Capítulo 6

31.7K 4.1K 4.6K
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Jungkook creyó que moriría en ese momento, su cuerpo temblaba por todas las emociones que sentía en ese momento. Taehyung posó sus brazos en la espalda baja del omega y lo apretó contra su cuerpo, acariciándolo suavecito, profundizando el beso. Jungkook también apretó solo un poco fuerte sus brazos en el cuello del alfa, luego los bajó a su pecho, sintiendo su calor emanar a través de sus manos, haciendo flaquear sus piernas; se sentía tan bien, quería quedarse así todo el tiempo.

Pero, la realidad llegó.

Jungkook quería seguir el beso, pero el alfa apartó su rostro. Carraspeó un poco la garganta y dejó de sostener al omega, haciéndole a su lobo sentirse triste.

El omega no tenía cara con que ver al alfa así que solo agachó su cabeza y empezó a deslizar sus manos que aún seguían en el cuerpo del mayor, lentamente. El alfa le tomó ambas manos y las juntó para darle un besito pequeñito.

— Jungkook-ah — dijo con su voz profunda. Posó su mano en su mejilla, alzando su rostro para poder mirarlo a los ojos — Eres...


Muy hermoso, guapo, buen omega... su lobo se imaginaba miles de halagos que el alfa pudiera decirle.


Halagos que harían saltar a tu corazón. Pero no este.


— Eres muy amable — la pequeña sonrisita que tenía Jungkook en el rostro se le borró automáticamente. Queriendo llorar de impotencia.

Trató de apartarse del alfa, pero éste no soltó sus manos.

— No, por favor — pidió Taehyung — Escúchame.

— Discúlpame si no querías que te besara — habló atropelladamente — Fue mi culpa, yo...

Y antes de que siguiera hablando, Taehyung puso ambas manos en su cara para poder besarlo de nuevo.

— Hablas mucho — gruñó bajito con una risita — Pero en serio debes, escucharme.

El omega asintió lentamente, aun con las manos de él en sus mejillas regordetas. El alfa soltó un suspiro y soltó su rostro.

— Eres una persona increíble — su ánimo empezaba a caer rápidamente — Me alegra mucho haberte conocido, también por los niños, pero...

— Si, si — lo interrumpió. Haciéndose de otras ideas en su cabeza, antes de analizar un poco más a fondo la situación — Esto fue apresurado. Lo siento, no debí hacerlo.

— No, Jungkook, yo...

Y antes de que pudiera seguir hablando, Jungkook se soltó de su agarre y corrió rumbo a las escaleras, llegando hasta su apartamento. El cielo tronaba, seguramente sería una noche muy lluviosa en Seúl.

Papá necesita un omegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora