A escasos dos meses de aquellas muertes, es lógico pensar que los problemas del clan Aragón recién comienzan. Con una cartera repleta de enemigos, deberán enfrentar cada obstáculo con el único objetivo de salir victoriosos, para ello, tendrán que ha...
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Yordan Castelán volvió a sesión dos días después de que Camila me entregó su historial médico y cuando cruzó la puerta comprendí perfectamente lo que pasaba.
Se involucró emocionalmente con él.
—Yordan, bienvenido.
—Hola —parecía adaptado muy bien a su condición, tomó asiento donde siempre y se quitó los lentes oscuros—, creo que Camila hablaba en serio.
—¿No la llamas doctora?
—Mi mejor amigo es doctor, solo le digo doctor cuando me atiende, mientras no.
—Pensé que serías más comprensivo.
—No es fácil para mí contar todo otra vez, así que espero que le invite un café, porque no pienso decirle lo mismo que ya le dije a ella.
—Lo tengo todo cubierto, no te preocupes ¿Estás bien?
—Tengo vértigo, estaré bien en unos días, mi oído no es el mejor por el momento, tengo problemas con mi equilibrio.
—Lo haces muy bien para tener esa afección pasajera ¿Cómo estás? ¿Cómo te has sentido?
—Estoy muy preocupado por mí mejor amigo, José Manuel y yo somos como hermanos separados al nacer, no tolero pensar en una vida sin él.
—¿Por qué de pronto estás más preocupado por él de lo normal?
—El tratamiento contra el cáncer lo está arruinando, le cuesta hasta hablar, cuando tiene energía, escribe cartas para su esposa y se queda dormido, siento que lo estoy perdiendo.
—¿Le has dicho lo que piensas?
—No puedo decirle a mi amigo que siento que muere.
—Es real, podría estar muriendo mientras se recupera, es mucho lo que tiene que soportar, entiendo que estés preocupado por cómo te dicen que se ve.
—No creo que sea diferente cuando pueda verlo, siento que no le estoy ayudando, así que he evitado ir a platicar con él, no quiero molestarlo, sé que debe sentirse muy mal, su esposa no está con él y tampoco puede tener a sus bebés cerca porque está muy delicado y su hijo pequeño fue intervenido quirúrgicamente, su familia está separada, yo estoy ciego y le preocupo, lo sé.
—¿Te molesta?
—Me molesta que mi pobre amigo no pueda tener un respiro.
