10 DE NOVIEMBRE
¿Recuerdan qué día era cuando ingresé al hospital? Porque yo no. Lo que sí sé es que me tiré cerca de un mes aquí y no saben los demonios de los que me hice y otros que crecieron nada más. Entré a éste hospital moribundo y salí sin bazo, con cuatro ciclos de quimio encima, la espalda jodida y no voy a mencionar mis piernas.
Estaba listo para irme a casa, la silla de ruedas era cómoda pero más le vale a la hija de puta que no se acostumbre a mí. Laura nos regaló a mis hijos y a mí un gorro igual, así que los tres salimos del hospital muy a la moda, aún no terminaba de abandonar el sagrado nosocomio cuando tuve mi primer reto: moverme al coche.
— ¿Te ayudo?
— Yo puedo — le dije a mi hermana y no objetó pese a que moverme las piernas era aún muy doloroso, fui hábil para mí estado y terminé arriba del coche.
— Hola papito — mi hijo me besó la mejilla —, vamos a casa, ho aggiunto l'acqua alle tue rose.
— Oh, gracias, le pusiste agua a mis rosas, grazie mille, ti sono grato, figliolo.
— También cuidé a la bebé, le gusta babear mis juguetes.
— Eres un muy buen hermano — Laura abordó la camioneta, sabe que odio que me vigilen, así que vino sola por mí y eso estaba muy bien. Josué puso en marcha el auto hasta el rancho, otro poco y olvido cómo es aunque lucía, pues, diferente.
Me tomó mi tiempo bajarme y quise no haberlo hecho cuando vi a todos en mi casa invadiendo como Napoleón a Europa, estaba a punto de la erupción cuando vi a Jossie con mi Joss vestiditas de rojo, hubieran visto cómo me cambio la cara de encabronado a cara de imbécil.
— Bienvenido mi amor — me besó los labios, con disimulo metí la mano bajo el vestido mientras nos besábamos, me quitó la mano —, ahorita no, gordito, qué vergüenza — sonreí con malicia.
— ¿La rampa es para la carreola de la juniorcita verdad?
— Entre otras cosas.
— Oh mamacita linda, ven aquí princesa de mi corazón — la abracé, ella estaba contenta de tener a papá en casa, tan es así que atacó mis lentes —, qué pasa mi hermosa.
— Qué gusto tenerte aquí hijo — me besó la frente papá, Eva se acercó y me besó, en realidad todos me besaron y después de comer, Laura corrió a todos para dejarnos sólos.
— Amor, mi mamá se llevará a la niña.
— ¿Por? Mi hija no me estorba chula.
— No es eso mi amor, tengo que estar al pendiente de ti al menos dos días, no quiero que vuelvas al hospital, así que mamá atenderá a nuestra niña como se merece ¿Está bien?
— Si lo consideras mejor, está bien, necesitas descansar también, mi papá y tú mamá pueden ensayar para que no se atrevan a tener hijos.
— Ay cállate, te imaginas ¿Un hermano entre tú y yo?
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🌹・𝐂𝐢𝐮𝐝𝐚𝐝 𝐝𝐞 𝐏𝐥𝐨𝐦𝐨・🌹
Novela JuvenilA escasos dos meses de aquellas muertes, es lógico pensar que los problemas del clan Aragón recién comienzan. Con una cartera repleta de enemigos, deberán enfrentar cada obstáculo con el único objetivo de salir victoriosos, para ello, tendrán que ha...