Me estaba llevando la mierda, tuvimos que dividirnos para irnos a Culiacán y poder sepultar a Claudia y como buen líder, sería de los últimos en irme junto con Julián que de tiempo a la fecha no se separa de mí.
—Es una mierda de persona Chema, jamás voy a olvidar todo lo que hacía, como maltrató a la Josa y a mi mamá, maldito policía hijo de puta —susurró antes de beber un trago, las acciones de su papá le pesaban como propias, las lágrimas le escurrían una tras otra y no parecía incómodo con ello.
—¿Por qué te sientes culpable? Tú no mataste a Claudia.
—Tú tampoco y también te sientes culpable.
—Yo soy la causa, no tú, todo esto ha sido por mí, Juls.
—En una ocasión, María José estaba jugando con la pelota dentro de casa, se la había regalado mi tío, era rosa y estaba muy bonita, María estaba contenta botándola cuando sin querer rompió un jarrón de cristal, ella sabía lo que pasaría, así que se quedó quieta, aguardando al demonio hijo de puta que debió ser el primero en protegerla, tenía casi los cuatro años, yo tenía como seis, tomé su arma y no lo dudé, le tiré muy mal, me hubiera gustado matarlo.
—¿A los seis? ¿En serio?
—Me dio una paliza pero al menos a ella la dejó en paz, fue de las últimas veces, me dolía porque ella lo amaba, cuando se fue lloró mucho y yo descansé, nadie iba a tocarlas de nuevo.
—Por eso me querías matar.
—No estabas siendo un caballero.
—Lo acepto, me porté patán con ella, pero las cosas han cambiado, estoy enamorado, la amo con lo poco sano que tengo de vida, se lo debo a ella, es como el sol que ilumina mis mañanas.
—Y tú el suyo, sin duda, tú el suyo —asentí, le quité la botella de tequila—, suficiente.
—Tienes razón —estaba tomando un medicamento cuando mi móvil sonó, es Eric y siento que pierdo la fuerza de las rodillas, respondí.
—¿Qué pasa?
—Necesito verte con urgencia José Manuel, te veré en la cafetería, cerca del hospital, no tardes —colgó la llamada, miré la bocina, si Yordan hubiera muerto solo lo dice y ya ¿Cierto? Tomé las llaves de la camioneta.
—¿A dónde?
—Tengo que ver a Eric.
—Voy contigo y no me digas que no porque iré de todos modos —Juls se subió a la camioneta y nos dirigimos a la cafetería, descendí y entré al local, Eric estaba ahí, me senté con cierto recelo, como si sintiera que en cualquier momento me disparan por la espalda, como siempre, me senté mirando a la puerta.
—¿Qué pasa?
—Declaré a Yordan muerto hace treinta minutos —exhalé—, cálmate, no está muerto, está en coma inducido por el golpe en la cabeza, me equivoqué contigo, no voy a permitir que Yordan vaya a prisión, lo matarán, así que es tu oportunidad para llevártelo a otro lado y esperar a que se recupere, pero para todo ello, necesito que atiendas lo que tengo planeado.
ESTÁS LEYENDO
🌹・𝐂𝐢𝐮𝐝𝐚𝐝 𝐝𝐞 𝐏𝐥𝐨𝐦𝐨・🌹
Novela JuvenilA escasos dos meses de aquellas muertes, es lógico pensar que los problemas del clan Aragón recién comienzan. Con una cartera repleta de enemigos, deberán enfrentar cada obstáculo con el único objetivo de salir victoriosos, para ello, tendrán que ha...