A escasos dos meses de aquellas muertes, es lógico pensar que los problemas del clan Aragón recién comienzan. Con una cartera repleta de enemigos, deberán enfrentar cada obstáculo con el único objetivo de salir victoriosos, para ello, tendrán que ha...
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El dolor cada segundo más insoportable, pero se negaba a seguir con los analgésicos y los sedantes ya lo traían sobrado de sueño, cuando pudo despertar, me miró fijamente, pero a la vez, parecía no notar que yo estaba ahí.
—Gaby —susurró—, Jossie.
—Sigue en México, Chema.
—Gaby, necesito que venga, no lo voy a lograr.
—Oye, cálmate, a los doctores les ha costado media vida poder estabilizarte, no arruines esto que sabes cuánto cuesta.
—Necesito que venga, no quiero morirme sin hablar con ella.
—No te vas a morir.
—Claro que sí, ya no siento la mitad del cuerpo, no puedo seguir así, Gaby, tienes que hacer que ella venga ya.
—Oye, estás muy alterado, necesito que te calmes —me acerqué para sentarlo y darle un abrazo, estaba colapsando y la solución se encuentra a miles de kilómetros de aquí detrás de las rejas.
—No me quiero morir sin verla —incluso temblaba, le abracé con ternura esperando que se calmara, pero yo no era la mujer que lograría eso, no me importó, lo intenté.
—Sé fuerte, ella vendrá pronto —se calmó muy de pronto y supe que no era bueno— ¿Manuel? —su mejilla descansaba sobre mi hombro, su cuerpo se aflojó rápidamente y entonces se fue— ¡No! ¡No! ¡José Manuel!
Los médicos entraron rápidamente, lo peor de todo es que yo sabía perfectamente qué es lo que estaba pasando con él y entré en histeria, no quería perderlo, no quería que se fuera así.
Salí de la habitación y rompí a llorar, Adrianna y Stephen venían llegando, ella asustada me abrazó.
—¿Qué pasa Gaby? ¿Por qué estás así?
—Su corazón se detuvo, Adri ya no puede, necesitamos traer a Jossie rápido.
Creo que al final había perdido la confianza, quería que Jossie viniera para consolarlo un poco, porque ya había materializado la idea de perderlo en cualquier momento y sé que ella no quiere vivir con la sensación de no verlo y poder despedirse.
Esperamos impacientes hasta que el doctor salió, me levanté rápidamente.
—¿Cómo está?
—Muy mal, logramos estabilizarlo, pero está en una etapa crucial del tratamiento, serán días difíciles sin duda.
—¿El tratamiento funciona?
—Es difícil decirlo en esta etapa, aún no llega a la parte en la que los resultados serían convincentes, pero su cuerpo está muy resentido ya, esto podría volver a suceder y ser peor, deben estar preparados, haremos lo que se pueda, pero aún así, deben estar conscientes de que la pelea ha sido larga y está dando más de lo que puede.
