A escasos dos meses de aquellas muertes, es lógico pensar que los problemas del clan Aragón recién comienzan. Con una cartera repleta de enemigos, deberán enfrentar cada obstáculo con el único objetivo de salir victoriosos, para ello, tendrán que ha...
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Después de ir a Sonora, vigilar por diez días, ganarle la plaza a Omar y perder a Michael y Julián en el proceso, fuimos a un lugar seguro a fin de investigar ahora en dónde tenían a ese par.
En cuanto tuvimos certeza de que Julián y Michael estaban muy cerca de los límites de Sonora pusimos manos a la obra. Tomé cargadores y analgésicos, no estaría de más que llevara una carga de adrenalina por si las moscas ¿No?
Cuando me giré pude percatarme de que Corey miraba con atención el mapa de México y los puntos que había marcado.
—Descansa lobito, traeré a Michael antes del amanecer.
—¿Cómo es que marcaste esas zonas tan específicamente?
—No olvides que antes de querer tragarme a mis tíos de frente, lo quise hacer a sus espaldas y ellos a las mías, estuve en muchos lugares en Sonora cuando era más joven, supongo que no tienen idea de que recuerdo cada lugar que pisé en Sonora.
—¿Memoria fotográfica?
—Memoria vengativa, eso es lo que tengo, los encontramos.
—Déjame ir por favor.
—¿Ya hablaste con la colorada?
—No tengo nada que hablar con ella.
—Corey Wolffer, eres muy joven para saber muchas cosas que ya sabes, pero hay otras que ignoras, una de ellas es que el remordimiento es de los peores sentimientos que podemos experimentar como humanos, si no hablas con ella y algo sale mal, porque siempre es una opción, lo vas a lamentar con cada gota de sangre que te conforma.
—No quiero ni voy a hablar con ella.
—No hay culpa en preocuparse por alguien a quien ama.
—Pudieron matarlas y lo sabes.
—Pero no pasó, si nuestra vida tomara el curso de la probabilidad y no del hecho probablemente estaría muerto, deja de ser un idiota y habla con ella.
—No quiero, estoy enojado, ella y mi hermana es lo único que me importa, desde que mi mamá murió no me había preocupado por nadie que no fuera Shantall, ahora me preocupo por ella y mira lo que hace, viene hasta acá como si tuviera la capacidad de disparar un arma.
—Tal vez no tiene la capacidad de disparar un arma, pero tiene capacidad para entender lo que siente y quiere, deberías aprender un poco, lobito, te conozco y así como eres de brillante puedes ser también muy muy idiota.
—Oye.
—Es la verdad —entraba Laura—, hermana, dile a la niña de cabello rojo que venga por favor.
—¿Qué piensas hacer dragón?
—¿Yo? ¿Acaso yo me puse modo idiota hace unas horas? No, la respuesta es no, por favor hermana.
