CAPÍTULO LIII "CLEO"

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Cuando desperté me sentía destruido, estaba en cama y todo daba vueltas, no tengo idea de si es que sigo en el dos mil veintiuno o no

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Cuando desperté me sentía destruido, estaba en cama y todo daba vueltas, no tengo idea de si es que sigo en el dos mil veintiuno o no. Intenté moverme pero fue sumamente doloroso, no tenía energía para nada más que lo básico e inconsciente como respirar y pestañear, es la primera vez que me siento tan apagado después de casi una decena de quimioterapias.

— María — susurré.

— Bienvenido a tierra señor de las rosas rojas — dijo Cass mientras ponía medicamento en el suero — ¿Cómo te sientes?

— No me puedo mover, estoy súbitamente agotado.

— No es para menos, casi que te dejamos en la piscina como calentador, tuviste fiebre, primero sudaste como loco y después a temblar del mismo modo, pero estarás mejor, tranquilo.

— ¿María?

— Durmiendo, se quedó despierta toda la noche hasta que la fiebre dio el brazo a torcer ¿Quieres que la llame?

— No Cass, gracias, que duerma ¿Cuánto tiempo dormí?

— Casi un día, te sentará bien, estás muy agotado, en cuanto estés mejor, iremos a Culiacán a que mi papá te estudie como ratoncito de laboratorio.

— Ya te dijo María.

— Tiene razón, necesitamos saber cómo vamos, considero que bien pero debe ser bien a tono de suficiente — estaba en plena charla con Cass cuando mi instinto me dijo que alguien abrió la puerta, alguien a quien no podía ver.

— ¿Papito?

— Hola Chris, ven — se acercó lentamente, se colocó en mi campo de visión, se notaba precioso.

— ¿Qué tienes papi?

— Ven, sube — Cass lo apoyó a subir a la cama, gateó hasta mi y lo invité a recostarse a mi lado.

— ¿Estás enfermo?

— Un poco.

— Mami dice que estás enfermo ¿Si me porto bien vas a mejorar papi?

— Sin duda — lo abracé — ¿Ya llegó tío Julián?

— Sí, llegó como a las — miró sus manos y contó —, como desde la mañanita, sí.

— ¿Tú mamá dónde está?

— Se quedó dormida.

— Ella también estuvo aquí — dijo Cass —, vendré más tarde, iré a la clínica a ver si me necesitan.

— Gracias Cass.

— Gracias doctora Núñez por cuidar a mi papi.

— Un placer, hermoso, nos vemos — Cass salió de la habitación y nos dejó solos.

— ¿Te gusta estar aquí Chris?

— Sí, es divertido, pero mamá dice que ya tendría que ir al colegio.

🌹・𝐂𝐢𝐮𝐝𝐚𝐝 𝐝𝐞 𝐏𝐥𝐨𝐦𝐨・🌹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora