la observó cambiada con una bata.

──Me harán una ecografía, ¿Vendrás o no? ¿Serás tú padre Bharet? ──pregunta justo donde duele.

Justo en ese hueco lleno de dolor, justo en esa herida que me remonta a las noche donde lloraba pensando que era un niño malo, que había algo en mi que hizo que mi papá me dejará, no me quisiera.

Me levanto sin decir nada, con el maldito nudo en mi garganta y camino hasta la camilla.

El doctor guía a Hailey y explica paso a paso lo que hará, la pantalla comienza a cobrar vida cuando empiezan con el estudio, y allí aparece el saco con un pequeño bebé en formación en él…
Siento que el aire en mis pulmones se ha esfumado, sonrió al verlo.

Porque aunque no sea con la mujer que amo y siempre amaré, es mi hijo…

──Según fecha de última menstruación y por medidas ecográficas, tiene 16 semanas de embarazo.

Mi cerebro procesa la información, y como si fuese un calendario busco fechas, lugares… busco todo.

──¿A las cuántas semanas se puede hacer una prueba de paternidad? ──Suelto haciendo que ambos giren a verme con sorpresa.

──¿Qué dijiste? ──pregunta Hailey.

──Lo que escuchaste… si quieres que me casé contigo, esa es la condición, fácil y sencillo, Hailey. ──susurro con el mismo tono que ella utilizo conmigo.

La incomodidad es evidente en el doctor que observa nuestra conversación.

──¿Dudas de mi? ──el doctor se excusa y sale dejando la imagen del bebé en la pantalla.

Siento miles de cosas que mi cuerpo en este momento.

──Desde que descubrí todo, sí. Hiciste las cosas mal, Hailey. Ahora, acarrea con las consecuencias de tus actos, haremos la prueba de paternidad, y juro que si es mi hijo… no le faltará nada, ni a ti, ni a él… pero sino lo es, prepárate, porque voy a acabar contigo.

Salgo del lugar dejando a Hailey cambiándose, me acerco al doctor, este me observa de pies a cabeza.

──Podemos hacer una prueba extrayendo líquido amniótico. ¿Tiene dudas? ──asiento.

──Necesito saber si es mi hijo… pagaré todo el dinero que sea necesario. ──susurro.

No sé si son dudas… pero necesito confirmación, y con todo lo que han dicho Jason, Vivika y hasta la misma Hope con la cual he hablado estos días, quiero saberlo, quiero que me den la estocada final.

──La prueba de paternidad, Normalmente se realiza a partir de una muestra de sangre o de saliva, obtenida de un adulto o niño, pero también se puede llevar a cabo durante el embarazo para determinar la paternidad del bebé o feto. La aminocentesis consiste en la obtención de una pequeña parte del líquido amniótico que rodea al feto, mediante la introducción de una aguja en la cavidad amniótica a través de las paredes abdominal y uterina de la madre.  Este líquido contiene células fetales a partir de las cuales obtendremos ADN del futuro bebé. ──explica. ──. Esto también conlleva un riesgo, existe un pequeño porcentaje de abortos espontáneos y malformaciones,pero si usted tiene dudas, está en todo su derecho de solicitarla.

El miedo se instala en mi pecho.

──No quiero que pierda al bebé. ──susurro.

Una puerta es lanzada con fuerza, me giro para ver a Hailey furiosa.

──El riesgo está ya queda de su parte, si ella se niega puede solicitar una orden pero debe tener peso para ello. ──sugiere extendiéndome los récipes con las vitaminas y todos los cuidados.
Hailey se acerca arrebatándome todo lo que el doctor acaba de entregarme.

──Busca la maldita orden porque no me haré la prueba por voluntad propia. ──sentencia. ──. No voy a poner en riesgo a nuestro hijo por las malditas ideas que te meten en la cabeza.

Trago grueso al escucharla.

──Hasta que no compruebe que es mi hijo, no me casaré contigo.

──Entonces que Grace se preparé porque llorará demasiado. Me indigna que dudes de mi de esa manera.

──Tu te los buscaste.

Y yo también… por idiota.

Grace AsghariDonde viven las historias. Descúbrelo ahora