A escasos dos meses de aquellas muertes, es lógico pensar que los problemas del clan Aragón recién comienzan. Con una cartera repleta de enemigos, deberán enfrentar cada obstáculo con el único objetivo de salir victoriosos, para ello, tendrán que ha...
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26 DE JUNIO.
Solo le había pedido tregua a mi enfermedad un día, quería poder pasar más tiempo con mi hija el día de su cumpleaños, pero como dicen por ahí, no esperes que la vida sea justa porque no lo es.
Debo reconocer que todo el personal estaba haciendo lo posible para no dejarme caer, estaba peleando como un titán, tenía trasplante de médula ósea, las quimioterapias, y otros tratamientos para poder mantenerme a flote, sin embargo, cada vez sentía más torpe el cuerpo, sin mencionar que desde que llegué aquí no me he levantado para caminar siquiera un poco.
—Feliz cumpleaños Joss bebé —susurré, parece que ella sabe que papá no tiene ganas de muchas cosas hoy, se recostó sobre mi pecho y jugaba con los botones de mi pijama, frotaba con su pequeña mano, me besaba de vez en cuando y entonces pensé que ella jamás me ha visto sano, siempre ha visto un papá demacrado.
—¿Qué pasa?
—Mi hija no sabe cómo soy en realidad, Gaby.
—¿De qué hablas?
—Siempre me ha visto enfermo, ella no sabe lo que es tener un padre sano, con cabello y feliz.
—Ella cree que eres feliz, siempre que la miras estás sonriendo.
—Supongo que sí, Gaby ¿Ricky?
—Es un bebé muy fuerte y tranquilo, estable y seguramente con muchas ganas de venir a verte.
—No quiero que corra ningún peligro.
—Estará bien, lo atienden los mejores médicos, han pasado seis días de su cirugía y está risueño como siempre, supongo que sabe lo que significa.
—Gracias Gab, pero no quiero que tengas problemas con Hugo por mi culpa, Gabicita también necesita de tu atención.
—Gaby bebé está muy feliz con su papá, Hugo comprende, José Manuel, ya aprendió la lección y me gusta que lo tome de manera madura, esto no es solo por ti, es por Marjo y por los niños.
—Bueno, ya tenemos veintiséis, ya maduramos.
—Tú nunca vas a madurar —sonreí levemente, estuve abrazando a mi pequeña hasta que se quedó dormida, se la llevaron a casa— ¿Qué te han dicho sobre la debilidad muscular?
—Que es lo único que tengo débil.
—Presmido.
—Sí, soy presumido —hicimos una pausa—, me están rehabilitando, es normal por todo lo que está consumiendo mi cuerpo, me voy a recuperar a medida que el tratamiento progrese, o no.
—¿Por qué vas por la vida creyendo que no lo vas a lograr?
—Porque es una posibilidad, pero estoy motivado, claro que lo tengo que lograr.
