A escasos dos meses de aquellas muertes, es lógico pensar que los problemas del clan Aragón recién comienzan. Con una cartera repleta de enemigos, deberán enfrentar cada obstáculo con el único objetivo de salir victoriosos, para ello, tendrán que ha...
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15 DE JULIO CATANZARO -CALABRIA -ITALIA.
En cuanto recibí el alta, esperé a estar mejor de salud para poder ir a Catanzaro, tengo que hablar con alguien de urgencia.
Mi viaje fue ameno pese a mis dolencias, es uno largo, pero vale la pena.
Llegué a la mansión alejada de la sociedad de Catanzaro, me paré en la puerta con firmeza, miré a la cámara esperando que abrieran la puerta, uno de los matones de los 'Ndrangheta se acercó.
-¿Qué quiere?
-Dile a Franco que Nadia Carusso está aquí.
Entre matones de miraron ¿Qué pasa?
-Oye ¿Te lo digo en griego? Dile a Franco que necesito hablar con él.
Al parecer les dijeron por el auricular que me dejaran pasar, me tomó realmente mucho llegar hasta la recepción, pero me hice la fuerte y entré a la enorme casa que aun me sigue siendo familiar.
-Creí que te había quedado claro que no eres bienvenido aquí, Carusso -me giré sobre mis talones para mirar a Vito Molinari, ladeé la cabeza.
-Quiero hablar con Franco -dije con desdén.
-No te quiero cerca de mí hermano, suficiente le has hecho.
-Deja que él mismo me lo diga.
-¿Por qué no hablas conmigo, Nadia?
-Porque necesito hablar con el jefe, lo siento, podrás serlo ante el Mezzogiorno, pero sabemos que Franco sigue moviendo tus hilos, quiero verlo.
-Eso no va a pasar, Nadia...
-Vito ¿Desde cuando decides quién puede verme y quién no?
-Esta mujer no tiene ninguna razón para estar aquí.
-Si no la tuviera, no estaría aquí, así que cállate y déjala en paz -realmente no quería mirarlo, Franco era de esos hombres que pueden hacer que te tiemblen partes del cuerpo que no sabías que podían ejercer esa facultad, colocó la silla de ruedas en mi dirección-, Nadia, mírame.
Lo hice, nada convencida de ello, elevó el mentón levemente, miró a Vito con otra especie de brillo en sus ojos.
-¿Sigues aquí Vito? Adiós.
-Sí hermano -me miró de mala manera antes de irse, coloqué mi pierna derecha detrás de la otra de forma instintiva, tragué saliva.
-Nadia ¿Qué te pasó en la cabeza?
-A eso vengo, a que me expliques qué hace tu gente en Milán.
-¿Disculpa?
-Dos hombres entraron a la casa de los Assanti en Milán, casi me matan y quiero saber qué es lo que pretendes ¿Acaso no tienes tratos cordiales con La Cosa Nostra?
