CAPÍTULO XCVI "EL DESEO"

220 43 75
                                        

Me había comprado de todo, es un hombre que no escatima en nada y fue muy conmovedor para mí todo lo que hizo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me había comprado de todo, es un hombre que no escatima en nada y fue muy conmovedor para mí todo lo que hizo.

—Con esto puesto, seguramente seré la más hermosa del lugar.

—¿Se puede? —lo golpeé, caminábamos por el corredor que nos conducirá a la entrada de la casa, caminamos lento, parece que ninguno de los dos quería que terminara.

—Claro que se puede, tonto —le dije, tragué saliva— ¿Ya tienes fecha para tu próxima cirugía? Podrás ver más del cincuenta entonces, será fantástico, te van a adecuar un lente y con esos de hipster podrás ver mucho mejor ¿Te emociona?

—No estoy seguro, ya me estaba acostumbrando a la sensación.

—¿Qué sensación?

—De no ver las estupideces que hago, es más fácil para mí no sentirme culpable, porque creo que si no veo el daño que hago, no existe ¿Comprendes? Soy un mal creyente de Dios a quien no he visto pero he sentido más de una vez.

—¿Has sentido a Dios?

—Y me he sentido como uno también, aunque también todo lo contrario, es parte de ser Yordan Abraham Castelán Azuara.

—Tienes un nombre muy bonito.

—Yo soy el bonito, no mi nombre, yo, Nadia, yo.

—Gracias por lo de hoy.

—No fue gran cosa, quisiera poder hacer más, Nadia, pero no puedo —¿Qué clase de rumbo ha tomado esta conversación?

—No es necesario —su móvil comenzó a sonar, para su mala fortuna, el teléfono anuncia al que llama, era Camila, pero él decidió ignorarla y creo que la razón es más que obvia. Es muy doloroso para mí.

—Nadia.

—Oye, mago —comencé a lagrimear sin que la voz perdiera su postura— ¿Crees que podrías concederme mi deseo ahora?

—¿Quieres que te cumpla tu deseo ahora? ¿Lo has pensado bien?

—Creo que no hay más remedio, no puedo ser ambiciosa, tengo en mente lo que quiero que el mago haga por mí.

—Dime.

—Mago, necesito que me dejes ir ahora —dejó de sonreír por completo, fue como si de pronto hiciera mucho frío y nos encontráramos dentro de una fortaleza de hielo.

—¿Qué?

—Lo sé todo, Yordan, Camila te pidió esto y no hay más remedio, no quiero empeorar las cosas, así que necesito que me cumplas mi deseo.

—¿Por qué no eres ambiciosa? Debiste pedir un auto, vacaciones en París, la mitad de mi corazón, un beso o mi compañía por cien años ¿Me pides que te suelte ahora?

—Has tomado una decisión y yo no puedo con eso, Yordan, solo deja de hacer las cosas tan complicadas y déjame ir, es mi deseo, quiero que me sueltes.

🌹・𝐂𝐢𝐮𝐝𝐚𝐝 𝐝𝐞 𝐏𝐥𝐨𝐦𝐨・🌹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora