A escasos dos meses de aquellas muertes, es lógico pensar que los problemas del clan Aragón recién comienzan. Con una cartera repleta de enemigos, deberán enfrentar cada obstáculo con el único objetivo de salir victoriosos, para ello, tendrán que ha...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Miré a Tatiana un par de segundos, no me moví, no era necesario, ella se acercó a mí, no lo suficiente, pero lo hizo para dar el primer golpe sin siquiera darlo en realidad.
—Te sienta de maravilla ese color.
—¿Cuándo me ibas a decir que probablemente tengas una hija con una policía que quiere meterte preso?
—Hasta confirmarlo, supongo, no es como que sea mi prioridad.
—¿Tienes una hija y no te importa?
—No sé si es mía, y si es así ella ha vivido muy bien casi cuatro años sin mí, así que no, no es mi prioridad, si tuviera ganas de continuar con ésta conversación la pregunta obligada es: ¿Cómo lo supiste? Pero eso es algo que no me interesa, desperté hace unos días y parece que ya tengo el mundo sentado otra vez en mis hombros.
—Tal vez solo sea que te toca responder por tus asuntos.
—¿Hay algo que quieres decirme y prefieres torturarme?
—No puedo hacerlo.
—¿Hacer qué?
—Imaginar esa noche que estuviste con ella cuando ya eras mío y dejarlo pasar.
—¿Y qué esperas que haga? ¿Que construya la máquina del tiempo y cambie mis decisiones? No es posible Tatiana, el perdón y el arrepentimiento en este mundo no es gran cosa.
—¡Igual me gustaría que dijeras que lo sientes! ¡Que si pudieras repetir ese día simplemente hubieras salido sin verla! ¡Al menos podrías decir que te arrepientes!
—¿Para qué?
—¿Sabes cuál es tu problema? Que no te arrepientes de haber mandado a la mierda el compromiso que tenías conmigo, que te importé un maldito carajo y simplemente dejaste de pensar en mí, me trataste como si no existiera, fuiste desleal, mentiroso, ventajoso y muy hipócrita, solo querías que lamiera tus heridas para sentirte mejor y al final dejarle la decisión a ella en cuanto a lo suyo ¿Sabes en qué te convierte eso? En un hijo de puta, en eso te convertiste, solo fui tu escudo e imán al mismo tiempo, te cubrías conmigo y me usabas para atraerla, porque la amas y a mí no.
—¿Ya terminaste?
—¡Acéptalo! ¡Acepta que la amas y que no te arrepientes de haberte revolcado con ella como si yo no valiera! ¡Acéptalo! ¡Mírame a los ojos y acéptalo!
—¡Sí! ¡Con ella descubrí todo por primera vez! ¡Me enamoré de ella como un idiota! ¡Estaba enamorado cuando terminamos, lo estaba antes de despertar y lo estoy ahora! ¿Estás contenta escuchando mi confesión hacia mi ex pareja muerta? ¿Te hace sentir bien?
—¡Qué descarado eres!
—¡Te lo dije cuando desperté y te lo diré en mucho tiempo adelante, porque estoy herido, porque estoy destrozado porque la perdí y si pudiera elegir, mi decisión hubiera sido morir también! ¡Siento que esto no está pasando, que sigo dormido y me estresa, me pone ridículamente irritante y si ya te perdí me romperé más y ya Tatiana! ¡Voy a sentir que muero y el único problema que veo es que no pasará en realidad! Tal vez sea un hijo de puta, pero tampoco te hagas la inocente cuando sabías perfectamente que lo que había entre ella y yo no se iba a ahogar ni tirándole el mar entero encima, sabías, como yo sé sobre tu relación con mi primo Santiago ¿Crees que Luis no me lo iba a decir? ¿Vas a decirle a Santi que te curaste y que pueden retomar lo suyo? ¡Házlo!