A escasos dos meses de aquellas muertes, es lógico pensar que los problemas del clan Aragón recién comienzan. Con una cartera repleta de enemigos, deberán enfrentar cada obstáculo con el único objetivo de salir victoriosos, para ello, tendrán que ha...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
3 MESES DESPUÉS. 14 DE MAYO.
José Manuel había mostrado una mejoría física impresionante, su dedicación y constancia le habían rendido por fin frutos, no lo detenía por nada del mundo cuando está en un plan "modo bestia" y sinceramente no había querido tenerlo enfocado en lo que hago, Cleo había hecho un gran trabajo y por más que había intentado leer lo que había en esa memoria, no me atrevía, pero sé que el tiempo se acaba y tarde o temprano José Manuel querrá volver a casa ya que tiene unas piernas fuertes y saludables como antes, sobre todo fuertes.
Tengo que ver esa información, tengo que leer, tengo que leer. Puse mi mano sobre mi vientre, ya es algo grande, estoy rondando los cinco meses tan rápido, me duele todo, no sé si quiero saber lo que hay aquí.
— Si nos dejan, nos vamos a querer toda la vida — canturreó desde la planta baja, me asomé.
— ¿Qué traes Romeo?
— Nada, mientras troto pienso en ti.
— Tienes mucha energía.
— Eres tú, eres como el sol para mis huesos, mi amor ¿Cómo está Ricky?
— Si es niña va a creer que se llama Ricarda, José Manuel.
— Es niño, ya te dije, ya estás en gestación para que averigüemos qué sexo tiene Ricky.
— Podemos ir a Culiacán y volver.
— Lo pensaré, pero no lo creo.
— Sigue corriendo, te ves sexy con esas gafas oscuras.
— Yo soy sexy sin ropa, mi vida — detrás de él apareció un ahogado Yordan, le puso la mano en el hombro e intentó recuperar el aliento.
— ¡Estás loco! ¿Qué te pusieron en las piernas? ¿Turbo? Me estoy ahogando y mírate.
— No te compares conmigo A.B., yo soy un dios, tú eres un ser terrenal que no me puede seguir el paso y eso que estoy enfermo, si estuviera al cien, ya te hubieras muerto mi estimado amigo, deja de comer papas cuando estás nervioso, la panza pesa.
— Deja mi panza de hombre decente ¿No escuchaste eso de que un hombre sin panza es como un cielo sin estrellas? Ese soy yo.
— Serás el prometido más feo del mundo.
— Nah, ese vas a ser tú, lampiño y transparente, solo mírate, creo que ya moriste y nadie se ha dado cuenta.
— Ah hijo de la… — elevé las cejas, de tiempo a la fecha le controlo mucho el humor y pues, frente a mí se le baja la bilis porque yo digo —, ya verás maldito.
— Escuché eso Aragón.
— Yo seguiré corriendo, tú ve a seguir comiendo hasta que revientes, goloso mal viviente — volvió a tomar ritmo y Yordan le siguió.
