CAPÍTULO LVIII "EL ESCORPIÓN DE SONORA"

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20 DE MAYO

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20 DE MAYO

Nos había tomado nuestro tiempo averiguar los eventos a los que el o la llamada “Escorpión de Sonora” haría acto de presencia, supongo que fue cuestión de cortesía que ofreció información sobre asistir a uno de los eventos turísticos más importantes de Mazatlán al cual, como buenos tequileros, estamos invitados, bueno, solo iremos Yordan y yo.

—Recuerdo que la última vez que salimos juntos, me dispararon.

—¿Te quieres callar A.B.? —dije mientras acomodaba el saco ¿En serio tengo que meterme el traje? ¡Vamos a la playa! Hace un calor del puto infierno, en fin, me coloqué el sombrero y me miré en el espejo, vaya, no me gusto tanto.

—Te ves chido.

—No me gusta.

—Sé lo que no te gusta en realidad y me imagino que tratas de entender cómo me siento cuando la chica que me gusta y mi mejor amigo están pasando por lo mismo.

—Tu novia ya tiene cabello.

—No tan largo como ella lo quiere — suspiró.

—Estás distante con ella ¿No?

—No estoy en paz.

—Claudia y Ramsés tuvieron que aplazar su compromiso para la esta semana —suspiré—, Yordan, no tienes la culpa de estar con el corazón partido, pero serás culpable si por ello terminas lastimando a las dos chicas.

—No quiero hablar del tema.

—No puedes huir para siempre, amigo, no puedes, vas a tener que superarlo o decirle la verdad mientras ruegas que no te deje.

—No sé lo que haré, Chema, por favor ¿Me dejas solo con el asunto?

—Como quieras —me ajusté la corbata y salimos del rancho rumbo a la zona hotelera de Mazatlán, Yordan había comenzado a fumar el doble de lo normal, dormía menos de lo que tenemos permitido dormir y estaba más ausente que otra cosa. No tengo muchas opciones, solo estar cerca para el momento en el que explote. Llegamos al hotel y nos recibieron con mucha alcurnia, puse cara de elegante y no había dado más de diez pasos cuando Ingrid Coronel se acercó a mí.

—Guapo —la miré naturalmente, ella no me miraba del mismo modo pero no soy culpable de ello ¿Verdad?—, te ves espectacular hoy.

—Gracias Gri ¿Cómo estás?

—Esperándote, tendremos una fiesta privada después del evento ¿Me acompañas?

—Creo que pasaré, Gri, tengo que volver a casa —sonrió con molestia.

—Vaya, no sabía que conocías la palabra fidelidad.

—Qué curioso Ingrid, yo pienso que tú no conoces la palabra decencia y no es por alarmarte pero María José tiene un carácter muy fuerte, yo digo que es el embarazo.

🌹・𝐂𝐢𝐮𝐝𝐚𝐝 𝐝𝐞 𝐏𝐥𝐨𝐦𝐨・🌹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora